viernes, 24 de agosto de 2007

Un personaje con mil anécdotas

La "Cuca", diminutivo de cucaracha y apodo con el cual se lo conoce a este hombre de 45 años en Maggiolo, es un personaje sin igual. Con más de mil anécdotas es considerado por muchos vecinos como "un bohemio errante con alma de jugador". Es que él mismo se encarga de decirlo: "Me jugué la vida en la timba y no le hice asco a nada, ruleta, punto y banca, póquer, caballos de carrera y hasta pelota paleta".
Hoy atiende la conserjería de una estación de servicio ubicada en el ingreso a Maggiolo. Su nombre es Guillermo Bertello aunque todos lo conocen como la Cuca.
Supo ser dueño de autos importados de gran valor y llegó a tener 400 hectáreas de campo a su disposición aunque lo perdió todo en el juego. "Quiero hacer la nota pero dejando un claro mensaje a los lectores: el juego es una enfermedad y no sugiero a nadie que se prenda en eso", aclara de antemano, y en rigor suena creíble tanto como su arrepentimiento.
Su relato inexorablemente está vinculado a su época de jugador compulsivo y no tiene reparos en sostener que fue el jugador más fuerte del sur santafesino. "Llegué a ganar 250 mil dólares en una noche en el casino de Corral de Bustos y jugué a la par de grandes jugadores de ruleta como Gerardo Sofovich o Jacobo Winograd en Mar del Plata", relata.
Dice la "leyenda" que fue un buen jugador de pelota paleta y se las rebuscaba al fútbol aunque él es tajante: "En el fútbol no se podía apostar por lo que me dediqué a la pelota paleta y lo hacía generalmente por plata. Nunca le tuve miedo a las apuestas y si tenía que apostar todo en una noche, lo hacía sin problemas".
Cuca relata pormenorizadamente sus "hazañas" que según su criterio tienen sentido si les sirven a la gente. "Estoy arrepentido de lo que hice porque los vicios terminan con todo -cuenta-. Uno no sólo pierde plata con el juego; lo más grave es que se pierden personas, afectos, familia y amigos que en las malas desaparecen".
"No son buenas las noches en que se gana y de las noches en que se pierde mejor ni hablar, pero el jugador siempre cuenta las noches de éxito y no los fracasos", dice para luego rematar: "El saldo es este, estoy subsistiendo gracias a la gente que confió en que atienda esta estación de servicio y a la cual le estoy sumamente agradecido".
Cuca es un personaje bastante atípico para la fisonomía de un pueblo por su condición extremadamente urbana.
Pese a que tuvo noches en las que ganó miles de pesos y otras -como las del mismo viaje de boda- en las que perdió hasta 35 mil dólares, reconoce que el saldo nunca es favorable.
"Perdí el crédito ante la gente y tengo deudas morales que son difícilmente saldables. Lo que no es poco", remató.
Enviado por: Carlos Feldman - Santa Fé

No hay comentarios.: