España - El Ayuntamiento de Lloret ha decidido dar cobertura legal a la continuidad las salas de juego de Casino de Peralada hasta el día que se abra el nuevo casino Costa Brava, que será explotado por el grupo Atzària.
El 30 de septiembre de 2005, el Ayuntamiento resolvió que las salas especiales de juego -el recinto no se lo puede considerar propiamente un casino porque la licencia de casino fue trasladada el 4 de octubre de 2005 en Tarragona- tendrían licencia municipal vigente hasta el 5 de octubre de 2006, el día que se conoció el nombre del propietario del que será el cuarto casino de Catalunya. La resolución de la Dirección General de Juegos y Espectáculos de la Generalitat, resolvió que las salas de juego del Grupo Peralada en Lloret podían permanecer abiertas, siempre y cuando tuvieran licencia municipal, hasta el día que el nuevo casino abriera las puertas.
A partir del octubre de 2006 se dio una batalla que rayaba el absurdo. Mientras la Generalitat avalaba la permanencia de Peralada en Lloret, el Ayuntamiento admitía que las salas no disponían de licencia municipal, aun cuando admitía también que la intención era que Lloret no pasara ni un solo día sin casino y que por lo tanto las salas estarían abiertas hasta la puesta en marcha del nuevo equipamiento. Ahora el Ayuntamiento de Lloret ha unificado criterios con aquello establecido por la Generalitat y las salas de Peralada podrán continuar abiertas con todas las garantías hasta el estreno del nuevo Casino Cuesta Brava, cosa que debería pasar a finales de este año. De por medio, hay la batalla judicial que Peralada empezó cuando vio que la cuarta licencia de casinos se le escapaba de las manos.
Denuncias de los trabajadores
A la batalla judicial se acabaron sumando un grupo de trabajadores de las salas de Lloret que reclaman el cierre del recinto. Recientemente han denunciado ante la Generalitat que las alturas de las salas de juego incumplen la normativa. Una inspección del área de Prevención de los Bomberos de la Generalitat ha dictaminado que, efectivamente, las alturas no se corresponden a la normativa a la sala de juegos número dos. Aquello que los trabajadores no mencionaron en su denuncia es que en el momento de hacer el informe que garantiza que las alzadas son correctas, un informe que se hizo el 1997, la sala de casino estaba situada en el primer piso del edificio y no paso en el sótano, que es el lugar que ocupa hoy en día desde que se cambió de ubicación el 2005 con motivo de la marcha de la licencia de casino en Tarragona.
Los trabajadores denunciantes aseguran que hay irregularidades, que el 1997 el sótano ya funcionaba como sala de máquinas de juego y que, de todos modos, los levantadas no son los correctas para un local que tenía un aforo de más de 300 personas. Los trabajadores han llegado a advertir que interpondrán una demanda por prevaricación si las alturas no se adecúan a aquello establecido por la normativa, puesto que aseguran que sólo busquen trabajar en buenas condiciones de seguridad y que el informe es falso. El Ayuntamiento de Lloret tiene la pelota en su tejado y debe decidir si obliga la empresa a hacer las obras y adaptarse a las normas, o considera que la licencia de actividades expedida el 1995 ampara la actividad de la sala subterránea aunque esta no tenga los características físicas necesarias. De hecho, recientemente el Ayuntamiento ha renovado esta licencia de 1995 que había interrumpido con la intención de presionar Peralada para que retirara los contenciosos.
Las quejas de un grupo de trabajadores de las salas del actual casino se empezaron a dejar sentir inmediatamente tras hacerse público que Atzària se comprometía -de hecho, las cláusulas del concurso convocado por la Generalitat para optar a la cuarta licencia de casino así lo establecían- a contratar todos los trabajadores vinculados a las salas de Lloret que así lo quisieran, además de acoger también los profesionales que habían marchado a las otras salas del Grupo Peralada, pero sin mantenerlos la antigüedad lograda en su antigua empresa. Las quejas de los sindicatos no se hicieron esperar y un grupo de trabajadores de Lloret inició una cruzada que va a comportar incluso una citación judicial por parte de la empresa que los instaba a desdecirse de los hechos denunciados.
Generalitat, sindicados y Ayuntamiento de Lloret admiten oficiosamente que el objetivo de los trabajadores que piden el cierre de las salas es ser despedidos y marchar a trabajar por Atzària u otras empresas con una indemnización de 45 días por año trabajado al bolsillo. Algunos, de hecho, ya lo han conseguido, según aseguran fuentes sindicales. Los demás habrán de aceptar trabajar el día que se abre el nuevo casino y dejar el trabajo con las manos casi vacías, o bien trasladarse a trabajar a otro centro de Grupo Peralada. Este grupo de trabajadores, que también han interpuesto numerosos contenciosos contra supuestas irregularidades cometidas por la empresa -en la prestación de servicios complementarios de hostelería y servicios, o al considerar que la apertura de las salas era ilegal hasta que el Ayuntamiento ha rectificado los dictámenes y ha unificado criterios con la Generalitat- niegan estas acusaciones. Con respecto a los sindicatos, tanto la UGT como CCOO les han dicho que no contarán con su apoyo si lo que pretendían era el cierre de su lugar de trabajo, porque los sindicatos se dedicaban a defender justo el contrario.
Los contenciosos siguen en marcha
Tampoco, dentro el Ayuntamiento de Lloret, faltan voces que apuestan, de manera oficiosa, a hacer fuerza contra el gigante del juego Casinos de Catalunya-Grupo Peralada. Sobre todo, después de que la empresa se negara a retirar los contenciosos contra la adjudicación del nuevo casino. Tras decidir, el año 2002, que era más rentable tener un establecimiento a cada demarcación costera y suprimir el casino de Sant Pere de Ribes (Garraf) y trasladarlo en Barcelona, la demarcación de Tarragona se quedó sin casino mientras que en Girona había dos- Peralada, bajo la marca Inverama S.A., la empresa del grupo propietaria de los casinos, concurso en Lloret con el fín de intentar mantener un monopolio que se le escabulló precisamente a raíz del traslado de la licencia de Lloret a Tarragona. Perdió frente a Atzària y empezó la lucha a los juzgados. El Tribunal Superior de Justicia de Catalunya (TSJC) falló en contra de suspender cautelarmente las obras del nuevo casino, pero los contenciosos de Peralada continúan su recorrido.
Fuente: elrecreativo
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