Chile - Con el número 17 negro en la ruleta, se dio el vamos al Casino de Juegos de Puerto Varas hace 37 años, comenzando hace casi cuatro décadas una nueva instancia de desarrollo para la comuna lacustre y la zona, y lo que hoy en día refleja la importancia que ha significado la presencia del Casino en materia productiva, laboral y económica.
Las primeras salas de juego fueron creadas el 30 de enero de 1970 y su primer concesionario fue Alvaro Vildózola Fuenzalida. El Casino funcionaba en los amplios salones del ex Gran Hotel Puerto Varas, y allí se mantuvo durante 30 años, hasta el 23 de diciembre de 1999, registrándose un año después (en el 2000) el cambio de concesión (en la foto, el actual casino).
Con esta finalidad, quienes fueron ex funcionarios del Casino de Juegos, quisieron recordar los inicios de esta actividad, y el martes se reunieron en un encuentro cargado de nostalgia en un céntrico restaurante frente al lago Llanquihue.
EXTRAÑADOS
Logramos conversar con tres de estos ex trabajadores de las salas de juego, quienes nos contaron su experiencia de haber sido parte de una de las empresas más importantes del sur de Chile.
Tanto Claudio Bórquez, ex presidente del que fuera el Sindicato de Trabajadores del Casino, como Eduardo Vergara y Mario Orellana, se mostraron extrañados porque han pasado 37 años de esta fecha muy importante para la ciudad, y "nunca se ha recordado como se merece", afirmaron.
Para Vergara y Orellana, "el 30 de enero, es una fecha importante para Puerto Varas, y nos extraña que la actual concesión no considere algún evento especial, para recordar este aniversario, independiente que la fecha de aniversario del actual Casino, sea otra".
Claudio Bórquez, que trabajó 31 años en el Casino, fue testigo de lo que fueron para él "los mejores años de las salas de juego. Durante los primeros cinco años, el Casino funcionaba sólo con mesas de juegos, es decir, ruleta, punto y banca, y black jack. No había tragamonedas, máquinas que recién comenzaron a llegar a mediados de la década del 70. Llegaba gente y turistas de todos los puntos del país, especialmente de la Octava y Novena regiones. En la emporada de verano, el público esperaba en largas filas en el acceso al hotel, era una locura, porque el Casino Puerto Varas, era el único al sur de Chile, después de Viña del Mar".
DINERO EN PAQUETES
Cuenta además Bórquez, que en "esos años no existían las tarjetas de crédito, por lo que todo se hacía en efectivo. Muchos de los clientes y apostadores, llegaban con maletines de dinero, e incluso con los paquetes de escudos, envueltos con papel de diario, tal cual se lo entregaba el banco. Estamos hablando -hoy en día- de unos 10 a 15 millones de pesos", dijo.
"El maletín con plata o el paquete -agrega- se lo entregaban al crupier, quien a petición del cliente iba distribuyendo el dinero en las diferentes apuestas. En muchos casos, todo ese dinero se quedaba en el Casino y el apostador salía con los bolsillos vacíos. A ello se suma que conocidos empresarios de esta zona y agricultores, llegaban a apostar en forma permanente. Los buenos negocios durante la jornada, eran apostados en la noche en el Casino".
Por su parte para Mario Orellana, el tradicional Casino de Juegos, se perdió, "todos se conocían, e incluso los turistas nacionales y extranjeros que llegaban todos los veranos. Eran otros tiempos, más relajados y sin grandes complicaciones. En la actualidad los altos niveles tecnológicos aplicados en el juego confunden a la gente, además que la atención que se entregaba a los clientes en nuestra época era directa, explicativa y acogedora. No es por criticar lo que ocurre hoy en día, pero todo es más frío y calculador".
El Casino en sus inicios funcionaba en dos funciones, vermouth, de 18 a 21 horas, y noche, de 22 a 03 horas.
CORBATA
Cuenta además, Orellana, que todos los clientes "podían ingresar a las salas de juego usando corbata, lo que era obligatorio. Pero muchas veces los turistas quedaban afuera, porque como era verano llegaban con short y polera. Ante ello se implementó un sistema de arriendo de corbatas, lo que resultaba curioso, porque si no portaban camisa, igual usaban corbata, pero con polera. Con los años ese requisito se terminó".
"Otra de las cosas que me llamaban la atención, era que producto de la alta cantidad de dinero, que se manejaba en las salas, llegaban empleados bancarios a contar los escudos. Mesas llenas de dinero en salas a puertas cerradas, eran la tónica en esos años", revela. Añade que "el entusiasmo era tal por apostar, que un día una conocida clienta, que estaba ganando, no se percató que la falda se le estaba cayendo, quedando con la enagua a la vista de todos". Eduardo Vergara recuerda que "la cantidad de efectivo que se manejaba en las apuestas era de tal magnitud, que los clientes que apostaban en las mesas compraban todo el fichero. Debíamos trabajar seis personas en la ruleta, para poder mantener el orden y entregar correctamente lo ganado en cada jugada". "Debíamos ser muy cuidadosos en esta labor, ser buenos y rápidos en el cálculo, porque en esos años no existían las cámaras de seguridad. Ahora es muy fácil, porque si se comete un error, ello es corregido revisando la grabación", dice. La ruleta que se utilizaba en esa época era llamada "portaviones", "y recuerdo -agrega Vergara- que una de nuestras clientas, la señora "Lala", que venía desde Santiago, me aseguró que me iba a dar un beso en la boca si salía el 8. Así fue, salió el número 8 y la señora "Lala" cumplió su promesa". Finalmente, los tres ex funcionarios, celebraron junto a una treintena de personas esta importante fecha para Puerto Varas, el martes 30 de enero. Todos estos recuerdos fueron parte de la conversación, especialmente de aquellos años de gloria del Casino de Juegos.
Fuente: ellanquihue
miércoles, 21 de mayo de 2008
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