lunes, 1 de junio de 2009

La crisis santifica a los casinos indios

USA - Los jefes de las tribus indias son los únicos que pueden tener un casino en Nueva York.
La legislación del estado prohíbe el juego con ánimo de lucro en todo el territorio, salvo aquellas excepciones aprobadas por el Gobierno, como la lotería pública o las apuestas de caballos, entre otras. Sin embargo, las tierras de los indios no están sujetas a las leyes estatales, por lo que las tribus, siempre que estén reconocidas por el Gobierno federal, tienden a levantar casinos dentro de sus reservas. El juego es unas de las vías rápidas que les permite aumentar sus ingresos y combatir la pobreza que existe en muchas reservas.
Nueva York cuenta con siete tribus reconocidas: Cayuga, Oneida, Onondaga, St Regis, Seneca, Tonawanda y Tuscarora). Tres de ellas (Seneca, St Regis y Oneida) poseen y operan los cinco casinos que existen en el estado. Los establecimientos neoyorquinos, abiertos las 24 horas del día, son una mínima parte de los 400 casinos indios que existen en todo Estados Unidos. Estos centros de juego son gestionados por 220 de las 572 tribus reconocidas en el país. El casino más grande de EEUU, Foxwoods Casino, pertenece a la tribu de los Mashantucket Pequot y está radicado en Ledyard, Connectictut.
Los establecimientos de las tribus sufren una campaña de acoso constante por parte de los detractores del juego, especialmente en Nueva York, uno de los estados más restrictivos con el juego de todo el país. Las organizaciones contrarias a los casinos, como la Asociación contra el Juego de Nueva York, estarían encantadas de acabar con los privilegios de los indios. Sin embargo, ante esta imposibilidad, realizan agresivas campañas para detener o ralentizar los centros que están en fase de creación, en ocasiones respaldados por sus representantes parlamentarios. Estos grupos creen que el juego tiene consecuencias sociales muy negativas, más allá de la posible adicción de los clientes, como el crecimiento de robos y crímenes.
Pero esta oposición se está relajando debido a la recesión económica que atraviesa EEUU desde diciembre de 2007. La tribu de los Seneca acaba de llegar a un acuerdo para abrir un nuevo casino en la región de Catskill, en Nueva York, en la ciudad de Thompson. Construido sobre una superficie de 25 hectáreas, tendrá 120 mesas de juego, 6.000 máquinas, doce restaurantes, y un hotel con 1.500 habitaciones.
Además, una de las dos tribus que hasta ahora existen en Long Island sin reconocimiento federal, la que agrupa a los indios Shinnecock, acaba de lograr la certificación preliminar de la Administración y se prepara ya para abrir un casino en este municipio del estado de Nueva York.
El clan de los Shinnecock integra a 1.300 miembros y 600 de ellos viven en una reserva de 3,5 kilómetros cuadrados, situada en el sudeste de Long Island. En la imagen, uno de sus miembros durante una celebración. La renta per capita en la reserva es de 8.843 dólares (6.262 euros).
Durante los dos últimos años la tribu ha pagado 260.000 dólares a la firma Akerman Senterfitt para que realice actividades de presión con el fin de que el Gobierno certifique su reconocimiento como tribu.
El proyecto de abrir un casino por parte de los Shinnecock está en negociaciones desde hace varias décadas y siempre ha levantado una fuerte oposición por la cercanía de la reserva a los Hamptons, uno de los enclaves de veraneo de los neoyorquinos de mayor poder adquisitivo. Sin embargo, ahora los detractores de la tribu flexibilizan su oposición y bendicen la iniciativa por la crisis. Los políticos de las zonas afectadas prefieren que el casino esté fuera de la reserva, alejado de los Hamptons para evitar problemas, y se muestran dispuestos a cederles el suelo. La tribu es partidaria de que el centro esté dentro de sus tierras, para que sus miembros estén próximos a su lugar de trabajo, pero, al mismo tiempo, está abierta a otras opciones y busca lograr los máximos beneficios posibles. Una de las ubicaciones que se baraja fuera de la reserva es Belmont Park, en Elmont, en unos terrenos de propiedad estatal, que serían cedidos a los indios. Hasta el alcalde de Southampon bendice el proyecto, que crearía 10.200 puestos de trabajo. Todos se preparan para hacer juego.
Fuente: expansion

No hay comentarios.: