España - El emblemático bingo Arizona, uno de los más populares de Bilbao, vuelve a jugársela.
El destino de la sala situada en el número 73 de la Gran Vía ha corrido la misma suerte que otros tantos negocios que nacieron, crecieron y alcanzaron su cénit bajo un modelo de gestión familiar: su traspaso a otras manos cuando los dueños tuvieron que ceder el testigo a las siguientes generaciones. En el caso del Arizona, con una excepción. El local siempre marchó viento en popa y su privilegiada ubicación no ha dejado de revalorizar un inmueble con demasiados pretendientes.
Inbisa, uno de los grupos inmobiliarios más importantes del País Vasco, se llevó el gato al agua en las postrimerías de 2006 tras poner sobre la mesa alrededor de 20 millones de euros para hacerse con uno de los edificios más golosos de la ciudad, propiedad hasta entonces de tres hermanos. La operación no sorprendió en el mercado inmobiliario bilbaíno, pese a su elevado montante. Dos años antes, esta promotora había desembolsado 32 millones de euros en la compra de dos inmuebles colindantes en la Plaza Moyua y al siguiente, destinó otros 19 para trasladar su sede al 17 de la Gran Vía.
500 metros de planta
Aunque el salón de juegos ocupaba planta baja y dos alturas, el reglamento urbanístico municipal permite elevar cinco pisos más -con casi 500 metros cuadrados de suelo útil en cada planta-, además de adecentar un parking subterráneo de otros cinco niveles. Alternativa que aumenta el atractivo de un local para el que el Plan General de Ordenación Urbana pone un límite importante: restringe su conversión en edificio residencial. La imposibilidad de levantar viviendas no le ha restado ni un ápice de interés entre los posibles arrendatarios, sostiene el gestor inmobiliario José Antonio Chavarria. De hecho, Inbisa lo adquirió con la intención de alquilarlo posteriormente. Pese a la crisis que sacude el mercado, Sagarminaga, la misma firma que medió en la adquisición del bingo y tramita actualmente su arrendamiento, trabaja ahora mismo en discernir cuál de las tres opciones que tiene encima de la mesa resulta más conveniente.
La primera corresponde a una de las cadenas hoteleras «más importantes» de España. Su intención es levantar un «lujoso» establecimiento de unas 60 habitaciones, pese a la excesiva oferta hotelera existente en la capital. De salir adelante esta propuesta, colgaría cinco estrellas en su fachada y operaría a escasos metros del NH Villa Bilbao y del Abba Parque Hotel.
Como el Coliseo
La segunda alternativa sería el mantenimiento del Arizona como bingo, negocio que se explotó durante quince años tras triunfar durante décadas como salón de banquetes y sala de espectáculos. Dos compañías nacionales han formulado ya sus ofertas. La tercera y última opción la ha presentado una «gran empresa nacional» interesada en adecuar el inmueble como futura sede. Una entidad financiera catalana radicada en Bilbao tanteó también la posibilidad de trasladar a él sus oficinas centrales, aunque esta opción ha perdido, definitivamente, enteros.
El futuro del Arizona se decidirá, en todo caso, «antes del verano», garantiza Chavarria. Aunque todo quedará supeditado al volumen de la operación, Inbisa vería con muy buenos ojos la puesta en marcha conjunta de un hotel y un salón de juegos. Una experiencia muy similar a la que se desarrollará en el antiguo cine Coliseo Albia, que acogerá un hotel de cuatro estrellas promovido por la cadena Sercotel y la nueva sede del Casino de Bilbao, que abandona el edificio de La Bilbaína.
Fuente: elcorreodigital
lunes, 5 de mayo de 2008
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