España - En tiempos de crisis o dificultades económicas el gusto por los juegos de azar aumenta.
Se trata de apuestas que suponen una pequeña inversión, con altas probabilidades de perder pero, que en el caso de que ‘haya suerte’, los beneficios son desorbitados. Ahora, esta visión de negocio ha llegado al mercado. Dadas las turbulencias financieras, la incertidumbre y la alta volatilidad que se ha instalado en los parqués, la bolsa se ha convertido más que nunca en un juego y ha crecido el número de inversores que buscan valores con las características propias de la lotería: bajo precio, alta volatilidad, pocas probabilidades de ganar y un elevado beneficio en el caso de que la jugada salga como se espera.
Al menos así lo ha visto Alok Kumar, profesor de finanzas en el McCombs School of Business de la Universisas de Texas, que ha llevado a cabo un estudio sobre “Quién Apuesta en el Mercado de Valores”. Según las apreciaciones de Kumar “la propensión a apostar y las decisiones financieras mantienen una correlación”. En este sentido, el profesor asegura en su tesis que “los inversores individuales prefieren valores con características similares a las de la lotería y, al igual que la demanda de esta, la demanda por este tipo de valores aumenta en tiempos de desaceleración económica”.
Esta tendencia se extiende sólo entre inversores particulares, nunca entre institucionales.
Además, estos tienen un perfil socioeconómico muy determinado. Se trata de personas que no tienen ingresos elevados, que viven en regiones con una larga tradición por los juegos de azar y con elevados niveles de desempleo. Así mismo, según se desprende del estudio, este comportamiento es más común entre católicos que entre protestantes, generalmente varones jóvenes, solteros, residentes en zonas urbanas y, en el caso de Estados Unidos, afroamericanos o hispanos.
Según Alberto Roldán, analista de Inverseguros, esta tendencia no tiene cabida en España, de entrada por la ausencia de valores que encajen en este tipo de esquema. “La diferencia entre España y Estados Unidos es infinita. Aquí no tenemos este tipo de valores, de entrada porque aquí sólo hay 180 compañías cotizadas frente a las Nasdaq o el Russell 3000”, ha asegurado a Cotizalia.com
Para llevar a cabo su estudio, Kumar analizó las transacciones financieras de 70.000 inversores anónimos. “vimos que la gente que toma riesgos en valores con características propias de la lotería ganaron entre un 2% y un 3% menos que otros inversores”, asegura el profesor, no obstante, siguieron apostando.
Entre este tipo de valores también se encuentran “compañías que en muchos casos están en suspensión de pagos pero que siguen cotizando. Los inversores en este tipo de valores son especuladores brutales, siempre han existido”, explican fuentes de Selfbank a Cotizalia.com. “Sin embargo, en estos momentos no creemos que el porcentaje de este tipo de inversores haya aumentado, de entrada por los volúmenes tan bajos que estamos viendo en los mercados”, aseguran esas mismas fuentes.
Y es que, según opina la firma financiera, “una persona con una cultura financiera bajo ni se acerca a la bolsa porque tiene miedo”. En cualquier caso, este tipo de inversores, en realidad lo que tienen “es un punto de ludopatía, no nos cabe duda. Son personas que siguen mucho los mercados y que prueban suerte”, como en las carreras de caballos, la quiniela, o la bonoloto…, no son inversores, son jugadores.
Fuente: cotizalia
domingo, 1 de marzo de 2009
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