jueves, 22 de mayo de 2008

El juego de no ser Yabrán

Argentina - El empresario ultra K quiere cambiar su imagen. Armó una consultora para que lo asesore. Quiere mostrarse más. No tolera que lo comparen con Don Alfredo.
Quiere cambiar su imagen y dar la cara. Cristóbal López, el dueño de la empresa de juegos de azar Casino Club, está cansado de que asocien su éxito y su fortuna a los favores que le depara su relación con el ex presidente Néstor Kirchner. Por eso, el empresario K que ya es sinónimo de tragamonedas y petróleo decidió armar una consultora para que lo asesore en cuestiones de imagen y le cuide las espaldas en el escenario mediático.
López apeló a un grupo de periodistas que tienen experiencia en medios nacionales para que le allanen el camino. Ya no tolera que lo asocien con Alfredo Yabrán, el empresario emblema de la relación entre la política y los negocios durante el menemismo.
Este empresario que nació en Comodoro Rivadavia comenzó a contactarse con algunos periodistas y formadores de opinión. El primero de sus encuentros fue hace algunas semanas y no pareció estar a tono con la política del matrimonio presidencial. López almorzó en un restaurante de moda con un columnista económico del Grupo Clarín, justo en el momento en que el enfrentamiento entre el holding y el Gobierno nacional parecía estar en un punto de no retorno.
El equipo de Cristóbal también está trabajando en el diseño de una página web que reunirá la información sobre todas sus empresas. El sitio web ya fue registrado y estará activo en muy poco tiempo: se llama www.grupocristoballopez.com.ar. Allí se podrá acceder a las novedades de las compañías del Rey del Juego. La lista es larga: Casino Club, la petrolera OIL MyS, la empresa de transporte Indalo, la recolectora de basura Clear, los Olivares del Sol, su barrio privado Solares del Marqués, la concesionaria de Toyota Tsuyoi, la textil Lejano Sur, la Ganadera Santa Elena SRL, la Petrolera Cerro Negro, la compañía Aerotour, Radiodifusora del Sur SA, Tecnological SA y la firma Promet SA son algunos de los emprendimientos del patagónico.
Sus asesores insisten en que López tiene mucho para decir y que sólo se conoce el 20 por ciento de su historia. Lo presentan como un empresario audaz e inteligente que puso su experiencia más de una vez al servicio de su ciudad natal. Todavía recuerdan que, en los 90, comandó el llamado Grupo Productivo que intentó ser como una usina de ideas que representaba los intereses del sector empresario de Comodoro. Ese perfil, el de hombre de negocios comprometido con su comunidad, es el que pretenden instalar en los medios nacionales.
Incluso en su entorno hay quienes machacan con que si lo desquicia que lo comparen con Yabrán, debe elevar su perfil cuanto antes. Saben que el objetivo de desembarcar en territorio bonaerense, donde mandan desde hace años Codere y Boldt, les impone otra política comunicacional. Por ahora, los off the record que concede López se restringen a periodistas afines. Su círculo íntimo evaluó incluso salir a dar algunas entrevistas, pero finalmente López desistió: se siente más seguro cuando se mueve en las sombras. Según le confió a este diario una fuente de su entorno, una consulta “al más alto nivel” lo obligó a dar marcha atrás con la idea original. Es que, desde que entró a jugar a las ligas nacionales, Cristóbal ya no puede decidir cada uno de sus pasos con la autonomía que quisiera.
El cenáculo de López lo integran los hermanos Fabián y Daniel de Souza y un grupo de sus operadores. A cargo del equipo aparece Andrea Popich, una periodista que se desempeñó antes como jefa de Relaciones Públicas de la multinacional sueca Skanska en Comodoro Rivadavia.
Entre ellos, hay quienes envidian, por ejemplo, el perfil que cultivó el banquero Enrique Eskenazi, que suele salir en las revistas económicas como si fuera un gran hombre de negocios.
En un principio, López había pensado contratar a una consultora afín al oficialismo para que moldee su imagen. Pero primó la desconfianza y la cerrazón del grupo patagónico.
La causa que complica a López y preocupa a Zannini
Blanquear la imagen de Cristóbal López no será sencillo. El empresario patagónico y su socio Fabián de Souza fueron citados a indagatoria por la Cámara Federal de Comodoro Rivadavia en una causa por “presunto contrabando” de máquinas perforadoras para explotación petrolera. La operación (de 860 mil dólares) había sido presentada como un alquiler de máquinas que venían de Perú para ser utilizadas por la firma de López Almería Austral. La fiscalía denunció que se simuló la contratación de un alquiler de la maquinaria para adecuarse a la normativa y evitar los controles y el pago de impuestos. Según la denuncia, la compañía de López realizó una “importación definitiva” a través de un “sistema ardidoso”, es decir, se quedó con las perforadoras apelando a la emisión de facturas truchas. La empresa ya no existe, pero la causa aún está pendiente y preocupa al dueño de OIL MyS. Ahora, la defensa del empresario K interpuso un recurso de casación (una herramienta extraordinaria, que sólo cabe contra sentencias definitivas) ante la Cámara para que eleve el expediente a la Cámara Nacional de Casación Penal, donde espera ser beneficiado. El gobierno nacional sigue con atención la causa contra el dueño de Casino Club. Fuentes judiciales confiaron a Crítica de la Argentina que desde la Secretaría de Legal y Técnica de Carlos Zannini se intentó convencer a los jueces de Cámara para que concedieran el deseo de Cristóbal. Ante la negativa de los magistrados, la defensa de López los recusó por “prejuzgamiento”. Ahora los que deben decidir son los conjueces de la Cámara, entre los cuales se destaca Hugo Raso, el suegro del abogado de Cristóbal López.
Fuente: opisantacruz

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