lunes, 2 de febrero de 2009

Melincué: el histórico hotel atrae a centenares de turistas nostálgicos

Argentina - Santa Fé - Cientos de personas contemplan los fines de semana un extraño hecho que se produjo a consecuencia de la sequía en el sur de la provincia de Santa Fe.
El viejo y emblemático hotel provincial se puede observar en su integridad tras haber estado sumergido bajo las aguas de la laguna durante algunas décadas. Los visitantes desandan los más de quinientos metros del precario muelle que lo separa de la costa lagunera, para ver una vieja reliquia que fue orgullo de la región.
La historia comienza a principios de 1930 cuando una compañía construyó un majestuoso hotel sobre una de las seis islas naturales de la laguna y lo comunicó con la costa mediante un espigón.
La obra era la más importante dentro de una serie de construcciones que conformaban el balneario, único complejo turístico de la zona por aquellos años y durante varias y esplendorosas décadas.
El hotel y su atrapante laguna convirtieron a Melincué en una floreciente localidad. Eran años de bonanza y prosperidad en los que llegaban turistas de todo el país. Fue, precisamente en 1933 ?año de inauguración del complejo? cuando la laguna dio el primer aviso de lo que sucedería después.
Primera inundación. El aumento del régimen pluvial provocó el desborde y el agua ingresó al pueblo. Pero la señal de El Niño, en el hemiciclo seco (1920-1970), volvió a provocar el descenso del nivel de las aguas y con ello el alivio de su gente.
Sin embargo, años más tarde llegaría la debacle al hotel y a la propia comunidad melincuense que sufrió varias inundaciones a lo largo de su historia. En marzo de 1975, una impresionante lluvia produjo el anegamiento del hotel y el agua llegó hasta el casco urbano y produjo la primera de una saga de inundaciones catalogadas como críticas.
En aquellos años Esther Tacconni estaba a cargo de la concesión del hotel y fue testigo directo del desastre. "En pocas horas ya había dos metros de agua en el hotel y apenas pudimos sacar algo de la mercadería pero las pérdidas fueron cuantiosas. Además, nos quedamos sin trabajo porque el hotel quedó literalmente bajo el agua", dijo.
Taconni se hizo cargo del complejo provincial junto a su esposo durante las temporadas de los años 1973-74 y 75. Para las estadísticas fue la última concesionaria del comedor del suntuoso hotel y testigo privilegiado de la debacle de un lugar que hasta ese entonces convocaba a verdaderas multitudes de todas partes del país.
De las tres temporadas, Esther traza un balance disímil sobre su faena comercial al frente del comedor. "El 73 fue flojo, el 74 mejoró bastante y el año 1975 era muy bueno pero nos sorprendió la inundación y el anegamiento que se produjo en marzo".
Desde aquel fatídico mes, la mujer no quiso saber nada con el hotel. Veía como año tras año el agua se tragaba un pedazo más de su estructura hasta llegar a casi desaparecer en el año 2001-2002 donde nuevamente Melincué estuvo a punto de quedar sumergido por el avance del agua.
Cruzada. Una verdadera cruzada evitó la tragedia y todos recuerdan la epopeya de los vecinos que en guardia durante las 24 horas colocaban bolsas de arenas para construir precarios terraplenes y así evitar el ingreso del agua al casco urbano.
Las obras de estabilizado de la laguna mediante bombeo, emprendida desde 2005, trajo alivió y prosperidad al pueblo. Luego llegó el hotel Casino, las obras de infraestructura e inversiones y hoy todo parece sonreírles a los habitantes de Melincué.
Nostalgia. Para Esther la historia del hotel fue su propia historia plagada de tristezas y alegrías; en definitiva, una síntesis de la vida misma. Semanas atrás la mujer se animó a contemplar de cerca la vieja estructura corroída por el tiempo y el accionar del agua. Lo hizo en un bote y llegó hasta el corazón mismo del hotel provincial.
Fuente: la capital

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