La discusión del proyecto de ley de turismo que tratará en breve la Cámara de Diputados –ya tiene media sanción del Senado– permitió hasta ahora conocer en mayor medida la opinión de quienes se oponen a una parte de su articulado, que dice que quien realice una inversión turística de magnitud podrá solicitar la habilitación de un casino.
Según se ha dicho desde la Subsecretaría de Turismo, se trata de inversiones multipropósito que definirá el Estado en función de estudios realizados para favorecer el mayor desarrollo turístico de cada zona, tratando por ejemplo de romper la fuerte estacionalidad de algunas ofertas, como es la de la zona de playas.
Quienes apoyan la sanción de esta ley sostienen que constituye una forma de involucrar a los privados en la actividad, incluyendo las pérdidas, y de incentivarlos a competir con salas ubicadas fuera de la provincia.
Un dato que señalan los legisladores que avalan la redacción actual de la norma, es que cuando se instalaron salas de juego en el Trigre, el casino de Gualeguaychú pasó de ser uno de los que generaba mayores ganancias a una sala que genera pérdidas. En el mismo tren habrían ingresado las de Victoria y Paraná que compiten con casinos nuevos en Rosario y Santa Fe, lo que genera serias dudas respecto del sostenimiento de la tarea de acción social que realiza el Iafas, el organismo regulador del juego en la provincia, según se argumenta.
Más allá de que nadie responde algunas cuestiones que sería imprescindible contestar, como la aparentemente irreversible tendencia a dar pérdida de los juegos de paño en la provincia; quienes apoyan el texto de la ley de turismo entienden que este nuevo marco, obligará a los empresarios a ser también partícipes de los gastos y eventuales pérdidas, ya que hoy es el Estado quien carga con el costo de funcionamiento de las salas. Esto determina que, para el Estado, muchas de ellas tengan resultado negativo.
Se sabe ya que quienes se oponen al texto de la ley sostienen que se trata de una virtual privatización del juego y que se pone en riesgo la fuente de trabajo de los empleados de los casinos estatales, que podrían competir con casinos privados.
UNA MIRADA A LOS NÚMEROS
Está claro que el tema es complejo y que los recortes de ciertas realidades o argumentaciones pueden conducir a un análisis erróneo. Tal vez para corroborar algunas suposiciones sirva dar una mirada a los números que marcan el rendimiento de las explotaciones administradas por la gerencia de casinos del Iafas.
Un dato llamativo, vinculado a la evolución de la recaudación de mesas desde 2004 lo marcan los casinos de Paraná y Victoria, que durante 2008 y lo que va de 2009 registran una caída. El de Victoria recaudó 20, 16 millones de pesos en 2005; 132,61 millones en 2006; 160,58 millones en 2007; 172,62 millones en 2008 y registra a octubre de 2009 un parcial de 114,26 millones, lo que anticipa que difícilmente llegue a los niveles de 2008 o de 2007.
El casino de Paraná, que compite directamente desde el año pasado con el de Puerto Ribera en Santa Fe, muestra una recaudación que estuvo en 34,27 millones en 2004; 33,66 millones en 2005; 39,22 millones en 2006; 41,76 millones en 2007; cayendo a 33,87 millones en 2008; y registra un parcial a octubre de 2009 de 13,48 millones.
Otros casinos, especialmente los de la costa del Uruguay mantienen una línea ascendente. Por ejemplo, entre 2004 y 2009 (parcial a octubre), la sala de Concepción del Uruguay tuvo el siguiente rendimiento: 4,88, 5,94; 7,29; 7,55; 9,67 y 8,3 millones para cada período. Gualeguaychú, por citar otro caso, recaudó: 10,71; 14,95; 17,56; 16,29; 20,09 y 16,93 millones para cada año.
La evolución de la utilidad histórica es similar: aunque se plantean dudas con el parcial de 2009 sobre el mantenimiento de la tendencia, todas las salas suben, a excepción de Victoria y Paraná.
La sala de la capital provincial tuvo un ritmo ascendente desde 2004 hasta 2007. Pasó de 5,48 millones a 6,04; luego a 7,45, y después a 8,25 millones en 2007. Ya en 2008 cayó a 6,26 millones y el parcial a octubre de 2009 es de 2,87 millones.
En su escala, al casino de Victoria le sucede algo parecido: 4,03 millones en 2005; 25,68 millones en 2006; 34,4 millones en 2007; 35,38 millones en 2008, y un parcial a octubre de 23,35 millones.
Para saldar la duda que puede generar el cálculo parcial de 2009, que se realiza hasta octubre, sirve ver la recaudación y la utilidad comparada en igual período de 2008.
En los primeros meses de 2009 los casinos provinciales recaudaron 45,13 millones de pesos menos que en el mismo período del año anterior (249,29 millones de 2008 contra 204,16 millones de este año).
Las caídas más significativas fueron las de Victoria, con 32,1 millones de pesos menos; y la de Paraná, con 18,23 millones de pesos menos. También perdieron Federación (un millón), Gualeguaychú (0,49 millones), Gualeguay (0,29 millones) y Uruguay (16.900 pesos). Las utilidades también cayeron: 6,75 millones en Victoria y 3,07 millones en Paraná.
Tragamonedas. En lo que va del año la recaudación de las tragamonedas en la provincia fue de 486,44 millones de pesos. Había sido de 528,3 millones durante todo 2008, de 382,83 millones en 2007; 254,05 millones en 2006; 153,85 millones en 2005 y 106,17 millones en 2004. Puede suponerse que al finalizar 2009 superará los 570 millones.
Las utilidades crecieron de 30,2 millones en 2004 a 47,78 millones en 2005; 80,95 millones en 2006; 124,3 millones en 2007 y 168, 55 en 2008. Los 10 primeros meses de este año arrojaron utilidades por 147,47 millones de pesos. De este monto, 38,96 millones corresponden a Victoria; 31,36 millones al anexo de calle 25 de Mayo en Paraná; 14,3 millones a Gualeguaychú y 11,15 Concordia.
Las salas donde más se jugó este año en las tragamonedas son: Victoria, con 123 millones; el anexo de Paraná con 93,46 millones; Concordia con 49,8 millones y Gualeguay-chú con 44 millones.
En la comparación de la recaudación y de la ganancia acumulada en los primeros 10 meses de 2008 y de 2009, se advierte una fuerte caída de la sala de tragamonedas ubicada en la ruta 14 (88,5% menos de recaudación y 88,19% menos de utilidades) y un fuerte crecimiento de la sala Paraná (498,8% más de recaudación con 13,34 millones de pesos en lo que va de 2009 y 403,8% más de utilidades con 4,15 millones en lo que va del año). Las tragamonedas de Victoria aumentaron 19,1% su recaudación y 18% sus utilidades respecto de 2008.
PEQUEÑAS SALAS
En este marco, también se discute la continuidad de las pequeñas salas de juego ubicadas en localidades que no son turísticas, como Viale, Crespo, Bovril, Santa Elena, Feliciano, Urdinarrain, Nogoyá, Villaguay y hasta María Grande (el turismo termal es poco afecto a los juegos de azar).
El resultado neto de 2009 muestra, por ejemplo, que la de Viale tiene un saldo negativo de 75.850 pesos; la de Urdinarrain también, con 126.427 pesos; al igual que Federal y Feliciano –entre otras– con 145.664 pesos y 179.573 pesos de saldo negativo cada una.
Resultado neto
La tabla de resultados netos de lo que va del ejercicio 2009 muestra cuáles salas o casinos ganan y pierden para conformar un resultado favorable global de 54,8 millones de pesos en lo que va del año en los 10 casinos, los ocho tragamonedas, los tres anexos y las 16 salas de juego repartidas en la provincia.
Ganan fundamentalmente el casino de Victoria y los tragamonedas. Pierden, sobre todo, las salas de las localidades no turísticas y los casinos de la Paz (280.041 pesos), Gualeguay (817.000 pesos), Concordia (1.058.679 pesos), Colón (1.138.865 pesos), Federación (1.222.653 pesos), Paraná (3.641.447 pesos) y Gualeguaychú (5.944.165 pesos).
Radio La Voz
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