La Ley 1.016, que establece el régimen jurídico para la explotación de los juegos de suerte o de azar, genera un grave desequilibrio entre el funcionamiento de los grandes casinos y los juegos electrónicos que proliferan en gran cantidad en las distintas ciudades del país.
Estos pequeños locales dedicados al juego de azar subsisten ante el amparo de la propia ley, que en sus artículos 22, 23 y 27 faculta a las municipalidades del país a habilitar este tipo de juegos.
La existencia de este tipo de locales representa un gran perjuicio para las grandes firmas que deben participar en licitaciones de la Comisión Nacional de Juegos de Azar (Conajzar), pagar importantes sumas al fisco y cumplir con una serie de exigencias legales.
La industria del juego ha conocido de un crecimiento desmesurado en los últimos años en el Paraguay, específicamente con la aparición de locales de casinos electrónicos, que en algunas ocasiones hasta funcionan al margen de la ley.
Si bien existe un organismo estatal encargado de regular esta actividad, que es la Conajzar, la propia Ley 1.016 concede a los municipios la facultad de autorizar la explotación de los juegos electrónicos, siempre y cuando se adecúen a la normativa legal, en tanto que, para los juegos de naipes, se requiere necesariamente de la concesión otorgada por la Conajzar.
Sin embargo, a pesar de que los juegos de naipes son concedidos únicamente a los casinos legalmente constituidos, algunos locales de juegos electrónicos incorporaron la modalidad denominada Texas Hold Em Poker, que básicamente es un juego de mesa, dedicados al juego de naipes.
Varios locales electrónicos solicitaron la autorización municipal e instalaron esta modalidad en forma directa, que básicamente es un juego de mesa y no electrónico.
Los representantes de estas casas de juegos electrónicos aseguran que el Texas Hold Em Poker es un deporte, más que un juego de azar.
Como este sistema, existen otros muy similares a los juegos de casino.
De acuerdo a la normativa vigente, solo los casinos legalmente habilitados pueden hacer operar en sus instalaciones los juegos de mesa vivos.
La permisividad legal y el poco control efectuado, especialmente por los municipios, generan esta grave situación que beneficia a algunos y perjudica a otros.
La inacción de las autoridades, sumada al vacío legal, favorece la explotación irregular de este juego de naipes, que no es precisamente electrónico, en locales no habilitados para ello.
En los últimos años, los juegos de azar fueron cambiando de modalidad, convirtiéndolos también en electrónicos. Esta situación no es considerada por la ley y la misma genera este tipo de desajuste, por lo se hace necesario una revisión de la ley.
Última Hora/Gustavo R. García
Estos pequeños locales dedicados al juego de azar subsisten ante el amparo de la propia ley, que en sus artículos 22, 23 y 27 faculta a las municipalidades del país a habilitar este tipo de juegos.
La existencia de este tipo de locales representa un gran perjuicio para las grandes firmas que deben participar en licitaciones de la Comisión Nacional de Juegos de Azar (Conajzar), pagar importantes sumas al fisco y cumplir con una serie de exigencias legales.
La industria del juego ha conocido de un crecimiento desmesurado en los últimos años en el Paraguay, específicamente con la aparición de locales de casinos electrónicos, que en algunas ocasiones hasta funcionan al margen de la ley.
Si bien existe un organismo estatal encargado de regular esta actividad, que es la Conajzar, la propia Ley 1.016 concede a los municipios la facultad de autorizar la explotación de los juegos electrónicos, siempre y cuando se adecúen a la normativa legal, en tanto que, para los juegos de naipes, se requiere necesariamente de la concesión otorgada por la Conajzar.
Sin embargo, a pesar de que los juegos de naipes son concedidos únicamente a los casinos legalmente constituidos, algunos locales de juegos electrónicos incorporaron la modalidad denominada Texas Hold Em Poker, que básicamente es un juego de mesa, dedicados al juego de naipes.
Varios locales electrónicos solicitaron la autorización municipal e instalaron esta modalidad en forma directa, que básicamente es un juego de mesa y no electrónico.
Los representantes de estas casas de juegos electrónicos aseguran que el Texas Hold Em Poker es un deporte, más que un juego de azar.
Como este sistema, existen otros muy similares a los juegos de casino.
De acuerdo a la normativa vigente, solo los casinos legalmente habilitados pueden hacer operar en sus instalaciones los juegos de mesa vivos.
La permisividad legal y el poco control efectuado, especialmente por los municipios, generan esta grave situación que beneficia a algunos y perjudica a otros.
La inacción de las autoridades, sumada al vacío legal, favorece la explotación irregular de este juego de naipes, que no es precisamente electrónico, en locales no habilitados para ello.
En los últimos años, los juegos de azar fueron cambiando de modalidad, convirtiéndolos también en electrónicos. Esta situación no es considerada por la ley y la misma genera este tipo de desajuste, por lo se hace necesario una revisión de la ley.
Última Hora/Gustavo R. García
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