Chile - Punta Arenas - 45 personas desempeñarán esta función. En un comienzo cada uno dominará un juego específico.
Formar a los mejores croupiers para que trabajen en las distintas mesas de juego es el principal objetivo que tienen los monitores de la academia del Casino de Juegos de Punta Arenas.
Para eso desde el 5 de enero comenzaron las clases de 45 horas semanales, en donde se les enseña a los jóvenes las diversas técnicas que deben aprender para el funcionamiento de las mesas.
Sin embargo, a diferencia de lo que ocurre en otros casinos chilenos, los monitores se dedicaron a enseñarle a cada alumno un solo juego, ya que la idea es que el croupier maneje su juego específico, como corresponde.
El director de las mesas de juego, Raúl Varela, manifestó que de los errores se aprende. Por eso, prefirió gastar tres meses enseñándoles a los alumnos un solo juego. Más adelante, con el paso del tiempo, lograrán dominarlo y en ese momento aprenderán otro.
En la actualidad, cada croupier se está especializando en el juego de craps, draw poker, go poker, caribbean poker, punto y banca, o ruleta, los que funcionarán en los distintos salones del casino.
TRABAJO DE ACADEMIA
En el caso del Black Jack, se inició un trabajo constante y fuerte con los alumnos, especialmente en la suma de cartas, porque el juego consiste en llegar al puntaje 21 sin pasarse y para eso el croupier debe ser rápido.
Las primeras semanas el trabajo se basó en un entrenamiento continuo de sumas que aún se está realizando.
Luego vino el manejo de fichas. En un comienzo no eran las reales, pero como llegaron las que se van a utilizar para jugar, se están relacionando con ellas, de esa forma va a ser más fácil dominar los montos que cada una de ellas tiene.
Los alumnos se están acostumbrando a las mesas efectuando juego real, lo que implica tener un manejo al barajar las cartas que debe hacerse de forma rápida, dominar las fichas con sus respectivos valores y realizar la suma ágilmente.
Croupiers con personalidad es una característica que deben tener las personas que trabajan en este tipo de juegos.
Verónica Klener, monitora de Black Jack dijo que hubo algunos jóvenes que hablan más abajo. A ellos se les recomendó que debían sacar más la voz, porque las personas que lleguen apostar a las mesas tienen que poder escuchar lo que dice él o la croupier.
La monitora reconoció que le tocó un grupo de alumnos muy buenos, a los que no les costó mucho aprender.
Pero, dijo que deben seguir reforzando lo que se les ha enseñado para perfeccionarse aún más.
Se corre un riesgo cuando comienzan bien, porque la monotonía de cada día los puede aburrir, por lo que hay que seguir motivándolos.
En el juego de crap sucede algo similar en relación al aprendizaje que han tenido los jóvenes.
Carlos Elgueta trabaja hace más de 35 años en casinos y al estar desempeñándose como monitor comentó que ha visto muy aventajados a los alumnos que se están capacitando hace más de un mes y medio en el juego.
En su experiencia en comparación con otros casinos ha notado que sus pupilos han aprendido más alternativas de juego.
TESTIMONIOS
Alrededor de 45 personas se están formando en la academia que los convertirá en croupiers del Casino de Juegos más austral de Chile.
Si bien, en un comienzo a los jóvenes no se les pagaba, ahora su trabajo de aprendizaje está siendo remunerado.
La joven de 20 años Daniela Cárdenas dijo que la decisión de querer formar parte del casino fue fortuita. Justo cuando se realizó la feria de trabajo en la Universidad de Magallanes en el mes de noviembre, ella pasaba por el lugar.
Por ende, no quiso dejar pasar la oportunidad de postular a un trabajo que ella encuentra novedoso, además, era una idea que le atraía.
Al estar estudiando tercer año de pedagogía en inglés, Daniela sólo podrá trabajar como part-time, donde reemplazará a otros compañeros que tendrán su respectivo descanso durante los fines de semana.
También realizará turnos en las noches, en ese horario es cuando hay más concurrencia de público.
La preparación para convertirse en una buena croupier de Black Jack, ha sido ardua y difícil, pero reconoce que con la práctica ha podido lograr muchas cosas.
Para Alejandro Yáñez, de 24 años, el trabajo es bastante entretenido. Los monitores se han encargado de enseñarle de la forma más completa posible.
Yáñez piensa que para cuando se realice la apertura del casino en el mes de marzo, van a estar listos para atender a los apostadores.
El joven disfruta la labor que realiza como croupier, porque siempre le llamaron la atención los distintos juegos que se desarrollan en un casino.
Fuente: laprensaaustral
lunes, 16 de febrero de 2009
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