Argentina - Buenos Aires - Pese a las disputas que tuvieron este año por la concesión de salas de juego, el gobernador bonaerense se mostró en un acto en San Martín con el intendente de esa localidad y directivos locales de Codere. La compañía financió con la municipalidad una obra de 400 mil pesos.
A tres meses del vencimiento del permiso para operar el Bingo de San Martín, el gobernador bonaerense Daniel Scioli participó ayer en un acto en esa localidad con los más altos directivos de Codere, la empresa española que explota esa sala de juego.
El número dos de Kirchner en la lista del Frente para la Victoria fue a la inauguración de un velódromo en ese importante bastión del oeste bonaerense. El intendente de San Martín, Ricardo Ivoskus, también participó en el encuentro.
Codere y la gobernación provincial venían de una serie de tironeos y fricciones. El Instituto Provincial de Loterías y Casino, que regula la actividad en la provincia, decidió que a fin de mes Codere debía terminar la concesión que tiene en La Plata. Los españoles fueron a la Justicia para rebatir la decisión provincial. Y lograron una medida cautelar como una suerte de freno provisorio. La situación en Mar del Plata, donde también se les venció en enero la licencia para operar, tampoco parece definitiva. La empresa sigue haciendo funcionar los tragamonedas en la costa atlántica.
Scioli se rodeó de dos emblemas del deporte argentino -el ciclista olímpico Juan Curutchet y el ex campeón Guillermo Vilas- en la inauguración del velódromo. El predio fue definido como "una obra de cooperación pública-privada". Los $ 400.000 que demandó su construcción fueron desembolsados por Codere y la propia municipalidad local.
Codere es una de las dos empresas de juego más importantes del país. La otra es de Cristóbal López, un empresario vinculado al kirchnerismo. Codere anotó ingresos entre enero y marzo de este año en el país por 91,6 millones de euros ($ 486 millones, al tipo de cambio actual) y reportó que la Argentina le permitió ganar 27,2 millones de euros ($ 144 millones). San Martín es una de sus operaciones más grandes. Esa concesión solía representar hasta un 14% de los ingresos de la empresa en el país. Durante el año pasado, la empresa ganó 110 millones de euros (más de $ 550 millones) por el negocio lúdico.
El principal enemigo de Codere es López. El empresario patagónico quiere morder en el negocio del juego bonaerense, pero hasta ahora no lo logró. Sin embargo, sigue ampliando su radio de influencia, ya que está abasteciendo con máquinas y tecnología a mayor número de salas. Eso le permite aplicar economía de escala: cuánto más compra, mejor precio obtiene para sus propios negocios.
López tiene el casino flotante y la concesión del Hipódromo de Palermo. Allí factura US$ 360 millones anuales (más de $ 1.367 millones). A eso hay que añadirle lo que le genera Casino Club, otros $ 360 millones, según dicen quienes conocen la empresa, a través de 12 casinos en el interior del país.
Fuente: clarin/Pablo Dorfman y Martín Bidegaray.
lunes, 22 de junio de 2009
Suscribirse a:
Comentarios de la entrada (Atom)
No hay comentarios.:
Publicar un comentario