España - A la aparatosa estructura se le dio licencia como marquesina cuando debió tramitarse como muestra.
La fachada del Casino Mediterráneo instalado en el Puerto, que tantos comentarios ha suscitado por su polémico diseño, no cumple presuntamente la normativa municipal porque el gigantesco luminoso que la cubre se ha tramitado y ha obtenido licencia municipal como marquesina, cuando fuentes técnicas de toda solvencia consultadas advierten de que tal luminoso se ajusta más a una "muestra" y que como tal excede las medidas reglamentarias. Las mismas fuentes indican que bastaría una inspección municipal para comprobarlo y obligar a la empresa a modificar la fachada.
Las circunstancias que dieron lugar a que la Gerencia Municipal de Urbanismo concediera licencia a una fachada que muchos consideran desafortunada, aunque hay que admitir que también tiene sus defensores acérrimos, arrancan cuando la mercantil que promueve el Casino Mediterráneo pide licencia para la instalación de una "marquesina" en la fachada del mismo. La petición, que se hace con posterioridad a la solicitud de la licencia de obras para construir el Casino y de forma independiente, considera que la "marquesina" es una obra menor y así la define. Fuentes consultadas señalan al respecto que esta calificación de obra menor es clave para que obtenga la licencia municipal, ya que este tipo de petición no requieren de una inspección municipal "in situ" para comprobar si la obra final se ajusta a la obra solicitada. El resultado fue la concesión de la autorización para instalar la marquesina sin reparos posteriores.
Sin embargo, las mismas fuentes técnicas indican que el gran luminoso que cubre la fachada del Casino no puede tramitarse como marquesina, por tratarse de una figura muy diferente, y que a lo que más se ajusta es a una "muestra", según las ordenanzas del vigente Plan General de Ordenación Urbana, como elemento más próximo al del luminoso, que no se contempla como tal en el PGOU.
Las "muestras", según se establece en el punto cuatro del artículo 58 de las ordenanzas municipales del PGOU, corregido por una modificación puntual, deben tener una altura máxima sobre la rasante de 2,20 metros, límite que podría sobrepasar el luminoso del Casino. Pero la medida que no cumple, claramente, es la del vuelo máximo de la instalación, que es de 0,15 metros, distancia que la decoración del casino excede sobradamente ya que supera, previsiblemente, el metro. Así sucede con el luminoso central situado sobre la puerta principal, así como con las crestas de los dibujos que sobresalen de la rasante de la cubierta del edificio.
Existe un tercer punto que también incumpliría esta instalación de la fachada. Se trata de la exigencia del citado artículo municipal de que "todos los elementos superpuestos a las edificaciones guardarán en su composición y conjunto armonía con la fachada de la edificación, debiendo realizarse con materiales que tengan unas mínimas condiciones de dignidad y seguridad".
Es verdad que este tercer punto es más interpretable, pero resulta evidente que es muy difícil de demostrar que el luminoso guarda "armonía" con el conjunto de la fachada.
Estos presuntos incumplimientos, según las mismas fuentes técnicas consultadas, están claros y bastaría una inspección ocular municipal para constatarlo.
Hay que recordar al respecto que no sólo la alcaldesa, Sonia Castedo, ha reiterado que la fachada del Casino no le gusta, la última vez en el chat de INFORMACION del pasado martes a una pregunta sobre este asunto, sino que, además, la concejala de Imagen Urbana, Oti García Pertusa, coincidió con su primera edil, e incluso anunció que se había puesto en contacto con la propiedad para que "suavizara la fachada".
Otras voces municipales se han unido a esta discrepancia con la imagen exterior del Casino, como es el caso de la oposición. Así, la edil Loles Fernández ha señalado al respecto que el Casino "está rompiendo con la estética del conjunto de las instalaciones sitas en esta zona del Puerto", y añade que "no nos parece adecuado que la cara más visible de la zona de ocio del Puerto se vea alterada de la forma en la que se está haciendo, ya que rompe el equilibrio actualmente existente". La concejala socialista también dijo que habían pedido el expediente "para ver si están cumpliendo las normas urbanísticas".
Voces destacadas, como el secretario del Colegio de arquitectos, Alejandro Ibarra, y el catedrático de Urbanística, José Ramón Navarro Vera, tampoco consideran apropiada esta fachada en la zona en la que se ubica, aunque también ha habido defensores acérrimos, como el presidente de la federación de Hogueras, Pedro Valera, quien indica que "será espectacular cuando esté iluminada", así como "un punto de encuentro llamativo para Alicante".
La polémica sobre esta edificación arrancó el verano pasado, cuando comenzaron a instalarse las piezas del monumental luminoso que cubre casi en su totalidad la fachada de esta construcción instalada en la zona de ocio del muelle de Levante. Si lo que pretendía la propiedad del Casino era llamar la atención, hay que admitir que lo ha conseguido, pero a un alto precio ya que son mayoría las voces autorizadas en contra de un diseño de fachada que parece una mezcla de establecimiento de la primera época de Las Vegas y de atracción de feria. Esta circunstancia no tendría demasiada relevancia si el Casino ocupara otra ubicación, pero en el lugar donde se encuentra, en una zona emblemática de la ciudad, en el entorno de la postal de la ciudad, con el paseo del Puerto como prolongación de la Explanada, la dársena, la plaza de la Puerta del Mar y el Castillo como telón de fondo, tan descomunal despliegue de luces de chillones colores, ha merecido numerosas reprobaciones.
Fuente: diarioinformación
lunes, 19 de enero de 2009
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