domingo, 24 de junio de 2007

Barras de Central presos tras riña en el casino de Victoria

Seis barra bravas de Rosario Central protagonizaron una reyerta en el casino de Victoria y terminaron detenidos.
La trifulca implicó que estuvieran privados de libertad por varias horas. Sólo uno no volvió a la calle: quedó preso por un pedido de captura que tenía en Rosario.
Algunos de los hinchas que se trenzaron ostentan una trayectoria en episodios de la crónica policial: Oscar Paquito Ferreyra, acusado por distintos ilícitos, entre los que sobresale el incendio de la céntrica sede auriazul.
Y los hermanos Oscar y Alberto Taboada, que estuvieron presos por disparar a un grupo de personas en los Tribunales rosarinos en noviembre de 2000, episodio que determinó la instalación de detectores de metales en ese edificio.
Del insulto a la piña. Según lo registrado por las cámaras de video de la sala, el violento episodio se inició cuando Oscar Paquito Ferreyra, de 36 años, ingresó al casino con Marcelo Novelli, de 41, Juan Pablo Torres, de 26 y José Traico, de 25. Al parecer los guiaba una idea: confrontar con los hermanos Oscar y Alberto Taborda, de 27 y 34 años respectivamente, que integran una fracción contraria a la de Ferreyra y que estaban apostando con otros hinchas.
Los dos bandos discutieron durante tres minutos. Los separan, al parecer, enemistades del tablón pero, en especial, de otro terreno más sórdido: los Taborda acusaron alguna vez al grupo rival por la autoría del asesinato de uno de sus hermanos, Hugo, al que conocían como el Sapo, asesinado el 8 de julio de 2000 en Esmeralda y Presidente Quintana, en barrio La Tablada.
En el casino las diferencias se expresaron primero con insultos y después a piña limpia. Personal de seguridad y policías adicionales expulsaron a los contrincantes, quienes afuera siguieron amenazándose con “tiros y fierrazos”, por lo que decidieron llamar a la policía.
De los seis protagonistas de la disputa, la fuerza policial detuvo en un principio a Paquito, los hermanos Taborda, Novelli (quien declaró ser empresario de automotores y representante del cantante Leo Mattioli) y Torres.
El BMW. Traico logró escabullirse y huir con el BMW color gris metalizado de Paco, que abandonó poco más tarde con todas sus puertas abiertas en una estación de servicio ubicada en 25 de Mayo y bulevar Sarmiento (en el acceso principal a Victoria) para luego tomar un taxi hacia Rosario.
No llegaría a destino. Casi al final del camino se arrepintió, volvió y se encaminó voluntariamente a la Jefatura de Victoria, luego de recibir un llamado telefónico aparentemente de Novelli. Mientras tanto, Paquito, custodiado por la policía, se dirigió a la estación de servicio a buscar el auto, que permaneció todo el día frente a Jefatura.
Los demorados fueron liberados, excepto Alberto Taborda, quien tenía pedido de captura en Rosario por robo calificado.
Petaco. A primera hora trascendió que en la disputa estuvo el ex jugador de Rosario Central Horacio Petaco Carbonari. El jefe de la División Investigaciones de la policía de Victoria, Marcos Schmunk, dijo que si bien el ex defensor se hallaba en el casino no participó de la reyerta dado que (según las cámaras de seguridad) se retiró en el preciso momento en que Ferreyra ingresaba.
El 6 de noviembre del año 2000, cuatro meses después del asesinato del Sapo Taborda, sus hermanos Alberto y Oscar protagonizaron un incidente memorable en los Tribunales provinciales, cuando en un pasillo del segundo piso emboscaron a tiros a un grupo de allegados al acusado del crimen, que debía declarar.
Fue un desbande: las personas se tiraron al piso o se zambulleron en los juzgados más cercanos mientras sonaban los tiros. Los familiares de Luciano César, el acusado, eran unos seis. Cuando cesaron los balazos persiguieron a los Taborda con una perforadora y un florero que les arrojaron. Los dos Taborda terminaron presos. A raíz de este episodio se instalaron detectores de metales en los Tribunales.
Fuente: http://www.lacapital.com.ar

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