Guatemala - La auditoría que realizó la Contraloría al presupuesto 2008 de la CDAG confirma que existe lavado de dinero y evasión fiscal por la autorización de la operación de casinos y video-loterías. Además, no se conoce cuánto dinero ha recibido la Confederación de las casas de juegos de azar.
El próximo 7 de diciembre, el nuevo Comité Ejecutivo de la Confederación Deportiva Autónoma de Guatemala (CDAG) tomará posesión, después de una serie de boicots y acciones dilatorias protagonizadas por el ex magistrado de la Corte Suprema de Justicia (CSJ) Luis Fernández Molina, quien participaba en la planilla perdedora.
El pasado 10 de octubre, el Tribunal del Deporte Federado (Tedefe) decidió validar las elecciones donde se eligió a la planilla integrada por Gerardo Aguirre (presidente), Juan Carlos Sagastume (primer vicepresidente), Lorena Toriello (segunda vicepresidenta), Saúl Méndez (vocal primero), Álvaro Reynoso (vocal segundo), Rafael Cuestas (vocal tercero), e Ignacio González (vocal cuarto).
Con la llegada de un nuevo comité ejecutivo, se abre una nueva época en la máxima autoridad del deporte federado, que en 2008 manejó un presupuesto de Q251.8 millones, 8 por ciento más que en 2007. La Confede tiene a su cargo 29 federaciones deportivas.
Sin embargo, las nuevas autoridades encontrarán una serie de ilegalidades y anomalías que la Contraloría General de Cuentas de la Nación (CGCN) detectó en el manejo de su presupuesto 2008. También deberán enfrentarse al polémico decreto que puso en vigencia el funcionamiento de casinos autorizados “por delegación”, que según expertos, riñe con el deporte.
El informe de auditoría realizado por la CGCN comprueba malos manejos de los directivos salientes de la CDAG y detalla irregularidades como el pago improcedente de honorarios profesionales, liquidación de facturas de empresas inexistentes y cancelación de viáticos fuera de tiempo.
En total se detectaron 26 hallazgos, que originaron sanciones económicas por más de Q8.5 millones. La mayor multa impuesta al Comité Ejecutivo supera los Q6.6 millones, por realizar convenios administrativos relacionados con la contratación de bienes, servicios, obras y suministros, por Q62 millones 426 mil 777, “sin que exista aprobación por parte de autoridades jerárquicas superiores”, especifica el informe.
Según el contralor general, Carlos Mencos, los actuales directivos tienen que pagar más de Q20.7 millones, derivados en su mayoría de liquidaciones, que hasta el momento no han sido cancelados.
“Los hallazgos todavía están registrados en el sistema de la Contraloría, eso significa que nadie se ha hecho responsable, por lo que no podemos extender finiquitos o solvencia”, refirió Mencos.
¿A dónde se fue el dinero de los casinos?
Otro dato importante que contempla la auditoría del ente de cuentas, es que los ingresos por concepto de vaticinios deportivos (casinos y video-loterías) no tienen documentación de soporte, por lo que no se sabe con certeza cuánto ha recibido la CDAG de las regalías percibidas por el funcionamiento de casas de juego, en especial por el contrato suscrito el 17 de noviembre de 2006, con la empresa Classenvil Management Inc., S.A.
En esa fecha, la CDAG “delegó” sin licitar a Classenvil un contrato por 20 años para que instalara, operara, manejara y asesorara la administración de vaticinios deportivos, salas de bingo, juegos novedosos y video-loterías.
Según el convenio, Classenvil debe entregar anualmente a la Confederación el 16 por ciento sobre las ganancias netas, si los ingresos son de US$2 millones y el 10 por ciento si oscilan entre US$4 y US$5 millones. Sin embargo, no se conoce cuánto dinero otorgó a la CDAG.
La diputada Rosa María de Frade refiere que en el tema de casinos, todo es oscuro y no se conocen detalles de las ganancias o cuánto se le paga a la CDAG. “En algunas oportunidades los directivos han referido que las operadoras han entregado alrededor de Q11 millones y que esto representa el 10 por ciento de sus utilidades, sobre estas operaciones no hay control de las autoridades, sólo se puede estimar que sus ganancias andan por los Q110 millones, cantidad sobre la cual no se ha pagado impuestos”.
Classenvil es una empresa creada en las Islas Vírgenes Británicas, de acuerdo a lo establecido en la escritura 5 de la notaria Virginia Servent Palmieri, realizada en Guatemala el 29 de enero de 2007, donde figura como director, presidente y secretario, Enrique Villegas, según el nombramiento realizado en Panamá el 17 de enero de 2007.
En los archivos del Registro Mercantil consta que la entidad fue inscrita en Guatemala el 13 de junio de 2007.
Otra irregularidad detectada en el manejo del presupuesto de la CDAG es que se utilizaron Q440 mil 994.23 provenientes del deporte federado para pagar una auditoría externa realizada a los ingresos de vaticinios deportivos, salas de bingo, juegos novedosos y video-loterías, los cuales son administrados por la compañía Classenvil Management Inc., S.A.
Según el contrato suscrito por la Confederación, Classenvil tenía la obligación de cubrir este gasto y nunca debió haberse pagado con fondos del deporte.
“Tenemos muchas expectativas de qué es lo que vamos a encontrar ante todos los señalamientos que se han hecho en contra del comité saliente, por la forma en que administraron la Confederación”, dijo el nuevo presidente, Gerardo Aguirre, al referirse a las anomalías detectadas por la Contraloría de Cuentas.
Sobre el particular de los casinos, Aguirre comentó que espera a que se concrete la transición con el Comité Ejecutivo saliente porque no conocen detalles de la situación real, para luego reunirse con la Comisión Legislativa de Transparencia y la Procuraduría General de la Nación (PGN).
A criterio de la parlamentaria De Frade, la administración del Comité Ejecutivo saliente de la CDAG está llena de ilegalidades y vicios en el manejo de su presupuesto “indispensable para la inversión que se necesita hacer para mejorar el rendimiento deportivo en el país”.
El Periódico
miércoles, 18 de noviembre de 2009
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