lunes, 11 de enero de 2010

City Center de Las Vegas, lleva el concepto ‘verde’ a un nuevo extremo

EE.UU - Las Vegas - Miren lo que se puede comprar con 8,500 millones de dólares", dijo Jim Murren, CEO de la firma hotelera MGM Mirage, al presentar a los medios el nuevo complejo hotelero y residencial City Center.
Aún en una ciudad conocida por sus extraordinarias edificaciones, lo que presumía Murren era impresionante.
Presentada como una pequeña ciudad dentro de la ciudad, City Center está compuesta por tres enormes y elegantes hoteles —cada uno con estilo y personalidad propio— dos torres de apartamentos y un centro comercial que aloja a algunos de los diseñadores y establecimientos de alto calibre más importantes del mundo. Un cuarto hotel abrirá a finales de 2010.
Las dimensiones de City Center no tienen paralelo en esta ciudad de excesos. El complejo ocupa un área de 18 mil pies cuadrados, incluyendo 1,200 pies de fachada sobre Las Vegas Boulevard, el famoso "strip" de la ciudad. Su construcción requirió unas 78 mil toneladas de acero y más de un millón de yardas cúbicas de concreto, lo suficiente para construir una acera de cuatro pies de ancho entre Las Vegas y Nueva York de ida y vuelta.
Siendo esta la capital del juego, la pieza central de City Center es el Aria Resort & Casino, un hotel de 61 pisos y 4,004 habitaciones y un área para jugadores de 150 mil pies cuadrados con 1,940 máquinas tragamonedas y 140 mesas de juego. Pero City Center incluye dos lujosos hoteles sin casinos —el Mandarin Oriental y el Vdara Hotel & Spa— y hasta 2,400 residencias distribuidas entre las torres gemelas Veer Towers y los hoteles Vdara y Mandarin Oriental.
El espacio interior de Crystals abarca 500 mil pies cuadrados de restaurantes y tiendas exclusivas, incluyendo la de Louis Vuitton, la más grande del mundo; también la primera boutique de Carolina Herrera en Las Vegas, la primera línea de Roberto Cavalli para mascotas y una sucursal del restaurante Beso de Eva Longoria Parker.
Los varios edificios están conectados por vías peatonales donde se exhiben esculturas y piezas de arte, muchas de ellas creadas especialmente para sus locaciones. Un tren eléctrico elevado conecta al complejo con los hoteles vecinos —Bellagio al norte y Monte Carlo al sur, ambas propiedades de MGM Mirage— e incluye una parada en Crystals. Y todo ha sido conceptualizado como un proyecto sostenible, evitando el desperdicio de recursos naturales y utilizando alternativas "verdes" para prácticamente todo, desde la calefacción y el flujo del agua en las duchas hasta la manufactura de uniformes para sus empleados.
"Esta colección de edificios cambiará para siempre la forma en que veremos a los edificios en el futuro", dijo el ejecutivo Murren en la conferencia de prensa a mediados de diciembre que precedió la inauguración de Aria. El ejecutivo señaló que cada una de las cinco propiedades ya abiertas del complejo —construido por una sociedad creada por MGM Mirage y una subsidiaria de Dubai World— han recibido el más alto certificado LEED (siglas en inglés de liderazgo en energía y diseño ambiental) del Consejo de Construcción Verde de Estados Unidos (USGBC). Dichos certificados hacen de City Center el complejo más "verde" de Las Vegas y uno de los más respetuosos del medio ambiente en todo el mundo.
Para los visitantes al complejo, la certificación "verde" se traduce en un ambiente donde literalmente se respira mejor. La eliminación de productos tóxicos de limpieza y mantenimiento, por ejemplo, mantienen el aire puro, especialmente en áreas donde se prohibe fumar. La arquitectura y diseño del complejo reflejan los últimos avances en tecnología "verde" que permite a los edificios ahorrar energía y recursos naturales y emitir menos gases dañinos al ambiente —hasta 48 mil toneladas menos al año, según cifras de la compañía:
Según Gordon M. Absher, vicepresidente de relaciones públicas de MGM Mirage, City Center requirió que la empresa se replanteara su forma de operar desde antes de que iniciara la construcción del complejo, en abril de 2006. Eso significó que el hotel Boardwalk que anteriormente ocupaba el espacio no fue destruido de la forma tradicional sino que su contenido fue aprovechado al máximo. "La plomería fue desmantelada y enviada a México, las alfombras fueron utilizadas como material de empaque", dijo Absher, quien apuntó que durante los casi cuatro años de construcción de City Center, hasta un 90 por ciento del desperdicio de la obra fue reciclado.
En una visita con un pequeño grupo de periodistas a Aria, Absher explicó que la meta de sostenibilidad —impuesta después de que se anunciara la fecha de apertura— obligó a la compañía a crear innovaciones. Apuntando a las tragamonedas, dijo que se inventó un sistema de ventilación para controlar la temperatura de abajo para arriba, y los ventiladores se instalaron en las bases de las máquinas.
Una planta que genera electricidad a base de gas natural instalada en City Center provee hasta el 10 por ciento de la energía que consume el complejo, pero su gran ventaja es que el calor que emite la planta no se desperdicia sino que se utiliza para proveer agua caliente a los edificios.
El tema del reciclaje se repite en otras prácticas de la compañía. City Center es pionero en Las Vegas en un programa que colecciona el corcho de las botellas, material que se usa para hacer zapatos. Y los uniformes que lleva la mayoría de los empleados del complejo son hechos de un poliester creado de material reciclado por una compañía japonesa.
De esos empleados, y del impacto económico de hasta 12 mil plazas permanentes, habló el CEO Murren en la presentación a la prensa.
"Cuando entren a Aria", sugirió Murren a los cientos de periodistas de alrededor del mundo reunidos para la inauguración, "miren a alguno de los empleados a los ojos y pregúntenle cómo se sienten de trabajar aquí. Creo que les sorprenderá su respuesta".
Pero el verdadero impacto económico de City Center no podrá realizarse hasta que se llenen las habitaciones y las tragamonedas. La noche de apertura de Aria, cientos de personas esperaron afuera hasta que las puertas del casino abrieran al público y poco después de la medianoche se apresuraron a ser los primeros en probar su suerte en el más nuevo casino de Las Vegas.
Todavía está por verse qué efecto tendrá la novedad de City Center en atraer turistas a Las Vegas, ciudad que ha sufrido como pocas el impacto de la crisis económica.
Y la promesa de una ciudad dentro de la ciudad no podrá cumplirse realmente hasta que City Center tenga residentes permanentes. Será a mediados de este mes cuando comiencen a ocuparse las residencias de las Veer Towers, cuyos precios más bajos son de poco más de medio millón de dólares. La empresa no ha anunciado todavía cuántas de las lujosos unidades se han vendido hasta la fecha.
Impre

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