martes, 5 de agosto de 2008

Slots:Desafio de la salud pública.

Argentina - Ante la puesta en escena de la supuesta problemática que genera el funcionamiento de los slots en nuestra ciudad, quisiera comentar, desde mi lugar de ciudadano de Río Cuarto y como integrante de la comisión del Capítulo de Juego Patológico de la Asociación de Psiquiatras Argentinos (APSA), una serie de conceptos fundamentales para comprender lo que está atravesando nuestra comunidad en materia de esparcimientos.
Relatar la historia del juego en el hombre es codearse con la historia del hombre mismo.
En el juego se simboliza la realidad, se la reduce, se la somete. El juego fue siempre un fragmento del dinamismo humano, transfiriéndose de generación en generación y disolviéndose en sus orígenes: acompañó a griegos, romanos, hindúes, chinos, etc. Al juego de azar hay que considerarlo siempre un rito divertido. Apostando, el ser humano se encontró frente a esa delicia y la posibilidad de traspaso de capital (la apuesta), que son sus componentes esenciales como también para gestar una distorsión: la adicción o juego patológico. Cuando es así se enreda no solo su salud física y mental, sino también su estabilidad familiar, laboral y financiera. Por eso tiene que haber un control y un gozo en el acto en sí, sino implica sufrimiento y descontrol, y la persona entra en un “siento que me hace mal pero no puedo parar”, cautivo de sus impulsos, perdiendo su libertad de decisión.
Existe entonces un juego saludable, que comprende una elección informada acerca de la posibilidad de ganar apostando cantidades razonables, de una experiencia placentera de juego con situaciones de bajo riesgo. El juego saludable mantiene o facilita un estado de bienestar en el jugador. Pero también los gobiernos tienen el deber de proveer los marcos reguladores y las respuestas de políticas públicas, en representación de sus ciudadanos, para maximizar el disfrute y limitar el daño que puedan ocasionar los juegos de azar; es decir promoción de un Juego responsable, que es el conjunto de principios y prácticas que se compromete a adoptar los gobiernos, las Loterías de provincias y otros Gestores de Juegos con el objeto de prevenir y mitigar los efectos nocivos que puede provocar la participación desordenada en los Juegos de Azar. Los actores entonces serían: la industria del juego, el gobierno, el público en general, los innovadores tecnológicos y los jugadores problema y jugadores patológicos. Entre ellos tiene que haber un equilibrio con los factores de regulación y autorregulación para generar y o mantener confianza pública, evitar escándalos y contribuir al beneficio social. El fin es promover una actividad relativamente atractiva, regulando y controlando el juego problema y patológico y siguiendo normativas jurídicas.
¿Cuando se incorpora el interés de la Salud Pública?: Se incorpora para regular el juego, protegiendo al ciudadano y su familia; lo hace estudiando la distribución y los determinantes de los problemas del juego en una determinada población, y de las medidas organizadas para prevenir, minimizar o controlar su ocurrencia y expansión.
¿Qué temas del juego es atinente a la Salud Pública? Debe regular y controlar las tendencias del Juego en: la población adulta, el juego en los jóvenes y en la tercera edad, el impacto en grupos vulnerables y con necesidades especiales, el efecto en la familia, balancear costos y beneficios, en fin, esencialmente el impacto en la calidad de vida comunitaria. Una perspectiva centrada en la Salud Pública estudia y encara además, los determinantes económicos y socioculturales del juego como el nivel de ingresos, el desempleo y la pobreza. Las iniciativas deben ser pro-activas: a) la promoción de la salud es primaria mientras el tratamiento es secundario b) siempre deben estar basadas en el conocimiento científico c) y las estadísticas en la población. Una amplia mayoría de los apostadores, cercana al 96 %, no se ve afectada por el juego negativamente e integra el nivel de jugadores sanos o recreativos. Entonces basándome en lo dicho, cuando el público, los hacedores locales de políticas sanitarias, los concejales y demás autoridades comiencen a comprender cual es la prevalencia real de los trastornos de juego, se podrán examinar los factores de riesgo y protectores, que influyen en la transición del juego recreativo al juego problema y cuales son lo grupos demográficos vulnerables.
Una estrategia pro-activa para reducir el daño que provoca el juego compulsivo, consistiría en focalizar los recursos en los jugadores problema, ya que el comprender su conducta puede disminuir los costos sociales relacionados al juego.
En conclusión podríamos decir que:
1-El tema del juego es emergente en el ámbito de la Salud Pública, basado en la epidemiología, los costos sociales y las repercusiones sobre la calidad de vida.
2-El juego representa una oportunidad para desarrollar intervenciones innovadoras desde la perspectiva de la Salud Pública basadas en la prevención, reducción del daño y la promoción del Juego Responsable.
3-Para ello será necesario lograr una alianza estratégica entre los gobiernos, la industria del juego y los agentes responsables del estudio y abordaje del tema.
“Si se comprende el juego desde una perspectiva de sus múltiples impactos en la Salud Pública, los hacedores de políticas públicas y los profesionales encargados de la prevención y el tratamiento, se podría minimizar el impacto negativo del juego y apreciar cuales son sus beneficios potenciales”(Korn y Shaffer)
Fuente: telediariodigital/DR EDUARDO MEDINA BISIACH

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