Hipódromo en ruinas pese a tragamonedas

USA - Al igual que muchos otros en la industria local, el entrenador y conductor de Pompano Park, Michael Deters, se esforzó mucho para que se permitieran las máquinas tragamonedas en los hipódromos del sur de la Florida.
En el 2004, cuando se les pidió a los votantes que aprobaran un enmienda constitucional que preparara el camino para las máquinas, Deters repartió literatura de respaldo en la escuela de su hijo en Coconut Creek. Deters y la mayoría de empleados del hipódromo de Pompano contribuyeron $100,000 a la campaña, con dinero prestado.
El referendo se aprobó, pero lo que no llegó nunca fue la esperada ganancia para quienes trabajan con los caballos.
''Fuimos utilizados'', afirmó Deters.
Mientras la legislatura de la Florida considera una propuesta para expandir las tragamonedas a todos los hipódromos y galgódromos del estado, el caso de Pompano Park, que ahora es más conocido por el nombre del casino donde están las máquinas, ''The Isle'', envía una señal de advertencia. ''The Isle'' es el más concurrido de los tres casinos con tragamonedas de Broward, pero los pagos a los conductores no se ha duplicado como aseguró la administración durante la campaña.
A nivel nacional, las tragamonedas frecuentemente se anuncian como un medio de mantener a flote a los hipódromos y galgódromos que no están en muy buena situación pero, una vez instaladas, las máquinas frecuentemente se convierten en la atracción principal. Hay nuevos y elegantes salones de máquinas con buenos restaurantes y otras amenidades, mientras que las atracciones antiguas --como el jai alai y las carreras de caballos y galgos-- operan en edificios decadentes, si es que todavía siguen funcionando.
''Es obvio . . . Todo es 10 veces mejor donde está el casino'', dijo Clarence Wilkins, un cliente del Mardi Gras Casino de Hallandale Beach, que tiene máquinas y carreras de perros. La administración del Mardi Gras dice que el alto nivel de impuestos del estado por las tragamonedas deja poco dinero para mejoras en la pista.
Cerca del Mardi Gras, el Gulfstream Park es el único en Broward que tiene un aspecto completamente distinto, tanto en el casino como en la pista de carreras.
El galgódromo se sometió a una renovación de $230 millones que comenzó antes de que llegaran las tragamonedas, y después fue modificado para incluir las máquinas.
Las carreras de carrozas de caballos en Pompano son menos sofisticadas que las de los purasangres en Gulfstream, y la pista de Pompano, de 45 años, revela su edad. Por ejemplo, los baños de la nueva instalación de máquinas incluyen modernos espejos que exhiben imágenes publicitarias mientras los clientes se arreglan el pelo. Los techos en los baños de la zona de las carreras tienen manchas de humedad.
Los frustrados conductores de Pompano llevaron sus quejas salariales a la corte en el 2007, pero el caso está pendiente. La administración del casino ha rechazado los intentos de la legislatura que exigirían un acuerdo por escrito con los conductores como requisito para operar tragamonedas.
''Creemos que nosotros operamos el negocio y debemos ser los que negociemos pagos justos con ellos'', dice Jack Skelding Jr., cabildero de Pompano Park. El casino, según él, ``no debe quedar en una posición de tratar con ellos con una pistola en la sien''.
Como los legisladores se han mantenido ajenos a la pelea, Pompano tiene la distinción de ser la única pista de carreras de caballos con arnés en el país donde se instalaron tragamonedas sin ninguna protección legal para garantizar que los trabajadores recibieran una remuneración justa, de acuerdo con la U.S. Trotting Association.
Las demás combinaciones de pistas de carreras y casinos del sur de la Florida, Gulfstream y Calder, tienen carreras de purasangres, no de carritos con arneses. Pero en esos lugares los empleados también tienen garantizada una parte del dinero de las máquinas. En Gulfstream reciben 7 por ciento de las entradas de las tragamonedas, y esa porción subirá si el estado rebaja el impuesto de 50 por ciento que tienen las máquinas. Calder no las ha instalado todavía, pero cuando lo haga, los empleados tienen garantizados contratos similares.
Fuente: MICHAEL VASQUEZ - eluevoherald