Argentina - Entre Ríos - La actividad de las agencias de tómbola es normal, aunque se notan apuestas por menores montos, según pudo averiguar EL DIA. Las carreras de caballos, en tanto, se mantienen firmes. El casino, en tanto, es deficitario.
Las agencias de tómbola tienen un pulso distinto del negocio según el lugar geográfico donde operan. El dueño de una reconocido local céntrico, no ve que la crisis lo esté afectando, aunque otro instalado en un barrio tiene otra percepción.
“Se ve que la plata está escaseando”, dijo un agenciero barrial en diálogo con EL DIA, al explicar que su clientela sigue yendo a su local, aunque los montos de las apuestas son menores.
Alguien podrá pensar, no sin razón, que es en la época de malaria cuando la gente, angustiada por su situación, se inclina con mayor asiduidad a probar suerte en los juegos de azar.
Por otro lado, hay una cultura popular muy arraigada en la Argentina, más allá de los vaivenes de los ciclos económicos, según la cual el progreso depende mucho de un vuelco repentino del destino.
Expresión de ello es la variedad asombrosa de ofertas de juego. En Gualeguaychú, como en otras ciudades, proliferan las agencias oficiales de tómbola, al punto que rondan las 70 (sin mencionar, claro, la quiniela clandestina).
La cuestión es tener plata en el bolsillo para despuntar el vicio. Y en Gualeguaychú, esta condición existe, sobre todo después de un verano carnavalero exitoso, que inyectó pesos a raudales en la ciudad.
“No sé cómo es en otras ciudades de la provincia, pero aquí hay movimiento”, explicó nuestro agenciero del centro. De todos modos, acaso porque ya la plata vale menos que antes, alguna variación se nota en el comportamiento de los jugadores de quiniela.
“Por ejemplo, muchos están jugando a las cuatro cifras. La gente se entusiasma con el hecho de que jugando 1 peso puede ganar 3.500 pesos”, comentó, aunque agregó que no han desaparecido, ni mucho menos, quienes siguen apostando a las 2 y 3 cifras, que es la práctica más tradicional.
La quiniela funciona así: el premio está en relación con la apuesta efectuada. Por ejemplo, acertando 2 cifras a la cabeza, se cobra 70 veces lo apostado. Y en el caso de acertar 3 cifras, se percibe 600 veces lo jugado.
Lo concreto es que el público sigue apostando, aun en la crisis. Pero los agencieros consultados por este diario, temen que la recesión se agrave, y la actividad se derrumbe como en el 2002.
Se podría decir que las crisis suelen acicatear al público al juego, por aquello de que muchos buscan una tabla de salvación económica. Pero cuando la crisis destruye ingresos, como ocurrió en 2002, la cosa cambia.
“Todo depende de si la gente tiene alguna moneda en el bolsillo”, refirió uno de nuestros entrevistados.
El juego más atractivo es la quiniela, que tiene sorteos diarios. Y dentro de los ‘poceados’ sobresale el Quini 6, y después le siguen el Loto y el Bingo.
Cabe consignar que en un juego poceado el monto que se ofrece en premios (pozo) es variable, y corresponde a un porcentaje de lo recaudado. Cuando en un sorteo no hay ganadores, el pozo se acumula al del próximo sorteo.
De esta manera en el Quini 6, por caso, se han formado pozos acumulados superiores a varios millones. En ellos uno puede apostar unos pocos pesos y, si acierta, terminar ganando varios millones de pesos.
“Y acá en Gualeguaychú ha habido mucha gente que ganó el Quini. Alguno se ha llevado hasta un millón de dólares”, agregan en las agencias, desde donde para atraer público a esta modalidad, arman ‘combos’ para varios jugadores.
Cuando la gente tiene un excedente de dinero no se olvida de jugar. Por eso los momentos de mayor actividad en las agencias coinciden con la época en que se pagan aguinaldos.
En diálogo con EL DIA, el titular del IAFAS José Spinelli (ver aparte), indicó que en Entre Ríos hay más de 800 agencias de tómbola, dijo que en la ciudad de Gualeguaychú rondan las 70, hay 4 en Larroque, 11 en Urdinarrain, en Aldea San Antonio 2 y en Gilbert 2.
Apuesta firme por los caballos
El gerente del Jockey Club Gualeguaychú, Julio Abdelnave, aseguró que la crisis aún no ha producido una baja en la cantidad de jugadores y en las apuestas en las carreras de caballo.
“Es estable, es normal”, explicó aunque aclaró que el juego es un aspecto secundario dentro de la “actividad social” del Jockey Club. “Para nosotros el juego es de segundo grado”, destacó el gerente.
“A veces no se comprende que la actividad del turf viene acompañada por una fuente laboral muy importante. No es similar a una lotería o como un casino”, explicó.
Según dijo, hoy 240 familias dependen de la actividad hípica local. “El parque caballar de Gualeguaychú reúne a 240 caballos. Y cada uno de los animales tiene un peón o cuidador”, afirmó.
Las carreras locales y las foráneas son los juegos principales del club, aunque su apoyo más importante, según Abdelnave, proviene de la cuota que aportan los socios de la entidad.
Descartando Palermo, San Isidro y La Plata, el hipódromo de Gualeguaychú es uno de los tres más importantes del interior del país, explicó. “En la provincia lidera por la cantidad de personal permanente (18 en total) y por la actividad social que tiene”, dijo.
“Los días domingos trabajan 62 personas eventuales. Se contrata una ambulancia de un servicio privado, se contratan 7 policías y se da trabajo a 14 personas más para mantener el predio”, comentó con relación al impacto laboral de la actividad.
“Si mensualmente se realizan dos reuniones estamos frente a una empresa que está pagando casi 100 mil pesos de sueldos mensuales. Si esto se multiplica por doce meses, es una empresa que paga empleados por 1.200.000 pesos”, destacó.
La cifra se va a 1.700.000 pesos si se suman todos los gastos conexos a la actividad (insumos e impuestos). “Si ha todo esto uno le suma 240 caballos, que pagan un promedio de 1.000 pesos por mes, esto es una fábrica que factura anualmente arriba de los 7.000.000 de pesos”, resumió Abdelnave.
“Sin embargo los políticos de turno –tanto municipales como provinciales y nacionales- parecen no interesarles estas cifras”, afirmó el entrevistado, al quejarse por la falta de apoyo oficial al Jockey.
Abdelnave comentó que si se deja caer al hipódromo local habría un daño laboral irreparable, porque quienes trabajan al lado de los caballos no podrían hacer otra cosa, ya que es un oficio muy específico.
El sector, concretamente, está pidiendo una legislación nueva en Entre Ríos para que el turf se realice en hipódromos centrales y a la vez se reconozca a la actividad como deporte para poder ingresar al Instituto del Seguro (y así achicar los costos de seguro de los jockeys), entre otras mejoras.
El casino local hoy no es rentable, dicen en el IAFAS
“En realidad nos estamos manteniendo de acuerdo a la recaudación que teníamos. Aunque todos sabemos que 10 pesos de hoy no son lo mismo que 10 pesos del año pasado”.
Eso dijo José Spinelli, titular del IAFAS, al ser preguntado por EL DIA sobre si la crisis estaba impactando en el casino de Gualeguaychú. En su opinión no ha bajado el número de jugadores, pero sí el valor monetario de las apuestas en general.
El funcionario, en tanto, trazó un cuadro inquietante del casino local. “Ya no es el que era”, dijo con relación a que ya no recauda como en los ‘80, en su época de esplendor.
“Llegó a ser el número uno de la provincia. Hasta que las condiciones cambiaron luego de que se abrieron nuevos casinos en la provincia de Buenos Aires”, explicó. Hoy ese primer lugar dentro de las salas de juego provinciales, apuntó, lo ocupa el casino de Victoria.
“Yo diría que el casino de Gualeguaychú llegó a ser lo que es Victoria hoy”, comparó Spinelli, quien por otro lado dio a entender que el enclave local es deficitario actualmente.
Al respecto, señaló que los ingresos por el juego no cubren los gastos operativos del casino, sobre todo de su plantilla de personal. “Los ingresos que se producen no cubren los egresos. Es matemática simple: si recaudás 4 y gastás 5, perdés 1”, subrayó.
“La existencia de una cantidad de personal que no se compadece con el movimiento que tiene el casino lleva a que deje de ser el de antes”, dijo. Y esto más allá de tener una infraestructura nueva, que lo hace muy funcional, explicó.
“Es un casino que si se hacen bien los números hoy está siendo deficitario, a pesar de que el personal pone todo el empeño”, señaló tras declarar que “estamos tratando de revertir esta situación”.
Spinelli comentó que el juego de paño es deficitario en todas las salas de la provincia, salvo en Victoria y Chajarí.
“Eso motivó que nosotros cerráramos la sala en la Ruta 14 por ejemplo. Porque la recaudación no cubría los gastos de explotación”, destacó.
Según dijo, hoy son las tragamonedas quienes concentran la preferencia de los apostadores. Y en el caso de Gualeguaychú son explotadas por el IAFAS, aunque paga un alquilar por las máquinas a un privado.
Este convenio se realizó en 2003 y vencen en 2013. De esta manera, dijo, un porcentaje de la recaudación de las tragamonedas va al privado que ganó la licitación por esas máquinas.
En otro orden, Spinelli abogó por una reconversión de los horarios del casino local en época veraniega. Según dijo, hoy se da la paradoja de que el turista del Carnaval encuentra cerrado el casino después de terminada la fiesta.
“Esta es una materia pendiente. Hay que llegar a un acuerdo con el personal. Tenemos que ser más inteligentes en cuanto al horario de apertura del Casino en la época del Carnaval”, explicó.
“No podemos tener el casino abierto a la misma hora que se desarrollan los corsos. El público turista primero presencia los corsos y después del espectáculo se va al casino. Entonces tenemos que ser inteligentes y tener el casino abierto en el horario que el turista pueda ir”, señaló.
Por último el titular del IAFAS dijo que se sigue con preocupación la apertura de un casino en Rosario a partir de octubre, por su impacto en Victoria y en todo el sistema de juego entrerriano.
“Estamos evaluando la incidencia de esta apertura. El nuevo casino de Rosario es muy importante. Diría que está dentro de los más grandes de Latinoamérica”, apuntó.
Fuente: eldiadegualeguaychu
lunes, 6 de abril de 2009
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