Punta del Este hace saltar la banca del juego

Uruguay - Punta del Este - Un millón y medio de personas harán apuestas esta temporada. La apertura de un nuevo megacasino, con participación del Estado, termina de instalar a la playa uruguaya como un polo de atracción en toda Latinoamérica.
En el Nogaró by Mantra hay una sala con 300 juegos que funcionan a ticket, como los cajeros automáticos, y no con monedas.
El despliegue que el juego alcanza en Punta del Este reduce el casino de Mar del Plata a un bingo de barrio. En esta temporada 2010 se calcula que entre los tres casinos esteños, dos de ellos de enormes proporciones, pasarán un millón y medio de personas que harán apuestas por un mínimo de diez millones de dólares. De esta manera, Punta de Este busca consolidarse como un polo de juego en Latinoamérica que atrae a jugadores tanto de Brasil –San Pablo está apenas a dos horas y media de vuelo– como de Argentina y Chile.
La reciente inauguración, el pasado 5 de diciembre, del casino Nogaró by Mantra, en una esquina clave de la península, consolida a la ciudad como un destino de juego que pretende extender la temporada al invierno. El Nogaró es un megaespacio ubicado en la Parada Cero, en la esquina de la avenida Gorlero y la 31, frente a la escultura de los dedos que asoman desde la arena en playa Brava. Con una inversión de 18 millones de dólares, este edificio de más de 4.500 metros cuadrados es ahora un centro de juego, espectáculos y gastronomía. Originalmente fue inaugurado en 1938 como Hotel Casino Nogaró y fue el primer edificio de Punta del Este en contar con una estructura de hormigón.
La empresa Vidaplan S.A., la misma que administra Mantra Resort & Casino en La Barra, obtuvo por adjudicación directa la explotación del casino conjuntamente con el Estado. Esto despertó en su momento la ofensiva del grupo Cipriani, que denunció públicamente a la Dirección Nacional de Casinos por dejarlo afuera a pesar de su proyecto de 30 millones de dólares. Trascendió en su momento también que el otro interesado en participar era el gigante del juego esteño, el Conrad.
El nuevo casino cuenta con una sala de 300 máquinas que funcionan a ticket, como los cajeros automáticos, y no con monedas; sala de juegos de mesa donde no faltan la ruleta, baccarat, black jack y otros; una sala de juegos de mesa vip y una sala de maquinitas vip con un living-bar donde hay admisión. La novedad es el sports bar, donde se podrá apostar a caballos en distintos hipódromos del mundo y ver las carreras en tiempo real. La sala de teatro con 300 butacas fue inaugurada con el show de Artaza y Cherutti que continuará durante todo enero.
Para dar una idea de las dimensiones del proyecto, basta decir que trabajarán 150 funcionarios del Estado uruguayo y 300 empleados de Vidaplán. El Nogaró se suma al otro casino que la empresa explota desde hace siete años en La Barra, en un contexto completamente distinto, en el medio del bosque y un clima relajado. Allí cuentan con más de 200 maquinitas y juegos de mesa tradicionales y es donde se juega el Latin American Poker Tour, con premios de hasta un millón de dólares.
Hasta ahora, el rey indiscutido de los casinos era sin dudas el Conrad, con su edificio estilo Las Vegas y jugadores celebrities que lo elegían para hospedarse y jugar. Coincidente con la apertura del Nogaró, el Conrad invirtió 2.200.000 dólares para instalar 132 maquinitas nuevas y alcanzar así las 520, algunas de las cuales cuentan con pantallas en 3D y agregó un atracción extra: Big Chance, el sorteo de un Chrysler PT Cruiser entre quienes juegen en las maquinitas entre el 1 y el 31 de enero. El edificio reservó 3.400 metros sólo para el casino. Cuenta con 63 mesas de baccarat, ruleta, blackjack, siete y medio, poker, dados, rueda de la fortuna y un bingo al estilo americano, con un costo de sólo 2 dólares por cartón. Hay varias salas vip; el Club Fortuna con 66 máquinas; el Club Conrad sólo para miembros, donde la apuesta promedio es de 100 dólares y se exige un depósito de 10.000 antes de sentarse a jugar, como para poder compararse con casinos de Mónaco, Las Vegas y Atlantic City; y la sala súper vip, donde sólo entran quienes cuentan con una autorización expresa de la dirección del casino. Allí las apuestas no tienen límites, ya sea para la mesa de ruleta, las dos de midi baccarat o las tres de black jack. Allí, el champagne francés y el caviar iraní corren por cuenta del casino.
Desde el anuncio de la explotación conjunta del Nogaró por parte de la Dirección Nacional de Casinos del Uruguay y Vidaplán, el Conrad manifestó su disconformidad. El planteo de ilegitimidad por parte de Baluma S.A., sociedad propietaria del hotel y casino, se basa en el contrato que la empresa firmó con el Estado uruguayo en 1992, año que se inauguró el hotel, según el cual se descartaba la autorización de cualquier otro emprendimiento similar dentro de 40 kilómetros a la redonda si la inversión no superaba los 207 millones invertidos por Baluma, cifra que no fue superada para la reapertura del Nogaró.
El director general de Casinos, Fernando Nopistch, defendió los pasos dados por el Estado para conceder la explotación del Nogaró a Vidaplán S.A. y en declaraciones formuladas durante la inauguración, el pasado 5 de diciembre, destacó que Conrad y Nogaró competirán sanamente; también expresó su deseo de que estas inversiones atraigan otras nuevas en el futuro, cambien definitivamente la estacionalidad de Punta del Este y conviertan la ciudad en un destino para todo el año.
Tinelli: ¿bailando por un casino?
Según el diario El País de Montevideo, entre los quince consorcios que se presentaron a la licitación para explotar salas de juego conjuntamente con el Estado uruguayo, dos pertenecerían a Marcelo Tinelli, quien participó a través de la empresa Kaskira S.A, vinculada con Ideas del Sur. La licitación convocaba inversiones para la construcción de hoteles y complejos turísticos en Paysandú, Maldonado, Colonia, Durazno, Florida, Soriano, Rocha, Cerro Largo y Artigas. Tinelli y la empresa Kaskira S.A ya estarían explotando el casino del hotel Radisson, en Colonia, y ahora se postularían para la construcción de un complejo turístico en Paysandú y un segundo casino en Colonia.
Crítica Digital/ Silvina Pini