sábado, 31 de mayo de 2008

Ex Hotel Nacional de Turismo

Argentina - Los argentinos no tenemos vergüenza, dejamos que pase a nuestro alrededor, las cosas mas inverosímiles, parece que la indiferencia nos paso por encima, si no, no habría otra explicación con lo que sucedió con el Hotel de Turismo de Paso de los Libres.
Las ruinas de lo que era aquel espacio espectacular con un balcón a la naturaleza y otro a la gran urbe del país vecino, con el confort de los grandes, pero intentando tener un estilo conservador, albergaba en su interior un restaurante internacional, una confitería bailable, casino y habitaciones de nivel, dos piscinas y un jardín espectacular.
Fue lugar de encuentros, de festejos, de esparcimiento, y de descanso de tantos argentinos que pasaban por aquí, también el habitante libreño disfrutaba de todos sus servicios, allí compartían reuniones sociales y festejos, casamientos, cumpleaños de 15, y grandes convenciones.
Antes de su abandono total había ya sufrido un abandono parcial del que fue recuperado y nuevamente la comunidad lo acompaño, hasta que finalmente en esto, que las imágenes muestran hoy, se convirtió.
Fue diseñado por el Ingeniero Gral. Joaquín Pistarini, implantado en un parque de 100 Hras. Que incluye una laguna, la famosa laguna Brava, con especies arbóreas propias del nordeste argentino, que le daban un marco espectacular, y una vista única, a partir de 1971 formo parte de una lista de bienes del estado nacional por haber sido privatizadas o transferidas o bien disueltas o liquidadas.
Quienes vivieron muy de cerca la historia de este hotel, hoy nos permiten remontarnos en el tiempo, Alfredo Froy, fue conserje durante 13 años desde 1967 a 1979, recuerda que hasta 1970, fue Hotel Nacional de Turismo, y nos cuenta, que este hotel tenia una capacidad para albergar normalmente de 90 a 100 personas y en épocas de turismo hasta 120 pasajeros llegaban a hospedarse.
El hotel contaba con un comedor, nos cuenta orgulloso Froy, para 150 a 160 comensales, poseía una amplia cocina, lavandería propia con maquinas secadoras y planchadoras de ropa de tipo industrial, gozaba de agua caliente y calefacción central, alimentada en sus primeros años a leña y luego a gasoil.
La vista insuperable que tenia lo hacia único en su tipo y época, poseía un mirador vidriado de aproximadamente unos 50 metros cuadrados, al igual que una sala de lectura amplia confortable, era un edificio realmente de una infraestructura envidiable, en cuanto a la estética como a los materiales de primerísima calidad con los que se construyo.
Este Hotel de Turismo, en la puerta del país, en frontera con Brasil, era visitado por personas de todo el país, de Brasil y Uruguay, y siempre era elogiado en cuanto a su construcción, y el lugar paradisíaco donde estaba emplazado, permaneciendo cubierto en su total capacidad, y allí por 1970/71, recuerda Alfredo, fue transferido a la provincia de Corrientes y formo parte de la Dirección de Hoteles de la misma.
Después del año 1979, empezó su destrucción, con reformas mal hechas, anulando el comedor y la cocina, para instalarse temporariamente un Casino, simultáneamente con el Juego de la quiniela, nace el “Casino de Lotería Correntina” que funcionaba en el edificio propio construido en el predio del Hotel de Turismo de la ciudad de Corrientes, en el que aún hoy se encuentra funcionando concesionado.
Cabe aclarar que además funcionó por un tiempo en el Hotel de Turismo de Empedrado (Corrientes)y también se inauguró el Casino en Paso de los Libres (Corrientes) en las instalaciones del Hotel de Turismo.
Hasta que funciono como hotel, dio trabajo directo a aproximadamente unas 60 personas, desde 1980 cuando pasa a manos privadas comienza a notarse su decaimiento lamentable, sin que ninguna autoridad tanto municipal como provincial denotara la perdida de este grande.
Una joya arquitectónica solo comparable por mucha gente con los hoteles de Chapadmalal en Pcia. de Buenos Aires, y Andalgalá en Catamarca, dueño de un importante valor económico y un imponderable valor histórico, cultural y social, que se desvaneció ante la mirada indiferente de las autoridades y de la población en general, propio de la idiosincrasia de los argentinos.










Fuente: confluenciafm

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