Australia — Sydney - Un juez australiano rechazó hoy la demanda presentada por un ludópata contra un casino por explotar su adicción y dejarle perder hasta dos millones de dólares locales (1.5 millones de dólares estadounidenses) en sólo 43 minutos.
El magistrado David Harper, del Tribunal Supremo del estado de Victoria, indicó en su fallo que el Crown Casino de Melburne no se aprovechó de la enfermedad de Harry Kakavas y ordenó a éste pagar al local un millón de dólares australianos que todavía debe.
Kakavas, un promotor inmobiliario de 42 años, solicitaba una indemnización de 30 millones de dólares puesto que afirma que la dirección del casino conocía su adicción y aún así le dejó jugar, incluso regalándole 50 mil dólares cada vez para empezar a apostar.
Además, el director puso a su disposición un jet privado para que viajase a Melburne desde Sydney, donde reside pero tiene vetado el acceso a cualquier local de juego desde hace casi una década.
Durante un año y medio, Kakavas se jugó unos mil 500 millones de dólares locales en el Crown, haciendo apuestas de hasta 300 mil dólares por mano en el blackjack.
Pero todo acabó en agosto de 2006, cuando el casino optó por negarle la entrada cuando el ludópata echó por tierra dos millones de dólares australianos jugando al bacarrá.
Los abogados de Crown niegan que el local explotara la adicción de Kakavas.
De haber dado la razón al demandante, el casino no solo hubiera tenido que compensar a éste sino además pagar al estado de Victoria una multa de unos 700 millones de dólares por ingresos obtenidos de manera fraudulenta.
El juez Harper aseguró en la sentencia que Kakavas pertenecía a la elite del juego en Australia, y de ahí extendió su fiebre por el juego a casinos en las Bahamas, Hong Kong, Las Vegas y Macao.
EFE
miércoles, 9 de diciembre de 2009
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