Argentina - Un documento de la consultora Economía & Regiones plantea la posibilidad de que no se encuentre tan cerca la salida de la fase recesiva para la economía doméstica y ratifica la preocupación por las consecuencias de la desaceleración de la actividad, acerca de la cual los Kirchner han decidido no reaccionar en forma agresiva (¿o es que llamaremos 'reacción' a la oferta de canje de calefones?).
Durante el mes de Febrero, la economía argentina creció 2,6% en términos interanuales según el Estimador Mensual de Actividad Económica (EMAE) que elabora el INDEC, resultando 6,8 puntos porcentuales por debajo del registro de igual mes de 2007 (9,4%) mostrando una marcada desaceleración respecto al ritmo de crecimiento visto en los trimestres anteriores y reflejando tanto la caída del precio de los commodities (exportaciones argentinas), dentro del contexto de la crisis internacional, como la fuga de capitales que padece la coyuntura económica argentina.
El dinamismo de la actividad económica durante el 2do. mes de 2009, responde principalmente a la evolución del consumo privado, que se había manifestado como el principal motor del crecimiento (actualmente representa más del 65% del PBI).
De este modo, según las estadísticas oficiales, los volúmenes de ventas en supermercados crecieron en un 18,6% en términos interanuales durante el primer mes del año, mientras que los volúmenes comercializados en shoppings registraron un aumento casi nulo del 0,3% en la comparación interanual.
No obstante, merece destacarse que estas ventas, se deflactan utilizando un índice que subestima el aumento real del nivel general de precios y, en consecuencia, sobredimensiona el crecimiento real del consumo.
En efecto, utilizando el IPC (E&R) para estimar los volúmenes de ventas en supermercados y centros de compras –en lugar del índice de precios oficial, se observa una tendencia decreciente desde fines de 2007.
En este sentido, las ventas en shoppings muestran una caída interanual en torno al 7% durante Enero de 2009.
A su vez, la industria manufacturera presentó tres meses consecutivos de crecimiento negativo, profundizando la desaceleración que había exhibido desde septiembre 08’ (2,6% interanual).
De este modo, según las estadísticas oficiales, el Estimados Mensual Industrial (EMI) mostró una merma del 4,4%, 1,5% y 0,9% durante Enero, Febrero y Marzo respectivamente; generando una caída interanual de la producción industrial cercana al 2,3% para el primer trimestre de 2009.
Desde fines de 2007, la aceleración de la inflación comenzó a erosionar la competitividad-precio que otorgaba un tipo de cambio devaluado. De este modo, la industria local, cuyo principal destino era el mercado interno, fue perdiendo protección al mismo tiempo que las manufacturas importadas se tornaban relativamente más baratas.
El estallido de la crisis internacional, durante el tercer trimestre de 2008, impactó directamente en la producción de manufacturas exportables.
Concretamente, la industria metalúrgica y automotriz, que hasta ese momento camuflaban el amesetamiento del resto de la producción industrial, sufrieron una fuerte reducción en sus ventas externas, como consecuencia de la reducción generalizada de la demanda mundial.
Por último, hay un efecto adicional que perjudica específicamente al sector industrial y es nada menos que la expectativa de devaluación del peso argentino.
Esta expectativita que tienen los agentes económicos al percibir que el peso argentino podría devaluarse (valer menos) -una vez pasadas las elecciones- impacta en industria, frenando inversiones y demanda de bienes durables.
A su vez, si se analiza el sector externo es posible distinguir una merma de las exportaciones y de las importaciones: Si bien las importaciones, explican una porción bastante chica del PBI, se caracterizan por ser muy sensibles al nivel de actividad y son, por lo tanto, un buen termómetro de la coyuntura económica.
En efecto, las compras al exterior -que forman parte de la oferta agregada y refuerzan tanto el consumo como la inversión interna- exhiben una reducción del 29% en Febrero 09’, luego de otros tres meses consecutivos de caídas.
Por otro lado, las exportaciones han sido uno de los principales engranajes del modelo actual, siendo capaces de proveer de divisas y liquidez a la economía, y de incrementar los ingresos de caja del sector público Nacional a través del tributo a las exportaciones.
Sin embargo, en el marco de la crisis internacional, esta variable comienza a presentar variaciones interanuales negativas a partir de Noviembre 08’ (-5,3%) y alcanza una fuerte reducción anual del 24% en Febrero 09’.
Si bien varios indicadores dan cuenta de que se estaría entrando en un cuadro recesivo, la intervención del INDEC desdibuja la verdadera merma de atraviesa la economía argentina.
En este marco, mes a mes, los analistas económicos debaten -a partir de sus propios indicadores- la realidad que atraviesa la coyuntura macroeconómica.
No obstante, antes de desarrollar un indicador de actividad, es posible vislumbrar la medida de la crisis interna corrigiendo algunos datos oficiales.
Sin ir más lejos, otro de los indicadores utilizados para analizar la evolución de la actividad económica es el comportamiento de la recaudación nacional en términos reales, dado que los tributos que la componen se encuentran en mayor o menor medida ligados a los niveles de producción y consumo.
La recaudación se expande como consecuencia de la inflación y del crecimiento económico.
Luego, si se aisla el 'verdadero' avance de los precios, es posible distinguir el crecimiento (reducción) de la actividad a partir de los ingresos tributarios deflactados con el índice de precios E&R.
En otras palabras, el componente real del aumento (reducción) de la
recaudación permite inferir el ritmo de crecimiento (decrecimiento) económico.
De este modo, excluyendo los recursos ingresados por la estatización de las AFJP durante los últimos 4 meses (dado que su inclusión no haría homogénea la comparación interanual), se observa que desde septiembre último en adelante, el ritmo de crecimiento de la recaudación se reduce sustancialmente.
En lo que va de 2009, la tasa de crecimiento no sólo no ha revertido su tendencia, sino que ha profundizado su deterioro, mostrando caídas interanuales en términos reales, lo cual parecería indicar que la economía se encuentra lejos de salir de la fase recesiva del ciclo.
Fuente: urgente24
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