Estados Unidos - Este centro de apuestas parecía inmune a los virajes económicos del país, pero ahora la ciudad está presenciando una señal perturbadora: moderación.
Los ingresos por apuestas y la ocupación hotelera han descendido. Los hoteles están bajando los precios de sus habitaciones y ofreciendo cupones o noches gratis. Los operadores de casinos están despidiendo a cientos de trabajadores, y los precios de sus acciones se han desplomado desde octubre. Se está secando el crédito para proyectos hoteleros y de condominios planeados antes de que llegara el declive.
Incluso la gente que sigue llegando a Las Vegas está gastando menos.
Julia Lee, de 27 años y residente en Los Angeles, dijo que normalmente trae 10 mil dólares en sus viajes para jugar “blackjack”.
En esta ocasión, trajo menos de la mitad. “Mis padres trabajan en bienes raíces, y estamos preocupados”, indicó.
También lo están los hoteleros, dueños de tiendas y operadores de capillas nupciales de la ciudad, así como todos los que dependen de las extravagancias de apostadores y turistas. La baja en los ingresos hasta el momento es modesta, unos puntos porcentuales por aquí y por allá. Pero Las Vegas tiene un enorme inventario de casinos y hoteles nuevos para completar en los próximos años, y una recesión nacional larga podría provocar graves daños.
El panorama sería mucho peor de no ser por los visitantes extranjeros, que aprovechan las bondades de un dólar a la baja para conocer la alta cocina de la ciudad y comprar productos que en Europa les costarían el doble.
Se han intensificado las campañas de promoción en el extranjero, pero, representando apenas 13% del total de visitantes, la aportación de los foráneos es limitada. Deutsche Bank inició recientemente el procedimiento de embargo por un préstamo de 760 millones de dólares para un proyecto parcialmente construido en la calle principal de la ciudad.
Crown Las Vegas, un hotel y casino en forma de bala que sería el edificio más alto de la ciudad, fue desechado hace unas semanas por falta de financiamiento. Y uno de los operadores de casinos más prominentes de Las Vegas, Tropicana Entertainment, informó el lunes que solicitaría la protección de la ley de bancarrota.
Otros proyectos de miles de millones de dólares enfrentan retrasos o han sido puestos a la venta debido a la crisis de crédito y a las cambiantes percepciones que hay en Wall Street sobre la ciudad. Las Vegas tiene ya 130 mil habitaciones, y Wall Street (que financió gran parte del reciente “boom”) está preocupada de que no pueda absorber las 40 mil más que están en fase de planeación o en construcción.
“En este mercado, no es buen negocio ser confiado”, indicó Jan L. Jones, vicepresidente de Harrah's Entertainment y ex alcalde de Las Vegas. “Nunca había visto a nivel nacional una economía como esta. Nadie sabe que tan profunda será lo que nadie quiere llamar recesión”.
Fuente: eluniversal
miércoles, 7 de mayo de 2008
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