Argentina - El “zar del juego” y millonario empresario kirchnerista Cristóbal López estaría a punto de desembarcar en La Plata gracias a un compromiso de campaña que hoy cumpliría la Provincia.
López, acusado por la oposición política de ser un testaferro K, es un empresario patagónico con intereses en distintos sectores, como el transporte, la basura, las obras públicas, el turismo, la cría de caballos, los medios de comunicación, la tecnología, el petróleo, el campo y, fundamentalmente, el juego.
Como Agencia NOVA destacó en artículos anteriores, López ha tenido un crecimiento exponencial durante la presidencia de su amigo Néstor Kirchner. Pasó de ser un importante empresario del juego en el interior argentino, a convertirse en el principal empresario nacional del rubro.
Con su empresa, Casino Club SA, construyó en los últimos 15 años un imperio que personalmente maneja. Por caso, y sólo en el interior del país, tiene 27 salas de juego con un total de 3.500 máquinas tragamonedas, que se desglosan de la siguiente manera: 7 salas en Chubut, 2 en La Pampa, 1 en La Rioja, 1 en Mendoza, 8 en Misiones, 6 en Santa Cruz y 2 en Tierra del Fuego.
Con lo importante que es tener un amigo Presidente, se le sumó a su imperio la adquisición del 50% del Hipódromo de Palermo y de los casinos flotantes de Puerto Madero.
En marzo de 2007 se asocia Casino Club con el Hipódromo Argentino de Palermo Sociedad Anónima (HAPSA) y conforman la “Compañía de Inversiones en Entretenimientos Sociedad Anónima”. En el Directorio de esta nueva empresa figuran como presidente Ricardo Benedicto (por Casino Club) y como vicepresidente Federico De Achával (por HAPSA).
Dos meses después, en mayo de 2007, Casino Club hace su aparición como socio de la española CIRSA en los casinos flotantes, adquiriendo el 50% de estos, y utilizando una metodología muy particular.
Hagan juego, señores
El juego es un negocio de jugosas ganancias que nadie quiere compartir. Éste es el caso de Manuel Lao, propietario de CIRSA, que se negaba sistemáticamente a vender una parte de sus propiedades. Esto fue así hasta que cambió repentinamente de opinión al ser víctima de la “Metodología Cristóbal”, que consiste en la aplicación de 3 acciones que preparan el terreno para el típico “le voy a hacer una oferta que no va a poder rehusar”, como le gustaba decir a Marlon Brando en el primero de los tres filmes de “El Padrino”.
Las 3 acciones son:
A) quiebre financiero de la empresa;
B) aprietes personales, y
C) conflicto gremial para que los empleados sean representados por un sindicato amigo-socio.
El Casino Flotante fue víctima de distintos boicot que lo obligaron a cerrar sus puertas en varias oportunidades, con la consecuente caída en la facturación. Esto le provocó a CIRSA un desequilibrio financiero muy grande, debido a que perdió aproximadamente 40 millones de pesos. Este monto es muy importante si tenemos en cuenta que los casinos flotantes de Puerto Madero representan el 30% de los ingresos de la empresa a nivel mundial.
A fines de 2006, una “sorpresiva” inspección en el Aeroparque Metropolitano Jorge Newbery descubrió en el equipaje de Manuel Lao unos 500 mil euros sin declarar, dentro de unas cajas de jamón serrano, y se le inició una investigación por presunto lavado de dinero.
A principios de 2007, tras una fuerte pelea gremial, el Ministerio de Trabajo de la Nación resolvió quitarle la representación de los empleados del casino flotante al gremio de la actividad ALEARA, del diputado porteño Daniel Amoroso, para dársela al Sindicato de Obrero Marítimos Unidos (SOMU), que comanda Omar “Caballo” Suárez.
¿Qué tiene que ver un gremio de la rama a la que el SOMU pertenece con el juego? ¿No correspondería que la representación la tenga un gremio allegado, como ALEARA o cualquier otro del rubro? La respuesta la tenemos que encontrar en que Suárez es kirchnerista y Amoroso es un legislador que responde a Mauricio Macri.
Y en mayo de 2007 Manuel Lao, víctima de la “Metodología Cristóbal”, le vendió a Casino Club el 50% del Casino Flotante de Puerto Madero. En ese momento CIRSA tenía un solo barco: “Estrella de la Fortuna”. En enero del 2008 Lotería Nacional, gracias a las gestiones de López, autorizó la apertura de un segundo barco, llamado “Princess”.
El avance de la Provincia
La provincia de Buenos Aires es el último paso de Casino Club para quedarse con todo el país.
Pero oportunamente, el entonces gobernador Felipe Solá quiso impedirlo, al extender las licencias de CODERE, BOLDT y compañía en detrimento del ingreso de López. Y esto, para muchos, le terminó costando la reelección.
El diputado arista Walter Martello dice saber de buena fuente que el NO a la reelección de Felipe “no fue producto de lo que pasó en Misiones, con la caída en la compulsa electoral de Carlos Rovira en manos del obispo Joaquín Piña, sino que es producto de que no le abrió el juego a Cristóbal López en la Provincia”.
Solá no quiso, pero con Daniel Scioli otro sería ese cantar. Por lo menos ese fue el compromiso que habría tomado para obtener la bendición K en el territorio más importante del país. Y la Provincia iba a cumplir sus compromisos, a principios de este año, autorizando el ingreso de las tragamonedas de Cristóbal al Hipódromo de San Isidro. Si Palermo las tenía, por qué no San Isidro.
Pero la Iglesia metió la cola, dijo que no y todo se frenó hasta nuevo aviso. El obispo Jorge Casaretto, presidente de la Comisión de la Pastoral Social de la Iglesia Argentina, apuntó al poder político al sostener que “muchas veces funcionarios honestos han tenido que soportar presiones desde distintos lugares del poder para votar leyes o autorizar concesiones de lugares de juego”.
En la ciudad de las diagonales
Primero no pudo por Solá, segundo no pudo por la Iglesia. Pero para López, como para todos, la tercera es la vencida. Y si se leen bien algunos hechos, que tienen gran coincidencia con la “Metodología Cristóbal” para quedarse con el Casino Flotante, parecería ser que el “zar del juego” se va a quedar con el Hipódromo de La Plata.
Primera acción: quiebre financiero de la empresa. En el Hipódromo platense han sucedido distintos boicot y ya lleva 15 días de inacción, es decir de paro. Nadie puede garantizar cuándo empezarán las carreras. Todo este parate acarrea grandes pérdidas para la industria hípica y genera el clima propicio para realizar algunos cambios.
Segunda acción: aprietes personales. Una altísima fuente, ligada al mundo del juego y solicitando absoluta reserva de identidad, informó a Agencia NOVA que “el ambiente está muy caldeado, como no estuvo nunca, y que eso suceda indica que algo grande se está tramando”.
Tercera acción: conflicto gremial para que los empleados sean representados por un sindicato amigo-socio. Esto es público.
Los gremios que se quieren sacar de encima son los históricos de la actividad hípica. El sindicato amigo-socio es la Unión del Personal Civil de la Nación (UPCN), que en La Plata comanda el diputado provincial y empresario Carlos “Loto” Quintana.
Cualquier coincidencia entre lo que pasó con el Casino Flotante de Puerto Madero y lo que está sucediendo en estos días en el Hipódromo platense, ¿será pura coincidencia?
Este artículo representa sólo la punta de un iceberg, donde se infiere que el “zar del juego” jamás se da por vencido y que hará su tercer intento por ingresar a la Provincia. ¿Habrá más informaciones para este boletín?
Fuente: agencianova
sábado, 30 de agosto de 2008
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