sábado, 23 de mayo de 2009

Los juegos de azar tradicionales se tambalean ante el empuje de internet

España - Los efectos de la crisis económica y las apuestas 'online' generan un acusado descenso en las recaudaciones de la lotería, los casinos y la ONCE.
La ONCE cerró el pasado año su ejercicio con una caída de ventas de un 3%.
Las primeras reseñas que se conocen de los juegos de azar provienen de Egipto, aunque muchos creen que van unidos a la historia del hombre desde tiempos inmemoriales. Tentar al azar, a la suerte, perseguir a la diosa Fortuna es algo consustancial al ser humano.
Para la mayoría, los juegos de azar son un casi un mero entretenimiento. Para otros, una adición, una auténtica enfermedad. Y, para unos pocos, un rentable negocio. Pero en los últimos tiempos el sector pasa por grandes zozobras; la irrupción de un poderoso vehículo como internet, unida a la crisis, trae de cabeza a muchos empresarios del sector.
Los españoles no parecen recurrir a las apuestas o sorteos para sortear una crisis que también se hace sentir en los juegos de azar. Malos vientos que no afectan a todos por igual. Los juegos 'online' se han puesto de moda y al parecer de forma muy rentable. El español quizás no sale ahora demasiado a cenar, pero sí se conecta a internet y prueba suerte.
Rafael Martínez Vázquez, presidente de la Asociación Española de Empresarios de Salones de Juego y Recreativos (ANESAR), la idea de que la gente en tiempos de crisis busca en los juegos una posible solución a sus problemas «es un mito que, por lo menos en lo que se refiere al juego gestionado por operadores privados, debemos desterrar definitivamente».
«Nuestro trabajo consiste en ofrecer diversión y ocio a nuestros clientes. No ofrecemos soluciones a la hipoteca o a los gastos mensuales a que ha de hacer frente el ciudadano», añade.
El presidente de ANESAR considera que los juegos del Estado quizás sí pueden provocar esos efectos, ya que ofrecen premios mucho más sustanciosos y hacen creer al ciudadano que pueden ser una tabla de salvación.
Heliodoro Giner López, secretario general de la asociación española de casinos de juego, cree que «la gente, en tiempos de crisis busca juegos en los que, con una pequeña inversión, puedan obtener un retorno importante que les solucione sus problemas económicos; no se juega por el placer de hacerlo, si no por el premio».
Sin embargo, el sector de loterías tampoco está al margen de la crisis. Falta conocer cuánto gastarán los españoles en Navidad del 2009, un año atípico en todos los sentidos, pero los datos dicen que también desciende la compra de décimos.
Beneficios disparados
Muy al contrario, las apuestas y los juegos que usan internet como vehículo crecen. Se calcula que durante 2008 esta modalidad obtuvo unos beneficios superiores a los 200 millones de euros en España. Los resultados, recogidos por la Asociación Española de Apostadores por Internet (AEDAPI), incluyen operaciones de apuestas deportivas, póquer, casinos y otras modalidades de juego.
Por modalidades, durante la anterior campaña las apuestas deportivas generaron en la red ingresos cercanos a los 75 millones de euros, lo que supone un aumento aproximado del 25%.
Las web de póquer obtuvieron ingresos superiores a las 45 millones de euros en 2008, lo que significa un aumento aproximado del 10%. Por último, el casino y otras modalidades de juego 'online' produjeron ingresos por un valor cercano a los 85 millones de euros, un aumento estimado del 20%.
Según la AEDAPI, se ha experimentado un aumento aproximado del 20% en 2009, lo que hace prever un saludable estado del sector en los meses venideros. Se estima que las apuestas deportivas van a aumentar cerca del 30% este año, el póquer podrá llegar a crecer cerca de un 10% y los casinos 'online', junto a las restantes modalidades de juego, podrían subir cerca de un 20% en 2009.
Esta asociación estima que en el próximo ejercicio el sector generará ingresos de cerca de 250 millones de euros, con un tendencia de aumento progresivo constante en los próximos años. Sus previsiones apuntan a que el sector llegará a ingresar cerca de 450 millones de euros en 2012.
Mientras internet se dispara, la ONCE se resiente. Para César Palacios, director adjunto de la organización, «está demostrado que la curva de gasto en juego de la mayor parte de los países sigue muy de cerca la evolución del PIB, y la crisis actual está afectando de forma muy seria al sector en todo el mundo, incluida España».
Según los datos que maneja la ONCE, al cierre de 2008 los bingos rebajaron su recaudación entre un 8% y un 12%, mientras que los juegos del organismo de Loterías y Apuestas del Estado apenas crecieron un 0,6%, después de bajar incluso en el sorteo de Navidad. La organización de los ciegos españoles, por su lado, cerró el pasado año con una caída en las ventas de un 3%.
La presión de internet ha hecho que los juegos de azar tradicionales busquen novedades más atractivas y, sobre todo, una legislación más favorable. Para los casinos, explica Heliodoro Giner, «la regulación del sector arrastra una serie de problemas crónicos prácticamente desde que fueron autorizados, con muchas prevenciones, justo después de la Dictadura».
En su opinión, con la finalidad de no permitir que el juego se extendiera, se pusieron dos grandes barreras. Por un lado, una fiscalidad sin parangón por la que el erario público se lleva entre el 50% y el 60% de los ingresos brutos que genera un casino; por otro, existen tributos como el Impuesto de Actividades Económicas (IAE) por el que los casinos pagan hasta 74.000 euros por año y mesa de juego, sin importar el dinero que obtengan de cada una. Y ello sin olvidar el impuesto de sociedades que grava sus beneficios totales y la prohibición de realizar publicidad.
Presión impositiva
Según Giner, «o se afronta una revisión seria de la normativa de casinos o estos sucumbirán ante la competencia que suponen otros sectores» legales y no legales, como el juego 'online'.
De la misma regulación se quejan desde ANESAR: «Como empresarios, debemos defender la competencia como elemento clave de todo sistema económico, pero también debemos tener en cuenta que nos resulta imposible competir con quien de manera consentida opera juegos no regulados, y por tanto prohibidos, o con quien puede realizar campañas publicitarias que nosotros tenemos prohibidas».
En este contexto, ANESAR denuncia que en la actualidad no se puede conocer el volumen de negocio que genera en España otro tipo de juegos: los llamados 'call TV' que se emiten a todas horas, pero sobre todo nocturnas, y en los que, «curiosamente», ningún espectador es capaz de acertar cosas como el color del caballo blanco de Santiago en dos horas de programa. También les resulta increíble que no se ejerza un control efectivo sobre estas actividades.
Martínez Vázquez confirma así que «hoy en día hemos de competir con todo tipo de juegos que se practican por medio de internet, televisión, teléfonos móviles y otras plataformas. «También con la gran diversidad de juego público y semipúblico», añade.
Para los casinos es sorprendente que España, un país que desde hace tiempo orientó su actividad económica hacia los servicios y sobre todo al turismo, pueda presumir de tener los mejores restaurantes, los más modernos hoteles, fantásticos museos, buenas comunicaciones y, sin embargo, asfixie a los casinos con la herramienta de la fiscalidad, pese a que ha demostrado ser un sector capaz de generar turismo o, al menos, contribuir a la oferta global. Los datos de los distintos conceptos de ingreso de los casinos hasta el 31 de marzo de este año continúan siendo negativos. Sólo el número de visitas muestra un incremento del 7,3%.
Las previsiones a corto plazo de la ONCE apuntan, asimismo, que va a seguir la contracción de la demanda. Habrá una nueva reducción de los ingresos hasta el segundo semestre de este año, por lo que por el momento sus objetivos pasan por incrementar la eficiencia reduciendo costes.
A largo plazo, esperan que esa inversión en eficacia permitan recuperar el crecimiento razonable de las ventas, de las que la ONCE extrae los recursos que necesita para su labor social.
Fuente: finanzas/LOLES SILVA

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