Municipalidad de San José destruye 250 tragamonedas

Costa Rica - Ley prohíbe juegos en que ganancias o pérdidas dependan del azar o suerte,el ayuntamiento tiene confiscadas docenas de máquinas más.
La Municipalidad de San José destruyó 250 máquinas tragamonedas, luego de diversos operativos en los últimos ocho meses.
Se trata de aparatos que a través de un juego de azar dan dinero como recompensa, lo cual está prohibido por ley.
Los artefactos se encuentran en bares, pulperías, sodas y otros comercios, algunos de esos centros ni siquiera cuentan con patente comercial, refirió el asistente de la Alcaldía Josefina, Rafael Arias.
Las máquinas tragamonedas han sido el blanco del ayuntamiento capitalino.
Además de estar al margen de la ley, uno de los públicos meta son los menores de edad, que en ocasiones gastan dinero de sus casas o meriendas en el juego.
De igual forma se intenta combatir la ludopatía, que es la enfermedad que genera una incontrolable necesidad de jugar, menospreciando cualquier consecuencia negativa.
Ilegalidad.
La Ley de Juegos, que rige desde 1922, establece que “son prohibidos todos los juegos en que la pérdida o la ganancia depende de la suerte y no de la habilidad o destreza del jugador”.
En estos aparatos el jugador deposita una moneda y presiona un botón que lanza varias bolitas en un tablero con varios orificios.
Si estas, al caer en los receptáculos, forman una fila se obtiene un premio que va desde cuatro veces el monto de lo invertido hasta un premio acumulado.
La Municipalidad además se basa en un pronunciamiento del 2005 de la Procuraduría General de la República, que resalta el funcionamiento ilegal de las máquinas.
Por destruir.
Según Rafael Arias, existen docenas de máquinas más confiscadas en varios almacenes municipales.
Sin embargo, Arias destacó que se debe seguir el debido proceso para destruirlas, el cual en ocasiones puede durar hasta dos años.
En los próximos días se publicará en el diario oficial La Gaceta un nuevo decreto que restringe las máquinas tragamonedas exclusivamente a los casinos.
Fuente: nación.com