
Los comerciantes del mercado La Pampa dan un plazo de 7 días a la Lotería Nacional para que junto con otras instancias del Municipio y la Policía retire las máquinas tragamonedas que, a su criterio, provoca la escasez de las monedas de un boliviano y generan una actividad ilegal de apuestas afectando de forma directa a menores de edad.
Este lunes centenares de comerciantes dejaron sus puestos y protagonizaron un mitin en la puerta de la Prefectura del Departamento donde sus dirigentes, con fuertes consignas, señalaron que la responsabilidad de que estas máquinas hayan proliferado por los centros de abasto es de las autoridades.
“No queremos estrellarnos contra otros comerciantes, sino contra las malas autoridades de la Alcaldía, la Aduana y Lotería Nacional por permitir y no hacer nada para cerrar estos negocios ilegales. Si no hacen nada en una semana tomaremos las instalaciones de esas instituciones”, advirtió el dirigente, Ronald Durán.
Sin tributos
Para los comerciantes, los que administran las casas de tragamonedas, tributan al municipio como si se trataran de comercios legales y no cuentan con una autorización expresa de parte de Lotería Nacional, que es la instancia estatal llamada para controlar todos aquellos centros que promueven los juegos de azar.
Según ellos ninguna de estas tiendas se rige a normas de seguridad y control, y aparte de quitar de la circulación infinidad de monedas, cuyo destino se desconoce, en varios casos se constituyen en centros de “mala diversión” acogiendo a decenas de jóvenes y escolares que derrochan todo su dinero en estos juegos.
Según Durán se debe regir el principio de autoridad y pidió que esas instituciones, que a su criterio son las responsables, dejen de ser cómplices de la ilegalidad.
Los comerciantes después de su mitin se dirigieron a las oficinas de la Lotería Nacional, ubicada sobre la Av. Ayacucho casi Jordán, con el fin de expresar su molestia al representante regional, quien no se encontró en su oficina pese a que era horario de trabajo.
Un contingente policial resguardó las oficinas de la entidad estatal y pese a que hubo una amenaza de tomar dichas instalaciones, luego de 15 minutos de permanecer en el lugar, los comerciantes se retiraron hacia su centro de abasto.
Entre otros puntos, los comerciantes también exigieron mayor seguridad para sus mercados, amenazando con tomar justicia por mano propia, si encuentran en flagrancia a algún delincuente.
También piden la reversión a sus manos de la administración de los baños públicos habilitados en los mercados.
Fuente: opinión
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