miércoles, 15 de abril de 2009

La crisis es aliada de la ludopatía

República Dominicana - Síntomas. Irritabilidad y preocupación frecuente por jugar u obtener dinero.
Durante las etapas de gran incertidumbre, deterioro o amenaza económicos, como la que actualmente atraviesa el mundo, se multiplica el riesgo de caer en la adicción a los juegos de apuestas o azar, con la vana idea de solventar la falta de dinero.
Inestabilidad o precariedad laboral, falta de dinero o trabajo, dificultad para afrontar los pagos mensuales, deudas y más deudas, ausencia de perspectivas de solución a corto plazo…
Ante la actual crisis económica y financiera, en lugar de asumir la dura realidad y tratar de afrontarla de la mejor manera posible, muchas personas caen en la tentación de evadirla o de resolver su situación siguiendo el camino del menor esfuerzo.
Para conseguirlo, eligen lo que perciben como una salida rápida a sus “carencias de bolsillo”, pero que muy pronto se convierte en la puerta de entrada no sólo a un mayor deterioro económico, sino también psicológico y emocional.
Su presunta “tabla de salvación” es el juego y las apuestas, pero se hunden con ella, cuando caen en la adicción patológica.
“Los tiempos de crisis son potencialmente peligrosos para quienes ya padecen de ludopatía y para quienes ven en el juego una salida a su situación”, según el psicólogo Antonio Castaños, de la asociación alicantina Vida Libre (AVL), que ayuda a los ludópatas a abandonar su adicción.
Según este experto, las crisis económicas también comportan “un riesgo potencial para quienes están en fase de rehabilitación de su ludopatía y para aquellas personas que se inician en el juego durante la crisis pero prosiguen con su adicción una vez que la etapa de estrechez económica o laboral ha sido superada”.
Adicción al azar
“La pérdida de la confianza en los medios habituales y razonables para afrontar la crisis conduce a mucha gente a caer en el lado oscuro de la búsqueda de la fortuna, recurriendo a las máquinas tragamonedas, las loterías o las apuestas a través de Internet”, señala el psicólogo de la AVL.
La adicción al juego es un serio trastorno psicopatológico, que se ha convertido en una de las principales causas de destrucción de familias y que afecta cada vez más a niños y adolescentes.
Según Francesc Perendreu, de la Asociación Barcelonesa de Ayuda y Tratamiento al Ludópata (Abatal), “un ludópata llega a hacer cualquier cosa para conseguir el dinero que necesita para jugar, y se convierte en un consumado actor, capaz de engañar a todos menos a sí mismo”.
Cuando la fuente familiar de dinero “se cierra”, el jugador patológico llega a robar, aunque se convence a si mismo de que está tomando el dinero prestado, que jugará, nadie lo notará y después lo devolverá cuando tenga dinero. Cuando un ludópata decide dejar de jugar siente pánico porque no sabe cómo podrá vivir sin el juego, se siente nervioso y no puede controlarse, sufre un síndrome de abstinencia similar al de un drogadicto, explica Francesc Perendreu.
Según la doctora Diana Guerra, especialista en tratar ludopatías, el jugador compulsivo sufre una dependencia hacia el juego comparable a la del toxicómano o el alcohólico.
Los síntomas de esta peculiar adicción son: preocupación frecuente por jugar u obtener dinero para jugar, necesidad de aumentar la magnitud o frecuencia de las apuestas para obtener excitación, así como intranquilidad o irritabilidad cuando no se puede jugar, y la búsqueda continua del placer en el juego, pese a no poder pagar las deudas crecientes y a los problemas sociales que surgen.
Para tratar este desorden se recurre a una doble terapia psicológica: destinada a controlar los estímulos que disparan las ganas de jugar, como pasar delante de una sala de juego o llevar dinero encima, y a erradicar el origen del problema.
Jugador compulsivo
¡Cuidado!
Los tiempos de crisis son potencialmente peligrosos para quienes ya padecen de ludopatía, están en fase de rehabilitación de su adicción o ven en el juego una salida a su situación.
Capaz de lo que sea
Un ludópata llega a hacer cualquier cosa para conseguir el dinero que necesita para jugar, y se convierte en un consumado actor, capaz de engañar a todos menos a sí mismo.
Dependiente
El jugador compulsivo sufre una dependencia hacia el juego comparable a la del toxicómano o el alcohólico, y requiere de una terapia psicológica para abandonar su conducta adictiva.
Causa de destrucción familiar
La adicción al juego es un serio trastorno psicopatológico, que se ha convertido en una de las principales causas de destrucción de familias.
Tratamiento
Según la doctora Diana Guerra, especialista en tratar ludopatías la terapia dura alrededor de un año y medio, pero hasta los cinco años no se considera superada la posibilidad de recaída. Es importante que el paciente reconozca su problema.
Fuente: hoy

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