España - Baleares - La facturación en salas de juego cae un 10% más de lo que se esperaba y las administraciones de lotería también han visto menguar sus ingresos.
Contrariamente a lo que muchos piensan, los juegos de azar sí se resienten de la crisis económica, al menos en Menorca. Los menorquines han frenado la cuantía de sus apuestas, según ha detectado la gran mayoría de las administraciones de lotería, salas de juegos y casa de apuestas de la Isla. La receta de los ciudadanos ante la incertidumbre que provoca la inestabilidad económica y laboral es la contención. Más vale pájaro en mano que ciento volando, parecen decirse, a tenor de un descenso que, sin ser muy acusado, ronda el 10% respecto a las previsiones. Si más no, rompe la tendencia al alza que el sector vivía en los últimos años. Los menorquines no se la juegan con la crisis.
Las previsiones de crecimiento en la facturación proyectadas por Loterías y Apuestas del Estado rondan desde hace años el 3%. En Menorca, en lo que llevamos de 2009, no se han cumplido. Desde las administraciones de Ciutadella el descenso ha sido más grande por razones específicas. La reapertura de la cuarta administración ha hecho que la clientela se haya diseminado provocando caídas de alrededor del 30%.
Según explican, la caída se ha notado, sobre todo, en los grandes clientes, que apostaban cifras superiores a los 500 euros mensuales. Ahora, desde el advenimiento de la crisis, han reducido drásticamente esos importes. Sin embargo, los pequeños clientes, los que apuestan entre 2 y 10 euros, han seguido apostando esas cuantías.
En Maó, donde el número de administraciones ha sido estable en este periodo, los descensos han sido más leves y apuntan directamente a la cautela de los clientes, que tienen más reparos a la hora de echar a suertes una parte de sus sueldos. Esta caída, si bien marca una tendencia, "no resulta una amenaza para los negocios del sector", según explican desde una de las administraciones de poniente.
Los salones de juegos tampoco se escapan. Desde el salón situado en el número 1 de S'Esplanada de Maó han visto como desde hace dos años el número de clientes caía en más de un 50% y se muestran desconfiados en que la situación vaya a mejorar, temiendo incluso que las bajadas en la facturación puedan llevarles al cierre. Desde el Casino Marítim menorca, el único de la Isla, y pese a la imposibilidad de acceder a las cifras de negocios, sí admiten que se están planteando cerrar las puertas durante todo el noviembre.
Fuente: El Mundo/ J.G. | Mahón
lunes, 5 de octubre de 2009
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