domingo, 29 de noviembre de 2009

Proliferación de tragamonedas y casinos enciende las alarmas sobre la ludopatía

Chile - Santiago - Especialistas médicos hablan de un aumento, respecto del año pasado, de hasta 300% en las consultas por el tema.
Desde niño, Héctor Zapata (26) desarrolló una predilección por los juegos de cartas -especialmente el "blackjack"-, pero nunca le dio mayor importancia. Eso, hasta que debió abandonar su natal Arica para estudiar en Santiago. Solo en la gran ciudad, comenzó a frecuentar un minimarket a la vuelta de casa en el que había una máquina tragamonedas, que rápidamente se transformó en su "mejor amiga".
"Pasaba la mayor parte del día jugando con la máquina. Había que hacer fila para poder utilizarla", cuenta hoy, cuatro años después de que su vida cambiara drásticamente a causa de su adicción: como lo único que hacía era jugar, fue expulsado de la universidad por malas notas, y sus padres lo obligaron a tomar un tratamiento cuando notaron que gastaba su dinero en las máquinas. "En mi peor época, no me bañaba en días. Me ponía una parka sobre el pijama y partía a jugar", dice.
Casos en aumento
El caso de Héctor no es único. De hecho, en Chile existen registradas 250 mil máquinas tragamonedas callejeras, generalmente ubicadas en barrios populares. Eso, sumado a los 15 casinos que hoy están en operación (más otros tres que se están construyendo), hace que el problema de la ludopatía cada vez llegue a más sectores de la sociedad.
Perfil de un adicto
MUJERES
En el caso de las mujeres adictas, la mayoría de las veces se trata de viudas con depresión o que se sienten solas y que evaden sus problemas apostando en casinos. Esta realidad se ve tanto en las tragamonedas callejeros como al interior de los casinos.
HOMBRES
La mayor cantidad de ludópatas masculinos se concentra entre los 50 años y los 60 años. Optan por juegos de casino más elaborados, como son el "blackjack" o la ruleta. Son los que más gastan y su adicción suele estar asociada al alcoholismo o la drogadicción.
JÓVENES
Es uno de los nuevos grupos de ludópatas que han aparecido. Se trata de jóvenes adictos a los casinos virtuales, así como también adictos a los juegos en red que hay en internet. En este último caso, la gratificación no es monetaria, sino que de adrenalina.
Rodrigo Santis, jefe de la Unidad de Adicciones del Departamento de Psiquiatría de la Universidad Católica, cuenta que en los dos últimos años ha visto un aumento creciente en la adicción a las apuestas en casinos y tragamonedas.
Cifras mundiales hablan de que la ludopatía afecta a un porcentaje que va entre el 0,2% y el 2% de los jugadores habituales. Si se trata de grandes capitales del juego, como Las Vegas y Atlantic City, las cifras dicen que un 5% de quienes visitan sus casinos desarrollan algún tipo de adicción.
En Chile no existen cifras oficiales del problema, pero los psiquiatras que han atendido a este tipo de pacientes creen que debería empezar a tomarse en serio, sobre todo con la aparición de los casinos. Así lo estima Gianni Canepa, director del programa de adicciones de la Clínica Santa Sofía. El facultativo señala que la ludopatía ya es un tema en la Sociedad de Psiquiatría: en su clínica han visto un aumento del 300% en las consultas por adicción al juego, versus 2008.
En el centro especializado de la UC estiman que en el último año el alza de las consultas por ludopatía ha aumentado en cerca de 50%. Y podría seguir creciendo. Según Rodrigo Santis, la masificación de los juegos de azar sin una regulación pertinente por parte de las autoridades podría agravar el problema. Esto, tanto en los círculos sociales que tienen acceso a los casinos de juego como en los estratos socioeconómicos bajos, donde la adicción a las tragamonedas -cuyos defensores dicen que son de destreza y no de azar- sigue en aumento, y es más dramática pues pocas veces reciben ayuda profesional.
Francisco Leiva, superintendente de Casinos de Juego, hace hincapié en que no es correcto asociar la ludopatía sólo a la reciente masificación de los casinos, pues puede surgir con cualquier juego de azar. Leiva cree que sería necesario que la actual ley que se discute en la Cámara de Diputados para que los casinos adviertan acerca de la ludopatía debiera ser extensiva a otros sectores del rubro.
Factor casino
En los casinos dicen que cada vez es más común ver adictos al juego en sus instalaciones.
Quienes trabajan en estos lugares señalan que los perfiles de los ludópatas se repiten. En el caso de las mujeres, normalmente se trata de señoras sobre los 60 años, que están viudas o viven solas, y que se refugian en los juegos para compensar estados depresivos. Prefieren las tragamonedas y pueden pasar horas en esto. En cambio, los hombres pasan mucho rato apostando en los juegos de cartas, casi siempre tomando mucho alcohol.
Frente a esto, siguiendo las tendencias mundiales, ya existen planes preventivos. En Enjoy hay un plan llamado "Jugados por ti". Además de folletos para ayudar a los clientes, también tienen personal capacitado para atender dudas. Entre otras cosas, los jugadores pueden autorizar al casino a que les prohíban el acceso a las instalaciones de juego.}
"Juego Responsable, un ganador sabe cuándo detenerse" es el programa que está llevando a cabo Monticello Grand Casino. "Tenemos programas desarrollados e información en nuestra sala de juegos para incentivar un juego responsable, para que nuestros jugadores conozcan sus límites y jueguen para entretenerse", explica George Garcelón, gerente general del casino. El ejecutivo llama a las autoridades a tomar cartas en el asunto y que elaboren una legislación más severa que les permita, por ejemplo, expulsar a los clientes cuya ludopatía es evidente.
Hasta $800 mil al mes puede costar el tratamiento para un adicto a los juegos.
El tratamiento para la ludopatía no necesita hacerse en clínicas especializadas en adicciones. Sin embargo, en muchas ocasiones este trastorno viene acompañado de otros, como depresión o alcoholismo, lo que sí requiere hospitalización. Por eso, los costos suelen ser variables y, en promedio, oscilan entre los $200 mil y los $800 mil mensuales, y puede durar hasta tres años. El psiquiatra Rodrigo Santis dice que en el hospital de la UC reciben en promedio a cerca de 10 pacientes mensuales que consultan por temas relacionados con ludopatías, aunque no todos son diagnosticados con la enfermedad. "Es muy importante el apoyo de la familia porque los pacientes no tienen conciencia de que se trata de una enfermedad", dice. Hay dos grupos de ludópatas: los que tienen un problema patológico y los que desarrollan un "juego pasional". Los primeros no tienen ningún control y su tratamiento es más largo, mientras en el proceso de curación de los segundos se recomienda prohibir toda actividad que tenga gratificación inmediata.
Economía y Negocios/Pablo Tirado/M. Teresa Solinas

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