El Programa Integral de Control y Monitoreo de las Salas de Juego, HIPERIÓN controla a más de 11 mil máquinas tragamonedas de las 46 salas de bingo de la provincia.
Buenos Aires, Argentina - El Programa HIPERIÓN, cumple con la finalidad de garantizar la transparencia en la explotación del juego, a través del sistema de control sobre las más de 11 mil máquinas tragamonedas de las 46 salas de bingo de la Provincia. Entrevista al Director de Sistemas del Instituto, Roberto Pizzi, quien adelanta los proyectos a futuro.
— ¿Cuál fue la evolución del Programa?
— HIPERIÓN surgió a partir del análisis de los sistemas de control en las salas de bingo que, si bien tenían un monitoreo electrónico eficiente, requerían de ciertos ajustes. Por ejemplo, era fundamental el control sobre lo físico y, para ello, nació el sistema de cajas. Por otra parte, para auditar en tiempo y forma a todas las salas del territorio de la provincia, se implementaron los sistemas de monitoreo ambiental — a través de cámaras de video — y de alarmas — que se encarga de alertar al operador acerca de eventos relevantes, previamente determinados, como la apertura de puertas o la falla de una máquina—. Luego observamos que hacía falta una subdivisión, porque la información recabada excedía ampliamente al personal. Entonces, reestructuramos e incorporamos mayor personal. Actualmente trabajan 43 personas en horarios rotativos, los siete días de la semana, las 24 hs.
— ¿Cómo constatan que las máquinas que ven son las mismas que las del día anterior?
— Cada máquina tiene un número que se ve por el sistema de contadores. Si el operador tuviera alguna duda de la máquina que está observando, puede solicitar a la sala que abra la máquina X. En el plano tiene que figurar que la X es la misma que está enfocando la cámara y, cuando el asistente de la sala abre la puerta de esa máquina, el operador verá reflejado en el sistema de alarmas ese evento. Por medio del sistema de alertas, se puede ver cuál es cada una dentro de la sala.
A partir del funcionamiento de HIPERIÓN, las salas de bingo tienen, además, la obligación de cumplir con requisitos como conservar las grabaciones de videos durante siete días, actualizar los planos sobre la base de cualquier movimiento de máquinas que realicen dentro de la sala, aparte de efectuar pagos manuales, en tiempo real, y el cierre de caja diario.
Presente y futuro
Iniciada la etapa de maduración de HIPERIÓN, hoy se trabaja para generar un maestro único de máquinas dentro de toda la provincia, registro que buscará otorgar un número irrepetible a cada unidad. “Hoy cada sala tiene un número de máquinas tragamonedas independiente del resto de las salas, la pretensión es que todas las de la provincia tengan un único número, creando un sistema similar al de las patentes de los automóviles”, explica el Director de Sistemas. Con este sistema también se propone:
• Que cada número sea etiquetado con radiofrecuencia, de modo que un inspector, con sólo pasar un dispositivo, pueda ver el número de la máquina, quién es su propietario y su fabricante y cuándo se le realizó la última inspección.
• Contribuir a lograr la certificación de las máquinas tragamonedas en todo el ámbito de la República.
• Acompañar la información sobre cada máquina hasta el final de su vida útil: para ello, revisar la degradación al momento de darla de baja para su destrucción, de manera de evitar su ingreso al mercado negro.
El gran ojo que es HIPERIÓN arroja a diario enormes volúmenes de información: cada mes, el registro de los movimientos de las 11 mil tragamonedas equivale a 1.300 libros, de 500 hojas cada uno, con 320 páginas de imágenes. Por eso, para procesar semejante caudal de datos, hizo falta sumar nuevas tecnologías. “Hoy se registran 11 mil eventos cada 30 minutos, que hay que multiplicarlos por 15, porque es más o menos la cantidad de registros que trae la máquina tragamonedas hacia los sistemas de control. A eso se suma la información de los circuitos de cajas y las grabaciones ambientales. Todo da una importante cantidad de información cruda y para reducirla a un nivel manejable estamos incorporando el sistema data-work-house”, explica Pizzi. La otra nueva tecnología que se incorporó recientemente fue el data-mine, que permite explorar el historial de una máquina y ver, por ejemplo, si se ocasionó más de un problema dentro del proceso de control.
— A nivel Nacional e Internacional, ¿qué repercusiones tuvo HIPERIÓN?
— En nuestro país se presentó en ALEA y, en general, las repercusiones son muy buenas porque no existe en el mundo un sistema con estas características. De hecho, más de una empresa que participó del proyecto vende sus productos diciendo que participó de HIPERIÓN. También está previsto efectuar un congreso entre loterías nacionales e internacionales para mostrar la experiencia y profundizar en la gestión del Estado como órgano de control, para capitalizarla en otros ámbitos, con el espíritu de la provincia de intercambiar información y experiencias con otros expositores.
— ¿Qué proyectos existen a futuro?
— Terminar el proceso de maduración de HIPERIÓN, certificar a través de la norma ISO 9000:2000 (en manos de la Comisión de Investigaciones Científicas y la Universidad de San Martín) y efectuar un manual que explique cómo se debería controlar el juego y que esté certificado. En unos tres años esperamos generar una especie de certificación HIPERIÓN de cómo se controla el juego a nivel estatal, que constate que lo que se está haciendo es lo que corresponde.
Hiperión en funcionamiento
Lo ocurrido en la sala de bingo de Ramallo brinda un ejemplo de cómo funciona HIPERIÓN: una máquina, luego de otorgar un jackpot —premio extra que arroja la tragamonedas a partir de un criterio aleatorio—, se trabó y no se sabía si se había pagado el premio o no. “El sistema de alarmas había indicado este evento y lo pudimos comprobar a través de las cámaras, porque la gente festejaba y, luego, a través del sistema de cajas, corroboramos el pago efectivo”, amplía Pizzi. Todas estas pruebas se sumaron al expediente y rápidamente se le permitió a la sala que volviera a cero el contador de la máquina. “Pudimos ver en tiempo real y certificar lo que había sucedido. Si no hubiésemos tenido los sistemas, tendríamos que haber enviado a un inspector y eso hubiese implicado un retraso en el pago”, concluye.
Hiperión en números
• Más de 11.000 dispositivos de juegos interconectados.
• 237 millones de registros mensuales.
• 130 servidores en todo el modelo.
• Más 350 PC involucradas.
• Más de 1.200 cámaras dispuestas en las 46 salas de bingo.
• Más de 200.000 horas de video grabadas por semana.
• 70 personas en los centros de cómputos propios.
• 50 personas externas representantes de las distintas empresas relacionadas.
• 90 megabytes de enlaces con las distintas salas provinciales.
• La información que surge del sistema equivale a 1.300 libros, de 500 hojas, con 320 fotos cada uno: 40 enciclopedias británicas completas, cada mes.
Fuente: http://www.centrohiperion.com.ar/
miércoles, 20 de junio de 2007
Suscribirse a:
Comentarios de la entrada (Atom)
No hay comentarios.:
Publicar un comentario