miércoles, 15 de abril de 2009

SEROTONINA PURA "Bingo"

México - Fortunas perdidas, familias desintegradas, problemas laborales, intentos de suicidio, mentiras, depresiones, robos, falsificaciones, empeños y un sin fin de consecuencias son el verdadero premio de estos centros de apuesta, que ahora proliferan en la ciudad con la complacencia y beneplácito de las autoridades locales que argumentan son permisos federales, pero que afectan a los poblanos.
Miles de máquinas esperan pacientes la llegada de los incautos para robarles el dinero, conocedoras expertas en psicología y funcionamiento de la mente. Los jugadores experimentan un nivel de excitación producido por las endorfinas que son responsables de la sensación de placer, así, poco a poco la gente empieza a hacerse adicto a dichas “maquinitas”. De esta forma, el jugador pasa por tres etapas la de ganador, perdedor y la de desesperación por intentar recuperar lo perdido, para terminar con el verdadero premio, cuando los dueños de dichos centros gritan: “Bingo” en el momento justo que logran ingresar a uno más a la lista de los ludópatas.
El juego de azar, solo colabora a que la sociedad esté metida en ellos tratando de conseguir mejorar sus ingresos, pero el 98%, de los que asisten a los casinos y sus derivados, solo pierden y muchos de ellos pierden hasta su familia, a raíz de convertirse en jugadores compulsivos. Nada es más importante para el jugador que estar sentado frente a la “maquinita” y al final, la conclusión, siempre es la misma: no conozco a nadie que se haya hecho rico apostando, porque lo que ganan hoy, mañana lo vuelven a perder y en la mayoría de los casos, mucho más de lo que había ganado.
Médicos, abogados, profesores, obreros, amas de casa, estudiantes, taxistas, periodistas, políticos, nadie se salva de entrar en un callejón sin salida, sin haberse dado ni cuenta como había entrado.
La adicción al juego parece activar las mismas zonas del cerebro que se ponen en funcionamiento con el consumo de la cocaína, según un estudio que profundiza en el mecanismo cerebral de “la recompensa”. Este trabajo, dirigido por investigadores del Hospital General de Massachussets (EEUU) y publicado en la última edición de “Neuron”, indica que la expectativa de una gratificación económica pone en funcionamiento el sistema del cerebro que también procesa la «recompensa» que ofrecen las drogas. Así mismo encontramos ejemplos ilustrativos e históricos en ciudades donde el juego esta permitido que arrojan datos alarmantes de destrucción de familias, problemas laborales y suicidios.
Todo esto parece olvidan u omiten a propósito los legisladores que según nota periodística de la Jornada (11 abril): La Cámara de Diputados contempla aprobar una nueva Ley Federal de Juegos con Apuestas, aceptarán los términos ruleta, dados, naipes, entre otros juegos, eso sí con el cuidado de no mencionar la palabra “casino” (en Puebla las autoridades Municipales y Estatales la han permitido ya que no sólo es visible, sino, hasta luminosa, en la fachada de un nuevo centro de apuestas por la zona de las Noria). De esta forma lo que abundo con Fox como Presidente y Creel como secretario de Gobernación, ahora con Calderón y Gómez Mont junto con los legisladores se abre la puerta de manera definitiva a la instalación de estos centros de apuestas.
Fuente: Javier Palou García - laquintacolumna

No hay comentarios.: