lunes, 2 de marzo de 2009

La justicia argentina investiga a Cirsa por un asunto de facturas falsas por un millón de dólares

España - Joaquín Agut, ex presidente de Endemol y ex presidente de Terra, tuvo que desplazarse a Buenos Aires.
En su actual cargo de director general de Cirsa International Gaming Corporation, debía comparecer en la capital argentina debido a un proceso que se sigue en este distrito por un presunto delito de falsificación de facturas. El sumario se lleva en el juzgado de primera instancia de lo criminal y correccional federal número 12 de la capital argentina con el número de diligencias 9147/08.
Agut fue convocado como uno de los responsables de la sociedad Casinos de Buenos Aires, perteniente al grupo CIRSA -cuyo propietario es Manuel Lao- y que tiene el barco casino fondeado en la capital argentina. Tras su declaración, salió en libertad después de depositar 50.000 pesos de fianza. Fuentes cercanas al caso manifestaron a El Confidencial que existen sospechas de que la multinacional del juego realizó operaciones oscuras en el país sudamericano. Por contra, fuentes de CIRSA afirman que se trata de una cortina de humo de una de las empresas proveedoras que ha querido desviar sospechas sobre irregularidades de sus actividades que investiga la Hacienda argentina.
El actual problema de Cirsa en Argentina derivó de unas supuestas facturas falsas que la multinacional española había presentado en aquel país. Según los responsables de la empresa Maumis, esta sociedad se vio obligada a extender diversas facturas durante los años 2005 y 2006. En concreto, según su declaracióin ante el juzgado 12 de Buenos Aires, habían pagado siete facturas por trabajos que no se habían realizado. Las facturas estaban extendidas por 172.703, 288.101, 71.970, 210.056, 135.520, 76.520 y 65.582 dólares. Las facturas estaban libradas a la sociedad Casino Buenos Aires SA, propiedad de la multinaconal catalana Cirsa, que administra los casinos de la capital argentina.
No sabía nada
Según manifestaron a El Confidencial fuentes cercanas a la investigación, Agut declaró ante el juez que no sabía nada del asunto porque jamás ha intervenido en la administración Casino Buenos Aires. El directivo de Cirsa manifestó que desconocía la composición del accionariado de esta compañía argentina y desvió las responsabilidades hacia el director ejecutivo y el administrador de la empresa del juego en Argentina. Además, reconoció que Cirsa no ejerce ningún control sobre las sociedades y los fondos que manejan las compañías que tiene en diversos países del mundo. También afirmó que desconoce si las empresas de la multinacional pueden operar a sus anchas o han de solicitar algún permiso a su matriz en España para disponer de los fondos que tengan. Además, Agut se desmarcó del pleito diciendo que él llegó al grupo Cirsa en junio del 2006, por lo que lo que desconocía lo que había sucedido antes. Y las facturas eran de medio año atrás.
Fuentes de Cirsa maninifestaron a este periódico que todo se debió a “la denuncia de un proveedor que estaba siendo investigado por la Hacienda argentina”. Este proveedor, que debía hacerse cargo de las instalaciones del segundo barco casino que Cirsa quería abrir en Buenos Aires, estaba siendo investigado por Hacienda. “Para librarse de la inspección, presentó una querella contra tres funcionarios de Hacienda que encontraron irregularidades en sus obras. Su intención era desviar la intención”, afirman estas fuentes.
Según estas mismas fuentes, Agut acudió a declarar porque el juzgado creía que era el presidente de Casino Buenos Aires. “Pero ni siquiera llegó a ser interrogado por el juez, sino por un funcionario del juzgado. Es verdad que tuvo que depositar 50.000 pesos, pero esa medida se debe a que, como es ciudadano español y con residencia en España, se dictó una medida cautelar para poder asegurar su presencia en el pleito. Sin embargo, cuando los denunciantes dicen que sucedieron los hechos no estaba ni siquiera en el grupo Cirsa. Todo es una maniobra de la empresa proveedora”. En el juzgado argentino dudan de que la compañía con sede en el “Reino de España” no tenga absolutamente ningún control sobre las compañías subsidiarias que tienen en otros países. Según estas fuentes, se le interrogó sobre supuestas cajas fuertes con importantes sumas de dinero que escapan al control de Hacienda. En este punto, Agut también afirmó desconocer todo.
La responsabilidad es, según el alto ejecutivo de Cirsa, del director general y del director financiero de Cirsa en Argentina. Mientras, ha vuelto a su casa de Matadepera, cerca de Terrassa, a esperar un final feliz en el pleito con sus proveedores argentinos. “La tramuntana -viento frío del nordeste que azota la costa catalana- le sienta mejor que el anticiclón atlántico que sopla por Argentina”, dicen sus allegados.
Fuente: cotizalia

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