España - Zaragoza - La estafa más sonada en el Casino de Zaragoza, con un 'agujero' de 300.000 euros, ha quedado en agua de borrajas. Solo tres de los nueve asiáticos detenidos han sido condenados. Y ninguno irá a prisión.
Por increíble que parezca, hacerse con un botín de 300.000 euros puede resultar relativamente sencillo y salir bastante 'barato'.
Porque ninguno de los nueve asiáticos que fueron detenidos por la estafa más sonada en el Casino de Zaragoza entrará en prisión.
Cinco de ellos se fugaron tras el golpe y uno, defendido por el abogado José Cabrejas, va a ser absuelto por falta de pruebas. El resto, asistidos por Alfonso Bayo, reconocieron ayer los hechos y aceptaron la pena propuesta por el fiscal: 18 meses de cárcel. Un mal menor para una operación de tan alta rentabilidad.
Parece difícil que algún día se sepa la cantidad exacta que se embolsó la banda, ya que los verdaderos perjudicados nunca han reclamado ningún dinero. Se trata de ciudadanos de nacionalidades tan dispares como China, Malasia, Bélgica, Noruega, Reino Unido y Corea, a los que robaron las tarjetas de crédito para extraer sus datos bancarios y copiarlos después en falsificaciones. Los arrestados utilizaron estos 'plásticos' para comprar fichas del casino. Y en lugar de apostar, se dedicaron a recuperar el dinero en efectivo.
Según declaró ayer el director del casino en el juicio, el único perjuicio económico que sufrió el establecimiento fueron los mil euros que les retrocedió un banco, "No aceptaron una de las operaciones y perdimos ese dinero", manifestó. "Lo que tampoco hemos recuperado son los 30.000 euros en fichas que se incautó la Policía", añadió. Sin embargo, según el fiscal y el atestado policial, los agentes solo recuperaron 12.257 euros en fichas. ¿Dónde está el resto? ¿Por qué reclama el establecimiento unas fichas que ya ha cobrado? Estas son solo algunas de las preguntas que han quedado sin despejar.
Según declararon ayer los funcionarios que participaron en la operación del 12 de julio de 2006, cuando los miembros de la banda se vieron cazados, trataron de deshacerse de las pruebas por todos los medios. "Varios de ellos se encerraron en los baños del casino y estuvieron un buen rato tirando fichas por el váter", explicó un agente.
Fuente: heraldo.es
miércoles, 25 de febrero de 2009
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