Chile - Tras revisar los tomos de los seis años de discusión que hubo en la Cámara de Diputados y en el Senado hasta llegar a la ley de Casinos 19.995 que está en vigencia, “uno termina preguntándose cómo es que ocurrió algo tan monstruoso”.
Y que es lo que va a pasar a partir del 2015, de acuerdo a lo que expresa el abogado Fernando Ramírez Gálvez, “es escandaloso... lo más parecido a una expropiación sin que se pague reparación alguna”.
Ni más ni menos que el término de los Casinos Municipales a riesgo de dejar a Viña del Mar, Arica, Iquique, Coquimbo, Pucón, Puerto Varas y Puerto Natales, sin la principal fuente de ingresos de los respectivos presupuestos comunales.
De acuerdo al análisis que hace en esta entrevista el jurista responsable de defender los intereses comunes de estos municipios, los efectos de esta ley que pretendió regular el juego en Chile, es nefasta para estas siete ciudades. Pero según está convencido, es algo afortunadamente susceptible de modificar. No sin esfuerzos que habrá que realizar desde dos flancos. Uno legislativo y otro judicial. El camino, reconoce, no será fácil, pero a su entender, es viable lisa y llanamente “porque es una causa justa y con argumentos legales que la avalan”.
-¿Cómo es que en el Parlamento se aprobó una ley con un daño tan evidente a estas siete ciudades?
“Está el elemento objetivo de la mecánica legislativa. Hubo demasiada discusión sobre el tema del casino en que los diputados se sentían representando intereses locales. Los de Santiago, los de regiones, todos alegaban que querían tener casinos. La segunda razón y la más importante de todas, es que jamás en los cinco o seis años de debate, jamás se discutió la idea de terminar con los casinos municipales. No hubo discusión sobre la materia”.
Elemento perjudicial
¿De acuerdo a esta ley, dónde está el elemento que perjudica a los intereses de los municipios con casino?
“En los artículos transitorios 2º y 3º. Ni siquiera en el texto permanente de la ley. Dicen que los casinos que se encuentren en operación (los municipales) continuarán rigiéndose por las normas legales, administrativas y contractuales que les son propias, hasta las fechas en que sus respectivos contratos de concesión o sus prórroga, o renovación, se extingan definitivamente.
Esto significaría entonces que los casinos que están en funcionamiento, como el casino de Viña, en vez de regirse por esta ley general 19.995 que hace descansar los mecanismos de control en la Superintendencia de Casinos, se van a regir por su ley propia. Esto, hasta que se termine el derecho de los concesionarios. ¡Nunca habla del derecho de las municipalidades! Nunca se pronuncian sobre los derechos de los titulares del derecho que son los municipios. Entonces puedo entender perfectamente con el texto actual, que la idea de que los casinos municipales caducaran por esta ley, no fluye de su texto, y eso hace necesario que hagamos una interpretación ante el Tribunal Constitucional”.
¿Qué hacer entonces ante escenario adverso? ¿Qué han propuesto ustedes como abogados de las ciudades con casino?
“Primero que todo, hay que abrir el debate a la ciudadanía. Lo que tenemos que hacer, es reponer la discusión dentro del Legislativo, pero que esta vez no se discuta de manera localista, sino que en lo que significa perder los casinos y hacer justicia con estos errores que se produjeron por falta de debate. Una vez repuesto ese debate, las posibilidades de que la figura del casino municipal cuyo cien por ciento de las utilidades ingresos van en beneficio directo de los presupuestos de las ciudades y por ende al bien público, por cierto que va a pesar por sobre la figura de los casinos privados (entregados a sociedades anónimas) que benefician mayoritariamente a los particulares. Por donde se le mire es un argumento de peso y esa batalla la vamos a ganar”.
Sólida batería legal
Pero eso depende de que les vaya bien en la estrategia legislativa. ¿Qué pasa si les va mal?…
“En ese caso, estará en pie nuestra batería legal que es bien sólida. No es tan evidente que por la sola ley de Casinos, se pueda eliminar los siete que pertenecen a las ciudades que representamos.
¿Puede un bien público, como son los casinos municipales, desaparecer? ¿Permite nuestro ordenamiento jurídico eso? Estamos ante un derecho municipal (de tener casinos), que fue creado por ley. Es un derecho adquirido e incorporado a un determinado patrimonio. Nadie puede quitártelo ni aun por ley, salvo que se haga de una determinada forma que sería mediante un procedimiento expropiatorio. Hay que hacer lo mismo con un municipio. Hay algunos obstáculos doctrinarios que pasar, pero nosotros pensamos que desde el punto de vista de la doctrina chilena, desde el punto de vista de la jurisprudencia y desde el punto de vista de la historia constitucional, vamos a poder sostener que las municipalidades tienen un derecho incorporado del que no pudo haber dispuesto le ley simple. Quizás pudo haberlo hecho de manera expresa, una ley orgánica constitucional. Quizás. Pero una ley simple, no es suficiente”.
¿Y cuáles son las acciones que proponen para embestir esa ley simple que les quita a siete ciudades, sus casinos?
“Estamos preparando los procedimientos para que en el evento de que la instalación del debate en el Legislativo no nos vaya bien, en forma paralela ir con la batería legal que irá dirigida al Tribunal Constitucional. Allá vamos a llegar por alguna vía; no puedo dar los detalles porque esto es una estrategia que es reservada. Pero la idea es que el T.C. se pronuncie y diga que esta ley no puede ser válida si es que con ella se pretende privar a una entidad , a una persona de derecho público en este caso, de un bien respecto del cual ejerce propiedad”.
¿Qué expectativas tiene en lo personal de esta batalla?
“Creo que la causa es sólida y así también lo han entendido los alcaldes. Soy un convencido de que no es posible una estrategia sin la otra. La jurisdiccional porque tiene plazos ante derechos que si uno no los defiende a tiempo, se pierden los derechos de accionar. Lo otro es que si logramos que la opinión pública nos comprenda y se forme un juicio justo respecto de los casinos municipales, la convierte en una causa muy buena. Cuando una causa es justa y además hay argumentos legales para defenderla, es una causa buena. Así es que nosotros estamos optimistas y apenas venga la bajada de bandera que creo que va a ser el 12 de junio, en la tercera cumbre de alcaldes de ciudades con casino en Iquique, en que esperamos que estén todos los acuerdos adoptados por parte de los respectivos Concejos Municipales, vamos a hacer este trabajo de ir explicando todo esto”.
Fuente: mercuriovalpo
lunes, 1 de junio de 2009
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