USA - Florida - Hace alrededor de 10 años, Bobby F. --un nuevo participante en las reuniones de Jugadores Anónimos del Sur de la Florida-- sufrió graves problemas financieros debido al juego mientras vivía en Chicago.
Se mudó a la Florida para alejarse de ese mundo y durante nueve años no apostó ni un centavo. Durante ese tiempo triunfó en el sector inmobiliario y de joyas.
Pero cuando el mercado de la vivienda se hundió volvió al juego y el sector local de casinos, en rápido crecimiento, le ofreció numerosas opciones. Bobby calcula que en los últimos dos años ha perdido casi $2 millones.
"Yo vivía en una casa de $1 millón en Fort Lauderdale'', afirmó Bobby, de 43 años, a un reportero. "Tenía una casa en Parkland. Tenía un apartamento en Fort Lauderdale. Ahora todo está en embargo hipotecario. El dueño es el banco''.
Sacó su billetera, y en vez de sacar su tarjetas de cliente especial que ofrecen los casinos, sacó la tarjeta de cupones de alimentos.
Esta es la otra cara del gran aumento de los juegos de azar en la Florida, que ha generado miles de nuevos empleos y millones en ingresos por concepto de impuestos para el gobierno estatal. A medida que las opciones de juego aumentan --com límites más altos para el poker, máquinas tragamonedas y grandes premios de lotería-- también aumentan las consecuencias negativa para los adictos al juego.
Patrick Cordero, abogado de bancarrotas, afirmó que entre 5 y 7 por ciento de sus clientes son personas cuyos hábitos de juego los han hundido económicamente. Agregó que algunos clientes echan mano al juego en un intento desesperado por escapar de la crisis económica. Pero no funciona.
Las personas que llaman al teléfono estatal de emergencias para jugadores en problema informan de una deuda promedio de $62,495, un aumento de 54 por ciento en comparación con hace un par de años.
Isadore Havenick, cuya familia opera el Flagler Dog Track de Miami --donde se construye un casino con máquinas tragamonedas-- indicó que los casinos no tienen la culpa de la adicción.
Havenick mencionó la lotería y las páginas de apuestas en internet como prueba de que el juego no va a desaparecer, aunque Flagler cerrara sus puertas.
"Hay gente que bebe demasiado y hay que gente que juega demasiado... Hay gente con personalidades adictivas'', aseguró Havenick. "Si no hubiera juego en la Florida, ahí está la internet. Además, se puede tomar un avión y viajar a Las Vegas''.
Dan Adkins, presidente ejecutivo del Casino Mardi Gras de Hallandale Beach, alegó que la lotería --aprobada por los electores hace 23 años-- es una tentación mayor que cualquier casino. Los jugadores tienen que tomar una decisión consciente y conducir hasta el Mardi Gras, comentó Adkins, mientras que se puede jugar a la lotería en cualquier tienda o gasolinera.
O en Publix, donde Adkins dijo que ha observado que la fila para comprar boletos de la Lotto son ahora más largas por la adicción estatal al Powerball, que ofrece grandes premios y en el que las probabilidades de ganar son mucho menores que en la Lotto.
"No hay duda que el estado es el mayor operador de juegos de azar'', amplió Adkins. ‘‘Y ha sido así desde 1986''.
Más recientemente, el juego se ha convertido en la nueva industria de gran crecimiento en la Florida, que ha aumentado en envergadura e influencia en momentos en que los pilares económicos tradicionales de la Florida, el turismo y los bienes raíces, están de capa caída.
El Mardi Gras y los otros dos nuevos racinos --combinaciones de hipódromo o canódromo y casinos-- de Broward han invertido millones en nuevos centros de máquinas tragamonedas, el primero de los cuales se inauguró en el 2006. Desde entonces, los tres centros han recaudado alrededor de $550 millones en ingresos de las máquinas, dinero que se divide entre los administradores de los casinos y el estado. En este momento se construyen dos centros de juegos parimutuales en Miami-Dade.
La sed de juegos de los floridanos parece lo suficientemente fuerte como para alimentar tanto los juegos parimutuales como los ocho casinos de los indios, la mitad de los cuales están en el sur de la Florida. En el 2007 los ingresos de los casinos de los indios se calcularon en $1,600 millones, un aumento de 2.3 por ciento en relación con el año anterior. Se esperan aumentos en las ganancias de los casinos de los indios debido, en parte, a la reciente adición del blackjack y otros juegos.
En Altamonte Springs suena el teléfono de asistencia estatal para jugadores. Llama un veintiañera de Miami-Dade que visita regularmente al Seminole Hard Rock Casino cerca de Hollywood, donde Bobby F. perdió tanto dinero.
Solitaria y deprimida, confesó que ha perdido entre $400 y $500 semanales en las máquinas tragamonedas del Hard Rock y que bebe mucho mientras juega. Sus deudas de juego le han sumado miles de dólares a las cuentas de sus tarjetas de crédito y la han obligado a tomar un préstamos personales.
"¿Ha pensado en suicidarse?", le preguntó Miguel Ramos, un especialista.
No, responde. Pero casi uno de cada 10 de los que llaman ha pensado en suicidarse o lo ha hecho.
Ramos refiere la joven a las reuniones locales de Jugadores Anónimos y Alcohólicos Anónimos, así como a servicios de consolidación de deudas especializados en jugadores compulsivos.
Hablan durante 21 minutos. Es una de la permanente y cada vez mayor cantidad de llamadas al número de emergencia, que funciona en un suburbio de Orlando.
Varias veces al mes se reciben llamadas de jugadores que están pensando en suicidarse en ese mismo momento. Entre los adictos al juego el índice de suicidio es mucho mayor que entre los adictos al alcohol y las drogas.
"Hemos tenido empleados que han tenido que llamar a la policía, que ha ido a dónde el jugador y le ha quitado el arma de la mano'', señaló Brian Kongsvik, jefe de operaciones del programa de servicios de emergencia a jugadores. "A veces estamos muy cerca del desastre''.
El programa de asistencia para jugadores de la Florida (1-888-236-4848) es dirigido por el Consejo de la Florida sobre la Adicción al Juego, una entidad sin fines de lucro creada en 1988. El consejo no tiene posición a favor o en contra del juego, pero ha presenciado de primera mano las dolorosas consecuencias de la ampliación de los casinos de juego en la Florida.
Fuente: elnuevoherald
lunes, 29 de junio de 2009
Suscribirse a:
Comentarios de la entrada (Atom)
No hay comentarios.:
Publicar un comentario