miércoles, 21 de octubre de 2009

Seminoles exigen un acuerdo sobre juegos

USA - Florida - El director de juegos de la tribu seminole envió el martes un mensaje público y rotundo a la Legislatura de la Florida: pueden permitir juego ilimitado a nivel estatal o aceptan nuestros $150 millones al año. Pero no las dos cosas.
James F. Allen, director ejecutivo de Operaciones de Juego de los seminoles, habló con franqueza sobre el hecho que la Legislatura, el gobernador y la tribu no han logrado ponerse de acuerdo sobre el asunto.
Según las leyes federales, la tribu tiene derecho a tener máquinas tragamonedas en sus casinos porque están autorizadas en las instalaciones de juegos parimutuales del sur de la Florida. Pero para que el estado pueda recibir parte de las ganancias, tiene que firmar un acuerdo con la tribu y darle algo que los casinos que compiten con ella no tengan.
En una comparecencia en la Cumbre del Juego en la Florida en el Seminole Hard Rock Hotel & Casino cerca de Hollywood, Allen condenó la falta de progreso en las negociaciones en Tallahassee.
"Esto se ha demorado demasiado y lo que ha sucedido no conviene en absoluto a la tribu'', dijo Allen.
Lo que está por decidirse es cómo permitir el crecimiento de las parimutuales --que en el Condado Miami-Dade incluyen ahora máquinas tragamonedas en el canódromo Flagler-- sin crear una situación que saque del mercado a los seminoles.
La ventaja de la tribu es que, como nación soberana, está exenta de pagar impuestos a los gobiernos estatal y federal, de manera que si el estado quiere recibir una parte de sus ganancias, tiene que hacer alguna concesión.
Eso fue interpretado de manera estrecha por la Legislatura estatal en una ley aprobada el verano pasado. Los legisladores acordaron conceder a la tribu el derecho de establecer juegos de blackjack, baccarat y otros, además de máquinas tragamonedas en sus casinos de los condados Broward y Hillsborough, pero restringió el juego a las máquinas tragamonedas en sus otros cuatro casinos.
El gobernador Charlie Crist y la tribu aceptaron la mayoría de las exigencias de la Legislatura, como pagar al estado un mínimo de $150 millones al año durante los próximos 20 años. Pero la tribu rechazó una cláusula que permitiría a la Legislatura ampliar el juego en todo el estado, siempre que las instalaciones estuvieran fuera de un radio de 100 millas de las parimutuales en funcionamiento.
La Legislatura tiene que aprobar el acuerdo pero el principal negociador de la Cámara de Representantes en el tema del juego, el republicano Bill Galvano, ha declarado que el acuerdo conseguido por Crist es inaceptable.
Crist dijo esta semana que la Legislatura podría ratificar el pacto durante un período extraordinario de sesiones en diciembre. Si eso no ocurre, el tema no se volverá a tratar hasta el período ordinario de sesiones de marzo. Este es el segundo acuerdo que Crist firma con la tribu.
El primero fue desechado por el Tribunal Supremo de la Florida porque el gobernador no consiguió la aprobación de la Legislatura.
El representante Jim Waldman, demócrata por Coconut Creek y defensor del acuerdo, dijo que es "desafortunado'' que los líderes legislativos no se hayan reunido con los seminoles para discutir sus diferencias.
Fuente: El Nuevo Herald

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