martes, 26 de enero de 2010

El sindicato global UNI Juegos de Azar pide que se tomen medidas contra las apuestas por Internet

España - Madrid - El sindicato global UNI Juegos de Azar mostró su oposición a la legalización de las apuestas online durante su última reunión.
Los motivos: por falta de protección hacia los jóvenes y adolescentes; alto riesgo de adicción; un tipo de apuestas que se hacen en estado de ebriedad o drogadicción; acceso ilimitado 24/7 a las apuestas sin tener que desplazarse; riesgo de perder el empleo por apostar desde el puesto de trabajo y peligro para el empleo en aquellos locales de juego que no ofrezcan servicios online.
UNI es consciente que esta forma de entretenimiento es una realidad que va en aumento por lo que sabe de la dificultad para su prohibición. Lo que demanda dado su creciente desarrollo es limitar la oferta de juegos en red.
Al mismo tiempo la central de trabajadores global exige que las apuestas por Internet se reglamenten a nivel nacional. "La demanda de responsabilidad social solo se puede garantizar mediante apropiadas legislaciones y reglamentaciones nacionales", manifiestan desde la organización.
Dentro de las normativas para este tipo de juego es de vital importancia incluir la identidad e inscripción obligatoria del jugador; la aplicación estricta del control de edad; el monto máximo de las apuestas; la restricción del horario de apertura y la limitación del tiempo de juego.
Además las apuestas online van en detrimento de puestos de trabajo en la industria del juego al ser una modalidad que requiere poco personal. "Lo peor sería que los operadores de casinos obtuvieran licencias de casino en Internet y pudieran ofrecerle a la clientela que jugara online en las mesas de sus casinos", han remarcado desde UNI.
UNI pide que todo el sector del juego trabaje codo con codo con los sindicatos para garantizar puestos de trabajo y máxima seguridad laboral. Exige que toda legislación en la materia se negocie conforme al principio tripartito generalmente aprobado por la OIT y que esta actividad, como otras relacionadas con el ocio y la diversión, deben estar reguladas fiscal y laboralmente.

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