España- Canarias - El Servicio de Inspección del Juego y Apuestas, dependiente de la Consejería de Presidencia y Justicia del Gobierno de Canarias, desmanteló con el apoyo de la Guardia Civil, un bingo clandestino que llevaba más de 25 años operando en el municipio de Tazacorte.
Este funcionaba bajo la responsabilidad del CD Victoria (equipo de Tercera División) y la Escuela de Fútbol Elcano. El bingo, sin ánimo de lucro, servía para cubrir una considerable parte del presupuesto deportivo de estas entidades.
La intervención de la inspección se produjo a raíz de la denuncia de un particular que, según pudo constatar la parte denunciada, procedía del bingo instalado recientemente, con todos los requisitos legales, en Los Llanos de Aridane. Hasta ahora, antes de que se instalara un salón de juego con autorización en el Valle de Aridane, éste y otros pequeños bingos clandestinos habían recibido varias multas por su actividad irregular, pero no habían sido intervenidos de forma definitiva para proceder a su cierre.
Según se describe en el acta de infracción redactada en el momento en el que se produjo el precinto del salón de juego, aunque el local está preparado para recibir a unas 200 personas (la media suele superar las 50, según los responsables), cuando la Guardia Civil intervino se encontraban jugando 23 personas. Tras comprobar que carecía de autorización administrativa para la práctica de apuestas de bingo, el Servicio de Inspección detuvo el juego ilícito en plena actividad.
Al respecto, se comprobó que en dicho salón existía una intensa actividad hasta la medianoche en días laborables y festivos (normalmente a partir de los miércoles), con una afluencia importante de apostantes. El cartón se jugaba a 10 céntimos la línea y 20 el relleno, con apuestas especiales los domingos que llegaban a dos euros.
Desde el Servicio de Inspección del Juego y Apuestas se confirmó la infracción de la normativa reguladora del juego, Ley 6/1999 de 26 de marzo, por lo que se procedió a la intervención de diverso material: una máquina artesanal de extracción de bolas numeradas, un dispositivo de vídeo conectado a un circuito de cinco monitores repartidos por el salón y un equipo de megafonía. A este material se unió la incautación de 530 cartones sobre tablillas preparados para las apuestas y la cantidad de 458 euros procedentes del juego.
Al finalizar la actuación, y tras levantarse el acta y evacuar el local, los organizadores fueron advertidos de la prohibición de la actividad recreativa del bingo sin autorización y medidas administrativas, con la advertencia expresa de que el incumplimiento de esta prohibición y la retirada del precinto colocado podría conllevar a responsabilidad penal por delito de desobediencia grave a agentes de la autoridad.
Fuente: El Día
lunes, 19 de octubre de 2009
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