martes, 11 de septiembre de 2007

Jacobo y Gerardo

Soy de Mar del Plata y años atrás he visto a Jacobo y a Gerardo muchas veces jugar en ruleta.
En el caso de Jacobo es un jugador compulsivo, soberbio y con una personalidad muy nerviosa. Siempre jugó a 3ra docena ampliada hasta el 23 inclusive (por supuesto con el valor de ficha mas alto y en muchas ocasiones jugaba el máximo ya en la primera bola). Si ganaba sus gritos de festejo se escuchaban en todo el salón (incluido un "Viva Perón") y si perdía sus insultos eran igual de fuertes. En ocasiones los insultos iban dirigidos directamente a la madre del croupier y varias veces estos reaccionaban y terminaban a los golpes. Tampoco le agradaba que otro jugara en su mesa a otra docena, en una ocasión una señora muy humilde jugó 2 fichas verdes del valor mínimo en "su" mesa, y antes de que tiraran la bola le gritó al croupier "Pagador, si las verdes no cobran hay buena propina"... sin palabras. Este ya era un motivo para ser expulsado pero siempre arreglaba afuera "comprando" su derecho para que lo dejen entrar. Pero la causa principal de su expulsión fue debido a que siempre tenía dos o tres "amigos" que él decía no conocer, y entonces cuando cobraba les daba la orden de comprar otro color y jugar el máximo a sus números, para de este modo superar el limite de postura permitido. Pero no es un jugador expulsado por aplicar un sistema y ganar.
En el caso de Gerardo, es el típico jugador frío, caballero, un verdadero gentleman. También jugador de 3ra docena al máximo. No estoy seguro del motivo de su expulsión, pero probablemente también por superar el máximo haciendo jugar a otros para él. En definitiva, en Argentina pienso que al Casino no le preocupa el jugador que aplique un sistema para hacerse una ganancia diaria, ya que sostienen como la mayoría en primer lugar que no hay sistema que le gane a la ruleta, y en segundo lugar porque casi siempre el sistemista hace jugadas de poco valor y en consecuencia poca ganancia comparada con las cantidades de dinero que apuestan los típicos jugadores fuertes de alguna docena, que son los que pueden afectar seriamente su contabilidad. Casualmente hace unos días vi a un jugador ganar una suma importante, y los jefes del casino estaban enloquecidos, o sea que si un sistemista se lleva poco todos los días a ellos no les importa, solo les importa los números grandes.
Enviado por Aníbal Rascovsky, Mar del Plata.

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