Argentina - Santa Fé - El empresario amigo del Gobierno entró en la autopartista y se destrabó el conflicto. Se beneficia con el ajuste pactado con Trabajo. Cristóbal López, bajo el mandato K, amplió sus negocios: está en la actividad del juego, del petróleo y ahora en la autopartista.
Tal como anticipó Crítica Digital en su edición del miércoles último, el empresario K Cristóbal López tomó las riendas de la autopartista Paraná Metal, de Villa Constitución. Su primera intervención será pagar el jueves próximo $7 millones para saldar la deuda salarial que la firma mantiene con sus operarios. El zar del juego acordó una opción de compra por la totalidad del capital accionario en un plazo de 180 días. López avanzó en la compra de la autopartista a instancias de un pedido hecho por el ex presidente Néstor Kirchner, con quien mantiene una relación de años.
El dueño de Casino Club y la energética Oil M&S iniciará una auditoría hasta el 30 de junio, luego de lo cual presentará una oferta para adquirir todo el paquete accionario. Con una deuda de $50 millones, Paraná Metal entró en concurso de acreedores a fin de año, dejó de operar y anunció el despido de sus casi 1.300 empleados.
El arribo de Cristóbal López se concretó luego de un ajuste pactado entre el Gobierno, la Unión Obrera Metalúrgica (UOM) y los representantes de los trabajadores. A cambio de una garantía de estabilidad por un año, el acuerdo dispuso un congelamiento salarial hasta marzo de 2010 y suspensiones rotativas para el personal con el pago del 70% de sus sueldos. También se mantendrá durante todo el año el subsidio de $600 que el Ministerio de Trabajo aporta en la actualidad por cada operario para complementar los ingresos totales. Y se reducirá el costo de los aportes patronales.
El entendimiento, que se había firmado el fin de semana pasado, estuvo a punto de romperse el lunes, cuando la empresa comunicó que no planeaba depositar los sueldos adeudados: el aguinaldo, una quincena de diciembre y el monto por vacaciones. Al día siguiente se firmó un acuerdo complementario por el cual los directivos de Paraná Metal se comprometieron a pagar hoy en efectivo $1.500 a cada trabajador a cuenta de los sueldos de febrero, y a saldar el jueves próximo la deuda. Una vez concretado el pago de hoy se prevé la reanudación de tareas en la autopartista.
La liquidación de la deuda será el primer paso concreto de López en la compañía. Con el ajuste en marcha aportará los 7 millones de pesos en efectivo y quedará sellada la virtual sociedad que el zar del juego establecerá con el Estado, que entre subsidios y condonación de aportes se calcula que inyectará al menos 30 millones de pesos en el año. En el entorno de Cristóbal López dijeron que el arribo a la autopartista no representa necesariamente que el empresario hará más inversiones en el sector, sino que de momento seguirá su expansión en otros rubros.
El ejecutivo cuenta en su grupo con 11 casinos, 13 salas de máquinas tragamonedas, y dos grandes centros de entretenimientos y juegos de azar en ejecución en Rosario y Ushuaia; la petrolera M&S, con plantas en la Argentina y Brasil; la firma de recolección de residuos Clear; la productora de aceite de oliva Indalo; las concesionarias en la Patagonia de Toyota y Scania, y un establecimiento dedicado a la exportación de corderos patagónicos, entre otros negocios.
También tiene participación accionaria en el Casino Flotante de Puerto Madero y en el Hipódromo de Palermo.
En los próximos días reunirá todas sus compañías, a excepción del Casino Flotante y el hipódromo, bajo la denominación “Grupo Indalo”, un consorcio que emplea más de 12 mil personas, explicaron cerca de López.
En la actualidad, Paraná Metal es manejada por dos sociedades anónimas (Mansud, con el 76% de las acciones, y CLFG, con el resto) integradas por mayoría de ex directivos de Acindar. En el proceso de auditoría la jefatura de la empresa estará a cargo de Carlos Leone, otro ex Acindar que capitaneó las negociaciones de las últimas semanas en el Ministerio de Trabajo.
En diálogo con este diario, Leone confirmó los términos del acuerdo: “Se trata de una opción de compra abierta por parte de M&S Inversiones (otro brazo del grupo económico de López) sobre el 100% de las acciones de Paraná Metal. La compra se va a efectivizar luego de que se haga una auditoría a satisfacción del inversor, lo que debería estar listo antes del 30 de junio”, detalló. El directivo evitó hacer una valuación de la compañía y sólo confirmó que mantiene una deuda estimada en 50 millones de pesos.
A partir de 2003, cuando Ford vendió Paraná Metal a sus actuales controlantes, la autopartista entró en un proceso de deterioro que se agravó velozmente con la crisis financiera internacional.
Leone explicó que en los últimos meses la facturación bajó a la mitad. Mientras en octubre ingresaron 4,5 millones de dólares, este mes el monto bajó a menos de la mitad. Y de una producción promedio de 4.000 toneladas, en febrero se estima llegar a menos de 2.000 toneladas. El directivo reconoció que antes de la propuesta de López los accionistas intentaron abordar a otros siete inversionistas, sin éxito.
La problemática laboral en Paraná Metal pasó a convertirse en una cuestión de Estado por ser una de las primeras compañías en anunciar despidos masivos. De hecho, la primera intervención estuvo a cargo de la Secretaría de Trabajo de Santa Fe, pero la falta de avances en las negociaciones obligó a trasladar el debate a Buenos Aires, en la cartera laboral nacional. La cúpula de la UOM, con Antonio Caló a la cabeza, participó en todas las negociaciones, junto a la filial Villa Constitución del gremio, que conduce el opositor Alberto Piccinini, y la comisión interna de la fábrica.
Fuente: notife
viernes, 30 de enero de 2009
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