Otro jugador famoso de la ruleta fue Harold Smith.
Ocurrió a principios de la década de los '60 cuando saltaron a la fama las grandes apuestas que hacia este señor. Una de las apuestas más alocadas que llegó a hacer fue apostar un casino entero a un solo giro de la rueda de la ruleta. "De tal palo, tal astilla” es en el caso de Harold especialmente cierto. En los años 1930, su padre y su hermano Raymond, operaban juegos de ruleta a lo largo de la costa de California y en poblaciones como Rio Nido. Cuando, algunos años más tarde, ellos fueron arrestados, había un solo lugar al cual ellos podían escapar: Reno, Nevada. Por aquellos días, si bien el juego en Nevada era legal, no estaba desarrollado, así es que la familia aprovechó el momento y estableció el casino “Haroldo Club”. Los esfuerzos promocionales valieron la pena y el club se convirtió en el más famoso y exitoso del mundo. Según Harold, el éxito de cualquier juego se haya en el estado de ánimo del jugador al sentarse en la mesa del juego. Para los grandes apostadores que necesitan mucha confianza para ganar, esto es absolutamente una obligación. Los jugadores deben ser capaces de entrenar sus mentes para el triunfo e implantar esa idea muy profundamente dentro de su cerebro.
lunes, 11 de junio de 2007
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