Argentina - Mendoza - Una imagen no muy lejana, publicada el 6 de setiembre en el diario Uno. Daniel Vila y Alfredo Vila Santander, junto al gobernador Jaque en la inauguración de las nuevas instalaciones del grupo.
Se trata de un organigrama y flujo de decisiones en Uno Medios, de Mayo de este año. Allí, la división "juego" figura entre las operaciones del grupo, algo que Vila había negado desde que estalló la pelea con el gobierno, y que formó parte central de la denuncia de Cazabán contra los empresarios, por extorsión.
Mientras el enfrentamiento entre el Grupo Vila-Manzano y el gobierno de Mendoza crece en decibeles, tras las acusaciones de extorsión de Alejandro Cazabán y las contestaciones de Daniel Vila, trascendió un organigrama de Uno Medios de Mayo de este año, cuando se emprendieron las modificaciones organizacionales del grupo. En ese diagrama de flujo aparece claramente la división “juego” entre las operaciones del Multimedios en el rubro “otros negocios”, algo que el empresario Daniel Vila negó de manera enfática tanto a través de los medios del grupo, como de una entrevista en Diario Los Andes en el día de ayer. “No tenemos ningún interés en el juego” había dicho el empresario, transformado de repente en Enemigo Número 1 por el gobierno del que fue socio estratégico hasta hace muy poco.
A través de una fuente, MDZ Online tuvo acceso a ese organigrama, que está en manos de miembros del gobierno desde hace algún tiempo. No se trata de un indicio menor, toda vez que Alejandro Cazabán, Secretario General de la Gobernación, dijo en la Legislatura y repitió con claridad en Canal 9 el miércoles por la noche, que el juego era uno de los motivos de presiones de los propietarios del Multimedios, lo que se sumó a las diferencias por Edemsa, una historia ya contada por MDZ y ratificada hoy por el propio Daniel Vila en Los Andes.
Lo cierto es que la exposición de Cazabán en la Legislatura fue convocada por el problema del juego, y el decreto “a medida” de la habilitación del Sheraton, tal la denuncia del diputado Ricardo Puga; uno de los hombres señalados por el gobierno como cercano a los intereses del Multimedios. Cazabán fue, dio una explicación por ese decreto –que no satisfizo de ninguna manera a la oposición- y allí planteó la explosiva denuncia por extorsión contra Vila y Manzano. “No escapa a nadie que es algo de interés público pero también de sectores económicos que están empeñados en entorpecer la normativa dictada por esta Legislatura”, dijo Cazabán para defender el decreto que habilitó el casino del Sheraton. Y amplió: “Es decisión de este Gobierno no acceder a la privatización del Instituto de Juegos y Casinos como muchos pretenden”. Cuando le pidieron precisiones, atacó mencionando a Vila y Manzano: “Ellos tienen intereses no sólo en esta materia sino también en los servicios públicos”. Y ventiló la pelea por el dinero para Edemsa. Vila contestó aclarando –entre otros conceptos- que ellos nada tienen que ver con el juego. Sin embargo, el organigrama trascendido lo desmiente. La división juegos de Uno Medios, como se puede ver en la ilustración, así lo indica.
Los primeros indicios claros de la participación del grupo Vila-Manzano en el negocio del juego aparecieron el año pasado, cuando la Justicia Federal intentó frenar la habilitación del casino del hotel Sheraton. En aquel momento, apelando a un sinfín de artilugios legales, empleados del casino estatal lograron instalar una denuncia en el despacho de la jueza federal Olga Pura Arrabal por supuesta evasión impositiva. Fue la puerta para ingresar al fuero federal, en el juzgado de una magistrada que en el gobierno miran con suspicacia por su supuesta cercanía con el Grupo.
La intención era impedir que el casino Enjoy pudiese funcionar, por dos motivos. Primero, porque los empresarios a cargo de esa sala se habrían negado a operaciones comerciales no del todo conocidas. Y segundo, porque los estudios de mercado previos indicaban que el Enjoy le restaría gente al casino estatal, y por lo tanto, sería una pérdida de ingresos para la firma que maneja los destinos de los tragamonedas en esa sala.
Ni Daniel Vila ni José Luis Manzano ni Alfredo Vila Santander aparecen en algún papel formal ligados al juego en la provincia. Su participación surge de indicios, y ahora, de la denuncia de Cazabán. Y sería a través de operadores y gerentes, tal como lo demostraría el organigrama que ha trascendido. Hay un dato clave que condimenta esta historia. Freddy Vila es una cara archiconocida por los empleados del casino ubicado en la esquina de San Martín y Brasil, regenteado por el Instituto Provincial de Juegos y Casinos que preside Daniel Pereyra, y que gerencia Horacio Miguel, dos hombres muy ligados a la historia del multimedios. “Freddy” no es un jugador recurrente, sino que concurriría al casino provincial para controlar. Cuentan que supervisa y da órdenes, como cualquier dueño.
Mdzol
domingo, 6 de diciembre de 2009
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