lunes, 10 de septiembre de 2007

Una historia de hoteles y carteles


El Hotel Anaconda, de Leticia, fue célebre en los años 80. Allí, solía parar para cerrar negocios, el capo del cartel de Medellín: Pablo Escobar Gaviria.
Cuentan que en uno de los salones del Anaconda había un casino, donde Escobar, Evaristo Porra y otros traficantes, como, Gonzálo Rodríguez Gacha, apostaban millones de dólares.
Entre ellos estaba también el brasileño Antonio Mota, más conocido en el lugar como Curica, y el colombiano Mario Alberto Cano Guzmán, hijo de un ex senador.
Tatá Cano como lo llaman en Leticia vive en Tabatinga preso, con régimen abierto.
Evaristo Porra fue quién re-fundó Leticia como capital de la droga en la década del 70. Dueño de propiedades y también de las almas de la ciudad, cuentan que Evaristo -borracho y con una ametralladora- asesinó, una noche, a 40 personas.
Con la destrucción de los carteles de Medellín (con la muerte de Escobar) y Cali (de los Ochoa), Leticia perdió la posición estratégica que tenía hasta los años 80 para los narcos.
El Hotel Anaconda, y el Colonial, antes preferidos por los mafiosos, hoy reciben americanos que realizan el circuito de turismo de aventura entre la peruana Iquitos y la colombiana Leticia.

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