sábado, 14 de febrero de 2009

Condenan a Ferrari por coima

Argentina - Empresario del sector del juego convicto por coima causa daño a todos.
Primero hay que decirlo bien claramente que ninguna organización, empresa, sector o institución es responsable de los hechos cometidos por ninguno de sus miembros, socios, representantes o funcionarios. Cuando una persona natural actúa contra la moral o las normas jurídicas, lo hace a título personal. No se puede castigar a nadie por el desatino o crimen de uno.
La noticia que viene desde Argentina sobre la condena de cuatro años de prisión impuesta al empresario Carlos Ferrari por cohecho activo, o pago de coima, tiene que tomarse fuera del contexto de sus representadas, entre las que se encuentra el evento del sector del juego argentino MAGIA.
El medio electrónico The Host Club, publica: "A casi una semana de la decisión de la justicia es llamativo que ninguno de los medios especializados se haya hecho eco de una noticia tan relevante para el sector, teniendo en cuenta que el empresario es el gran impulsor de MAGIA, una de las exposiciones que más difusión ha tenido el año que pasó y que ha anunciado una fuerte expansión para la edición de este año".
Tiene razón el medio electrónico en reportar las circunstancias de la asociación de Ferrari con MAGIA, pero no puede cuestionar los valores de la Cámara Argentina de la Industria de Juegos de Azar (CAIJA), por haber tenido entre sus asociados a alguien que se convierte en un felón convicto. Un raciocinio de esta naturaleza nos convierte en culpables por asociación a quienes hayamos tenido el infortunio de que un compadre, amigo, pariente o socio, haya decidido actuar contra la Ley o las buenas costumbres que sus padres le inculcaron.
Lo que le queda al sector del juego en Argentina, Latinoamérica y el resto del mundo es excluir de sus filas a quienes fallan en mantener los dignos niveles de honestidad y honorabilidad que el sector demanda, porque como lo hemos dicho hasta el cansancio, nos encontramos en un sector que aun carga el estigma de irresponsables individuos de decenios atrás, pero que hoy es uno de los más controlados y supervisados en el amplio panorama de la gestión empresarial.
Elementos como Ferrari en Argentina o Bengoa en Uruguay han utilizado empresas y asociados en el sector del juego para delinquir, y la Justicia los ha marginado. Quienes buscamos la transparencia en el manejo del sector del juego condenamos a quienes abusen de ésta y estamos seguros de que CAIJA también lo hace. Las trafas de Ferrari nos disminuyen un poco a todos, seamos parte del sector del juego o no.
Fuente: casinocompendium

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