El heredero de Firpo en la fama de los pesos fuertes fue Oscar Natalio Bonavena. Extrovertido, grandullón, infantil, de risa estruendosa, había nacido en Buenos Aires, en el barrio de Parque Patricios un 25 de septiembre 1942, hijo de Vicente Bonavena y Dominga Grillo y componente de una familia de ocho hermanos le atrae el cosquilleo emocionante de trepar a un cuadrilátero, frecuenta un gimnasio y a los quince años trepa por primera vez la escalerilla de un ring y se enfrenta a su inicial adversario. Ya sabe que la plata hay que sudarla y dar lo mejor de uno entre las doce cuerdas.Bonavena, tras un rosario ininterrumpido de victorias, una vez que se consagra como un atleta del cuadrilátero, con los aficionados a sus pies conquista Buenos Aires y es el rey del Luna Park, el prestigioso recinto donde se han celebrado tantas veladas pugilísticas y han desfilado boxeadores de prestigio mundial.
Sudamérica le ha quedado pequeña y ambiciona otras metas más altas, por ejemplo intentar la conquista del título mundial de los pesos pesados donde domina por entonces el gran Cassius Clay.
Los norteamericanos admiran la fuerza y la bravura del argentino, quien les recuerda en alguna forma la figura de aquel Toro Moreno (trasunto de Primo Carnera) del film "Más dura será la caída", una de las mejores películas de la historia del cine. Mas no hay punto de comparación, los combates de Bonavena, que acaba de adoptar el sobrenombre de Ringo en honor al conocido baterista del grupo británico "Los Beatles", son limpios y los veredictos justos.
Zora Folley, un gran púgil norteamericano de color, en 1964 le vence en una pelea y Bonavena regresa a su país, para vencer el 4 de Septiembre de 1965, en un Luna Park bonaerense atestado de aficionados, nada menos que a un gran púgil argentino, gran técnico y magnífico pegador, el gran Goyo Peralta, y le arrebata el título sudamericano de los grandes pesos. Le llueven de nuevo los contratos. Los empresarios yanquis apuestan por él y quieren llevarle de nuevo a los rings norteamericanos.
Bonavena regresa a los Estados Unidos y derrota en Nueva York al gigante canadiense, de pegada durísima, George Chuvalo. A continuación pierde ante Jimmy Ellis (más tarde campeón del mundo de los pesados) y en la revancha ante el californiano Zora Folley, consigue derrotarle para seguidamente vencer también al norteamericano Leotis Martín.
Y es entonces, el momento, el gong que marca su máxima oportunidad, nada menos que luchar por el sueño que ha mantenido a lo largo de su carrera pugilística: el campeonato del mundo de los grandes pesos.
Filadelfia, 6 de Diciembre de 1968, el nuevo titular mundial Joe Frazier (Cassius Clay, había sido desposeído de la diadema universal por negarse a combatir en Vietnam) un durísimo gladiador de las doce cuerdas, gran pegador y fajador de color, se impone a Bonavena a lo largo de quince rounds de gran ritmo, de lucha y de coraje por ambas partes, y retiene su corona mundial.
En 1970, en Nueva York, un 7 de Diciembre, el destino le depara otra nueva gran ocasión a Ringo Bonavena, el gran pies planos, y es nada menos que una especie de semifinal, para que el vencedor se enfrente al campeón del mundo que sigue siendo Joe Frazier.
En 1970, en Nueva York, un 7 de Diciembre, el destino le depara otra nueva gran ocasión a Ringo Bonavena, el gran pies planos, y es nada menos que una especie de semifinal, para que el vencedor se enfrente al campeón del mundo que sigue siendo Joe Frazier.
El contendiente del gaucho es el gran Cassius Clay, que ahora se hace llamar Muhammad Alí, que ha abrazado la religión musulmana y que quiere de nuevo acceder al título mundial. El combate entre negro y blanco es casi a muerte, ambos reciben una gran corrección en su afán por vencer y al final el maravilloso Clay en el último round, a escasos segundos de la terminación del decimoquinto asalto, enviaba a Bonavena a la lona de un demoledor gancho y le vencía por fuera de combate.
El púgil argentino en vísperas de combate ante Clay había cambiado de estilo cara a la publicidad de los medios de comunicación. Imita a su rival, con bravatas, bravuconadas y desprecios. “Le machacaré, le enviaré a la clínica, le sacarán en camilla". Y enciende un cigarrillo puro con un billete de diez mil pesos para deslumbrar a los contertulios.
Mientras, Clay pierde por puntos ante Joe Fraizer, en el intento de recuperar en Nueva York el 8 de Marzo de 1971 el título mundial, pero lo consigue más tarde, al derrotar al nuevo campeón George Foreman, por fuera de combate el 30 de Octubre de 1974, en Kinshasa, Zaire. En cambio la suerte que le deparaba el destino al gran púgil argentino iba a ser muy distinta y de trágico final.
Mientras, Clay pierde por puntos ante Joe Fraizer, en el intento de recuperar en Nueva York el 8 de Marzo de 1971 el título mundial, pero lo consigue más tarde, al derrotar al nuevo campeón George Foreman, por fuera de combate el 30 de Octubre de 1974, en Kinshasa, Zaire. En cambio la suerte que le deparaba el destino al gran púgil argentino iba a ser muy distinta y de trágico final.
Bonavena tenía en su cartera una oferta del promotor pugilístico (entre otros menesteres) Martín Berrocal para medirse en la primavera en 1976 en Madrid al boxeador que acapara el interés de los aficionados españoles, el "morrosko" José Manuel Ibar, conocido por Urtaín, también con dramático final de su vida.
Pero... no pudo llegar a disputarse el proyectado combate. Una bala de escopeta de caza segó la vida de Ringo Bonavena. Un disparo al corazón. El 22 de Mayo de 1976 un sujeto llamado Williard Rossi Brymer ejecutó unas órdenes mafiosas, dimanantes al parecer de la poderosa Cossa Nostra. Y el boxeador argentino caía abatido a la entrada del Mustang Ranch, un elegante burdel de Reno, en el Estado de Nevada.
El prostíbulo estaba regenteado por un matrimonio de origen siciliano, Joe y Sally Conforte, naturalizados norteamericanos, con negocios de juego, prostitución y atracciones. Lo administra Sally, ya que su marido ha salido de la cárcel y le niegan esa dirección. Además, Sally es también la manager de Bonavena. Tras el crimen del pugilista hay una explicación sobre las causas que han dado origen al mismo.
Y es que Bonavena, tan bocazas, tan parlanchín, tan enamoradizo, andaba encandilado por una bella prostituta del Mustang Ranch e incluso le había ofrecido promesa de matrimonio, y según esta versión, el propietario del establecimiento Joe Conforte, en un ataque de celos, ordenó su asesinato a un componente del gang.
También se dice que el asesinato de Bonavena fue planeado por Joe Conforte al enterarse de un supuesto romance del boxeador con su esposa, Sally Conforte, una mujer 26 años mayor que Ringo.Mas la posible verdad se supo más tarde, después de ardua investigación. Declara un testigo que Ringo había firmado un contrato para enfrentarse a una primera serie, para que después de pasar una eliminatoria combatiera el ganador ante el campeón mundial, por entonces Muhammad Alí.
Las apuestas en los bookmakers se hallan en un diez a uno a favor de Bonavena cuando éste recibe una llamada de la Mafia indicándole que había de tirarse en el quinto round. Él no ésta acostumbrado a eso. Y se rebela, y en su irritación apuesta todo el dinero, todos los dólares que ha recibido como anticipo del combate, en una apuesta a su favor.
Pero la Mafia ahora le amenaza de muerte. Bonavena apurado, decide regresar a su país mas le desaparecen sus documentos de identidad y el pasaporte. Angustiado llama a su esposa: " Dora, espero estar el lunes con vos, pero si algo me ocurre, reza por mí, mi amor, reza por mí... "
La escopeta empuñada por Brymer, custodio de Conforte, ladró con aullido mortal y una bala certeramente alojada en el corazón del bravo boxeador argentino envió a éste camino a la Eternidad.
En el último adiós que le tributaron en su Buenos Aires, en el Luna Park, testimonio mudo de tantos combates que jalonaron su carrera pugilística, doscientas mil personas se dieron cita para rendirle homenaje, hallándose en primer lugar el ex presidente Lanusse y las nuevas glorias del momento del boxeo argentino, Carlos Monzón y Víctor Galíndez.
El asesinado del boxeador, que supo labrarse entre las doce cuerdas un sólido patrimonio (dejaba varios negocios en marcha, poseía una agencia de publicidad, una Whiskería, varios establecimientos de sastrería, y diversas inversiones en bienes muebles e inmuebles), recibía sepultura en el cementerio de La Chacarita, mientras su madre Doña Dominga rompía en un llanto profundo y desgarrador.
En este famoso cementerio de La Chacarita se encuentra acompañado por los restos del extraordinario cantante Carlos Gardel, del púgil español Ignacio Ara (el catedrático de las doce cuerdas) tan querido de la afición argentina, y de su viejo antecesor Luís Ángel Firpo, El Toro Salvaje de las Pampas. ¿Crimen pasional? ¿Venganza de la Cossa Nostra? ¿Cuál fue la causa del asesinato de Oscar “Ringo” Bonavena?
Fuente: Espabox
Autor: José Luís Ríos Laureda
Autor: José Luís Ríos Laureda
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