España - Madrid - La casa de juego, sin licencia en España, podría verse impedida de operar. De ser condenada, hasta los hinchas serían multados por llevar publicidad ilegal.
El Real Madrid no pudo lucir publicidad de Bwin en Suiza.
El Real Madrid presentó ayer la prórroga de su acuerdo con Bwin como patrocinador principal del club por tres años más. Con el regreso de las estrellas, Florentino Pérez ha renegociado el contrato inicial, que finalizaba en 2010, y ha conseguido sacarle a la casa de apuestas siete millones de euros más por temporada. Si hasta ahora la compañía austriaca pagaba 20 millones fijos más tres variables, con la nueva rúbrica invertirá hasta 30 millones anuales. Ello convierte a la camiseta blanca en la más cara del fútbol mundial.
Esta prolongación contractual se produce en un momento poco favorable para las casas de apuestas en general y para Bwin en particular. Recientemente, el Tribunal de Justicia de la Unión Europea (UE) multó a la empresa de juego con 74.500 euros, así como a la Liga portuguesa de fútbol, por proponer juegos de azar por internet y haberlos publicitado.
Ahora bien, lo realmente importante no es el castigo económico, insignificante para una compañía que sólo en España ha recaudado 500 millones. La sentencia del tribunal europeo viene a reconocer el monopolio estatal en el juego a través de internet. Aunque los jueces comunitarios admiten que dejar todo el negocio en manos de las agencias de lotería de cada país atenta contra las normas de libre prestación de servicios, lo toman como mal menor para “evitar el fraude y la criminalidad”. Además, tampoco se excluye "que un operador que patrocina competiciones deportivas sobre las que acepta apuestas, así como equipos participantes en esas competiciones, goce de una situación que le permita influir en el resultado" de los partidos, según el tribunal europeo. Esta sentencia, sobre la que la Unión Europea pretende profundizar para regular de una vez el sector, abre un nuevo abanico de posibilidades, todas ellas perjudiciales para las casas de apuestas. Para el presidente de la Asociación Europea de Loterías del Estado, Friedrich Stickler, la postura del tribunal viene a confirmar que las webs de juego deben poseer una licencia en cada país en el que operan.
Es algo con lo que Bwin no cuenta en la actualidad. El patrocinador del Real Madrid tiene sede fiscal en Gibraltar, paraíso fiscal donde sólo tributa el 1% de sus cuantiosas ganancias.
La casa de juego ya ha solicitado su licencia para funcionar en nuestro país, pero no parece probable que le sea concedida en las actuales condiciones. Se calcula que las empresas de apuestas en internet podrían reportar hasta 650 millones de euros anuales a las arcas de Hacienda. Una considerable cantidad que el deficitario Estado español no querrá dejar escapar.
Resquicios legales
Hasta ahora, las casas de apuestas se han servido de los resquicios legales que ofrece el ordenamiento europeo para funcionar sin licencia. Ello no quiere decir que su presencia no esté prevista por la regulación española. La Ley 34/1987 de potestad sancionadora de la Administración Pública en materia de juegos de suerte, envite o azar regula tan espinoso asunto.
El artículo 2 de esta ley establece claramente como falta muy grave "realizar actividades de organización o explotación de juegos careciendo de las autorizaciones" pertinentes. Por seguir publicitando Bwin, el Madrid entra en los supuestos recogidos en este mismo artículo: "Permitir o consentir expresa o tácitamente la organización, celebración de juegos o apuestas (...), el fomento de estas prácticas (...) y efectuar publicidad de los juegos de azar".
Sanciones anecdóticas
De nuevo los castigos que dicta la ley resultan insignificantes para las opulentas cantidades que mueven las casas de juego y que perciben los clubes por promocionarlas. La máxima multa que puede recibir el Real Madrid es de 600.000 euros, una menudencia en comparación con los 30 millones que va a ingresar con el nuevo acuerdo.
Mucho más gravosas resultarán las infracciones que pueden ser achacadas a los aficionados que luzcan esta publicidad ilícita con las camisetas que compran. Hasta 90.000 euros puede tener que pagar todo aquel que haya adquirido la elástica de sus ídolos blancos y, sin quererlo, esté enseñando la imagen de una compañía que vulnera la ley.
De llegar, esta situación tendría un efecto catastrófico para el Real Madrid. Teniendo en cuenta el efecto propagador que sin duda favorecerán los Cristiano Ronaldo, Kaká, Benzema, Xabi Alonso y compañía, el club blanco se puede ver ante la tesitura de tener que responder ante su afición.
Pese a ello, no se prevé una pronta resolución del conflicto legal, por lo que los tres años que el Madrid tiene firmados con Bwin pueden transcurrir sin que haya traba alguna, pero el problema seguirá presente, aunque quede temporalmente aparcado.
Fuente: Gaceta/Carlos Quirós
lunes, 28 de septiembre de 2009
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