España - El casino Castilla-León reúne en Boecillo a treinta crupieres que compiten por dos plazas para representar a España en el campeonato europeo. Ana Belén Hernández y Pedro Pulido, representantes del casino Castilla-León.
Gestionan las rachas de suerte en la moqueta. Las buenas y las malas, y están habituados a lidiar con ganadores de miles de euros y perdedores de bancarrota. En esos trances, la amabilidad es aptitud muy apreciada en la concurrencia, así como la capacidad para transmitir asepsia tanto en las victorias como en las derrotas. Así lo cree Gregorio Calvo, director de juego del casino Castilla-León, en Boecillo, que ayer se convirtió en laboratorio de prueba de todas esas cualidades y reunió a 30 crupieres de 22 casinos de todo el país, en competición por el campeonato nacional. De aquí saldrán hoy elegidos los dos profesionales que representarán a España en el certamen europeo que reunirá en abril en Malmoe (Suecia) a lo más selecto de las mesas de juego.
En el ambiente del casino domina el colorido de los chalecos malvas, oro y negro de los crupieres, acompasando el atuendo con pajaritas a tono. Ellas, incorporan también vestidos de largo. En las mesas de juego se sientan directores de casinos españoles, convertidos en jurado evaluador de dos asignaturas especiales: black jack y ruleta americana. «Hay profesionales muy hábiles con las manos y el manejo de fichas y menos diestros con la cabeza y viceversa; lo ideal es compaginar la rapidez en ambos campos», asevera el responsable de la sala. Manipular fichas con pericia, casi sin mirarlas, colocar correctamente las cartas, no dejarse llevar por emociones y, sobre todo, reducir al mínimo el margen de error son habilidades de una profesión que para estimular la concentración exige quince minutos de descanso por cada hora ante una mesa de juego.
Ana Belén Hernández, abulense de 30 años, apuraba inquieta los minutos previos a su examen ante la ruleta americana. Lleva dos años y medio entre fichas y representa, junto al vallisoletano Pedro Pulido, al casino Castilla- León en el campeonato nacional. Tiene claras las claves para hacer bien su trabajo: «Importa la actitud en la mesa, la simpatía con los clientes. Y ante todo, ser muy paciente».
Confiesa que los momentos de mayor aprieto llegan cuando «ves a un jugador tenso porque pierde dinero; se pasa mal».
El aprendizaje de crupier lo da la práctica. El responsable de juego del casino cuenta que todos los establecimientos generan su propia plantilla ocupándose de la formación. «Hay gente con la destreza innata, otros tienen que desarrollarla». Igual que la paciencia, pues en ocasiones, algunos jugadores atribuyen al crupier una racha de fortuna y le convierten en fetiche, dándose casos de clientes juegan únicamente ante un crupier determinado porque están convencidos de que su mera presencia es garantía de triunfo. Los directores de casino no deben creer en eso.
Ayer, valoraban aspectos más tangibles.
Fuente: nortedecastilla
miércoles, 4 de febrero de 2009
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