
“Estos trabajadores son indispensables para nosotros, tienen mucho tiempo con nosotros y conocen muy bien el cuidado de los caballos de pura sangre”, dijo a Efe, Vince Francia, director de mercadotecnia del hipódromo.
El empleo de los trabajadores, en su mayoría inmigrantes mexicanos, se encuentra en peligro debido a que USCIS rechazó a finales del año pasado su aplicación para renovar sus visas de trabajo H-2B, debido a que el número de solicitantes excedió la cantidad permitida anualmente por el Gobierno federal.
La pérdida de los trabajadores podría tener un fuerte impacto económico para el hipódromo, cuyas operaciones, incluso, podrían estar en riesgo el resto de la temporada.
“Estos son trabajadores que han seguido la ley y que cada año habían recibido su permiso de trabajo”, explicó Francia.
Según el funcionario, se requiere de amplia experiencia para cuidar caballos pura sangre, un trabajo que no cualquier persona puede hacer.
Los trabajadores se encuentran en peligro de ser deportados si no pueden renovar sus visas de trabajo, también perderían automáticamente sus licencias como cuidadores de caballos si no pueden verificar su estatus migratorio ante el Departamento de Carreras de Arizona.
Algunos de los empleados afectados han trabajado por cerca de 20 años en este lugar, algunos de ellos tienen familias en Arizona.
“Pues si nos tenemos que ir, nos tendremos que ir”, dijo Humberto Grijalva, trabajador que lleva más de 15 años en el hipódromo.
Francia aseguró que el hipódromo ha apelado la decisión de Inmigración, un proceso que puede llevar varios meses.
El hipódromo en Phoenix enfrenta el mismo problema que miles de negocios que dependen de los trabajadores extranjeros, ya que el año pasado el Congreso federal redujo el número de visas H-2B a 66.000 anuales y no aprobó la tan anhelada reforma migratoria.
Bajo la ley de inmigración, compañías y negocios en EE.UU. pueden solicitar visas de trabajo temporales para desempeñar empleos que ciudadanos se niegan a hacer.
Las visas H-2B deben de ser renovadas anualmente y tienen una vigencia de 11 meses.
Por varios años, el Gobierno federal había permitido que aquellos trabajadores que habían estado en este programa por más de tres años renovaran sus visas, inclusive si el máximo había sido excedido.
Pero el año pasado este beneficio fue cancelado.
Sin saber de este cambio, el hipódromo Turf Paradise presentó la solicitud de sus empleados cuando todas las visas ya habían sido otorgadas.
“Sabemos que la apelación es un proceso largo, ahora sólo nos queda esperar”, dijo Francia.
Algunos de los empleados afectados que se dedican a bañar, alimentar, caminar y cepillar los caballos ya han comenzado a regresar a México, esperando que en un futuro cercano puedan regresar de forma legal con visa de trabajo a los EE.UU..
Aquellos que permanezcan trabajando aun cuando su visa de trabajo se haya vencido corren el riesgo de ser arrestados por las autoridades y ser deportados, algo que los podría hacer inelegibles para obtener nuevamente una visa H-2B.
La situación es especialmente delicada, particularmente en Arizona, donde el pasado mes de enero entró en vigor una ley estatal que sanciona a los negocios que contraten trabajadores “sin papeles” a sabiendas.
Durante el próximo mes de abril USCIS abrirá nuevamente el cupo de las visas de trabajo H-2B, y esta vez sancionará a los negocios que presenten más de una aplicación por solicitante.
Fuente: EFE
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